Consejo de Monumentos retiró la espada del general Baquedano

Además de resguardar en otro sitio el sable y la placa, ayer fueron soldadas otras piezas del monumento. El próximo paso será la constitución de un equipo multidisciplinario que diseñará un plan integral para su protección.


Cuando el pleno del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), acordó no retirar la estatua del general Manuel Baquedano de su emplazamiento en Plaza Italia, el miércoles pasado, también decidió intervenir, a la brevedad, el conjunto escultórico para evitar que los elementos que estaban en riesgo de caer terminaran desprendiéndose. De esta manera, se buscaba proteger tanto la integridad de las personas como del propio monumento. Por lo mismo, no se informó específicamente cuáles eran esas piezas, aunque un estudio técnico de la entidad las había identificado.

La medida preventiva fue ejecutada a partir de las 7 de la mañana de este jueves, y hasta las 11 horas, bajo la supervisión de la Secretaría Técnica del CMN, que depende del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Los caminos de acción eran dos: reforzar o retirar los elementos en riesgo. El subsecretario del Patrimonio, Emilio de la Cerda, informa que se retiraron dos piezas: "El sable y la placa conmemorativa que estaba situada hacia el lado poniente. Ambas fueron remitidas al Centro Nacional de Conservación y Restauración del Ministerio de las Culturas, para su resguardo y evaluación técnica respecto a su estado de conservación".

Mientras la espada fue sustraída el viernes pasado, y velozmente recuperada por la PDI, la placa había sido forzada.

De la Cerda destaca que también "se procedió a la acción más urgente que era el reforzamiento y fijación de ciertas piezas que presentaban riesgo de caída". En particular, se trata de la cola del caballo y la pierna izquierda del jinete. Los trabajos estuvieron a cargo del taller del escultor y restaurador Luis Montes, quien recalca que su misión era darle "estabilidad y sujeción" a esas partes, porque "presentaban inminente riesgo de desprendimiento", con la posibilidad de afectar "gravemente al público que se congrega bajo la estatua". Detalla que hicieron "un reforzamiento estructural a través de soldaduras auxiliares". En la cola, que pesa 150 kilogramos, cuenta, "se aplicó un cordón de reforzamiento de soldadura en la juntura de la pieza con el caballo y también dos puntos auxiliares en la parte inferior, junto a las patas, para evitar la oscilación".

En el caso de la pierna izquierda del jinete, Montes aclaró que la soldadura auxiliar "refuerza la juntura entre la pierna y la masa, y con eso se evita la eventual caída de la pieza".

Asimismo, para darle mayor estabilidad al conjunto, fueron reforzados los anclajes de los relieves que recrean las batallas de Chorrillos y Miraflores, en las caras norte y sur, respectivamente, del monumento. Ello, en vista de que el 31 de diciembre hubo un intento de tiradura de la estatua.

El próximo paso, revela el subsecretario del Patrimonio, "es la constitución de un equipo técnico multidisciplinario integrado por expertos como ingenieros estructurales, escultores y restauradores, cuyo objetivo será analizar alternativas para una protección integral del conjunto escultórico, con foco especial en las condiciones de empotramiento del monumento ecuestre". El arquitecto destaca también que se mantendrá el monitoreo constante del monumento en conjunto con la Municipalidad de Providencia. Asimismo, aclara que siguen trabajando en torno a los otros cientos de monumentos dañados: "Estamos avanzando, junto a otros servicios públicos, en un catastro nacional y georreferenciado de alteraciones en inmuebles y bienes patrimoniales para levantar los costos, tiempos y las vías de financiamiento para enfrentar la recuperación".

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