Esta mierda me supera: una serie para los centennial

Una adolescente corre cubierta de sangre. No sabemos de dónde viene ni qué ha sucedido. Luce todo muy Carrie. Tampoco sabremos que ocurrió hasta el final de temporada. Esta mierda me supera (una muy particular traducción que se hizo en Latinoamérica para su título en inglés, I am not okay with this) se ha convertido rápidamente en la serie de moda para la generación centennial, con todos los códigos posibles: la protagonista odia todo, tiene cara de aburrirse a cada rato, es un poco depresiva y tiene solo una amiga. Detesta el colegio y a la gente.

Sophia Lellis (la protagonista femenina de It y la adolescente Amy Adams en Sharp objects) interpreta a Sydney, quien está descubriendo que, cuando odia a alguien, a esa persona le pueden suceden cosas malas. Una suerte de poder telequinético que no entiende bien ni tampoco puede controlar.

Esta mierda me supera recuerda mucho a la serie The end of the f***ing world y esa apreciación no es subjetiva: ambas están inspiradas en novelas gráficas de Charles Forsman. Además, comparten el mismo director: Jonathan Entwistle. Pero Esta mierda me supera no es The end of the f***ing world. Quisiera serlo, quizás demasiado, pero no lo es. Y ese es su principal problema: a grandes rasgos, esto ya lo vimos: hay declarado amor, por parte de los realizadores, por los decorados vintage, por la música antigua –aunque es una ficción ambientada en estos tiempos, el soundtrack es totalmente oldie y ochentero-, por la ropa que parece pasada de moda, pero que estos teen usan como si estuviera a la última moda.

La serie se sostiene en su protagonista, el personaje mejor construido, versus el de su mejor amiga (por quien siente una atracción mientras un adolescente algo nerd, vecino suyo, intenta conquistarla y llevarla al baile de graduación), que es unidimensional y aburrido, apenas un objeto de afecto. Es Sydney la razón por la que terminamos viendo los siete capítulos de la serie. Bueno, es ella y que cada episodio dura no más de 20 minutos, lo que provoca ganas de maratonearla.

Entretenida, a ratos sorpresiva, Esta mierda me supera no corre en las grandes ligas, pero de todas maneras funciona perfecto para una noche de aburrimiento si tienes más de 20 años. Seguramente, provocará devoción en su público objetivo: para esos que por estos días volvieron al colegio, los que creen que no vale la pena nada, los teen que odian todo, desde su familia hacia abajo. La serie les habla principalmente a ellos –aunque es fácilmente disfrutable para todos-, más allá de que se pierda entre tantas series y películas a las que conscientemente (o no) referencia. Un pastiche para pasar un buen rato.