Cristian Keim director del Teatro Nacional Chileno (TNCH): "Es relevante volver a gestar un repertorio de la compañía del Teatro Nacional"

El actor asumió a comienzos de marzo la dirección de la sala ubicada en Morandé 25. Sucesor de Ramón Griffero, durante su gestión espera recuperar la producción propia y levantar la digitalización del archivo histórico del espacio.


Llegó a conducir el Teatro Nacional Chileno (TNCH) la primera semana de marzo y desde entonces le tocó una labor no menor: que la sala fuera escenario de la despedida a Bélgica Castro y Alejandro Sieveking, fallecidos a horas de diferencia. "Ya el nivel de intensidad era máximo", dice Cristian Keim (48) en su oficina en Morandé 25.

Actor, director y académico de la Universidad de Chile, Cristian Keim fue designado como sucesor de Ramón Griffero luego de que el autor de Cinema-Utoppia, renunciara a la direccción del TNCH en diciembre del 2019, tras permanecer casi tres años en el cargo.

Profesor de actuación en la Facultad de Artes de la U. de Chile, Cristian Keim ha protagonizado obras como La Catedral de la Luz (1995)y Prefiero que me coman los perros (2017), además de haber dirigido otras como Ross y Guil y Regreso al desierto.

"Es un desafío enorme sobre todo por la carga simbólica y el nivel de mirada que hay sobre esta gestión. Es complejo como cualquier lugar al interior de la Universidad de Chile, pero es un lugar que es profundamente enriquecedor. Estoy muy feliz de estar acá", cuenta.

¿Cuáles son los focos a los que dará prioridad en su gestión?

Creo que es muy relevante volver a gestar un repertorio de la compañía del Teatro Nacional, que no tuvo ningún estreno el año pasado. Este año el principal desafío sería recuperar aquello. Al mismo tiempo, empezamos la recuperación y digitalización del archivo histórico del teatro. Nos parece sumamente importante poner a disposición de toda la comunidad teatral un centro de investigación que esté a la altura del teatro que tenemos. Y me parece muy relevante un nuevo sistema administrativo acorde a los tiempos. Creo que nosotros vamos a hacer una gestión un poco más abierta. En estos momentos en que el teatro vive un espacio complejo y el país por supuesto, si uno no actúa en comunidad, estamos jodidos.

¿Qué mirada tenía del teatro desde fuera y de la gestión de Ramón Griffero?

Me pareció que la gestión de Ramón está marcada por algo positivo, que es de alguna manera esta puesta en circulacion del teatro. Hubo un periodo en que estuvo muy estancado y Ramón vino a movilizar acá el lugar, eso me parece que es un acierto. Eché profundamente de menos que en el último periodo no hubiesen obras de la compañía del Teatro Nacional, pero también estando adentro, ahora a cargo y entendiendo de alguna manera los funcionamientos internos, los presupuestos, entiendo la complejidad y que alguien podría hacer las cosas de otro modo.

¿Cómo se han relacionado con la universidad en términos presupuestarios?

Nosotros tenemos un presupuesto muy pequeño para funcionar, eso se está cerrando en estos momentos al interior de la universidad. Vamos a hacer maravillas con lo que nos corresponda porque además hay una energía super buena, pero me parece importante señalar que necesitamos mayor presupuesto.

Programación 2020

Si bien están evaluando si durante los próximos días tendrán que plegarse a las medidas de prevención por el Covid-19, el Teatro Nacional Chileno ya cuenta con su programación confirmada a partir de abril.

Desde el 15 de abril al 9 de mayo está agendada Junto al lago negro, la obra sobre la pérdida y la memoria escrita por la alemana Dea Loher y dirigida por Jesús Urqueta. El montaje, protagonizado por Nona Fernández, Monserrat Estévez, Moisés Angulo y el mismo Cristian Keim, iba a estrenar su temporada el 31 de octubre, pero debió suspenderse tras el estallido social. "Nosotros el 18 de octubre tuvimos una clase magistral con Dea Loher, luego fuimos a almorzar y nos encerramos a ensayar. No supimos de nada hasta que a las 19.30 salimos del teatro a este barrio y el país había cambiado", recuerda Keim.

Para el mes de mayo está programado el regreso de Animales invisibles. La obra es protagonizada por los técnicos del Teatro Nacional Chileno y fue premiada como la mejor obra del 2019 por el Círculo de Críticos. Mientras que en junio se presentará Arder, una obra de Gonzalo de la Jara y dirigida por Benjamín Bravo, que aborda los llamados guetos verticales.

Con una puesta en escena que tendrá a 22 personas sobre el escenario, la compañía La Dramática Nacional presentará entre el 23 de julio al 22 de agosto, la obra Chiloé, cielos cubiertos de María Asunción Requena. La obra expone los conflictos y tradiciones de esa zona en particular.

Por último, del 26 de agosto al 26 de septiembre se presentará El Tony Chico del dramaturgo chileno Luis Alberto Heiremans. Manuela Oyarzún, David Gaete, y Barbara Vera protagonizarán una nueva mirada de la obra desde el punto de vista de los movimientos sociales y el feminismo.

¿Vendrá para el segundo semestre la producción propia?

Estamos viendo para donde vamos, yo espero que sea una sorpresa bonita. Lo que sí puedo decir es que la primera produccion de la compañía del Teatro Nacional Chileno, no la voy a dirigir yo. Es una decisión que ya está tomada, porque me parece importante abrir el espacio a otras miradas direccionales.

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