Sonic Boom: "Creo que nuestra civilización está en una encrucijada"

photo by Ian Witchell
Foto: Ian Witchell.

Peter Kember, fundador de los alucinantes y alucinógenos Spacemen 3 junto a Jason Pierce (Spiritualized), se apronta a visitar nuestro país por vez primera para el décimo aniversario del sello local Blow Your Mind, el próximo 21 de diciembre en Teatro Italia. Sobre el futuro de la humanidad, el capitalismo, las drogas como agentes de evolución, y los sonidos que inundan el día a día, conversa en extenso con Culto.


Ya sea en cualquiera de sus proyectos: Spacemen 3 (junto a Jason Pierce), Spectrum, E.A.R., o produciendo a bandas como MGMT, Beach House y Panda Bear, el británico Peter Kember parece moverse bajo la máxima que dio título a la recopilación de demos Taking drugs to make music to take drugs to (Tomando drogas para hacer música para tomar drogas). A días de visitar nuestro país para el décimo aniversario de Blow Your Mind records —donde también estarán presentes los locales The Ganjas, Tsunamis y Holydrug Couple, junto a David Kilgour (ex líder de The Clean) y otros—, conversa para Culto acerca de su longeva y expansiva carrera. Y qué mejor que partir hablando del elefante (rosado) en la habitación: "Creo que las drogas son una parte importante de mi vida, ciertamente he encontrado que lo son. Algunas de ellas abren puertas a algo que considero como una perspectiva más profunda sobre la vida y la muerte".

La receta perfecta

"El LSD y las drogas psicodélicas han sido algunos de los factores de aceleración de la evolución humana, acreditadas como la raíz de todas las religiones y la raíz del lenguaje. No tendríamos de seguro el mundo que hoy reconocemos sin ellas. Si todo lo que ha sido inspirado en su diseño por las drogas psicodélicas desapareciera hoy, sería un mundo muy diferente el que habitaríamos. Si lo ves con profundidad, notarás que las drogas psicodélicas usadas con respeto resuelven los problemas".

Le pregunto a Peter si se considera un usuario de drogas recreativas, ante lo cual me responde que prefiere definirse "un usuario habitual", aunque no sea una terminología que ocupa normalmente.

"La vida sin marihuana y el hachís sería un castigo para mí, no hay dudas. Me conectan en un nivel diferente. Otras sustancias como el DMT, MDMA, o la psilocibina los uso como una especie de sacramento, para darme otras perspectivas. Todo en la vida está basado en nuestras perspectivas y en cómo se relacionan a las perspectivas diferentes que las otras personas tienen de las mismas cosas. Creo que cambiar tu perspectiva es un proceso beneficioso para la mayoría de la gente, no importa cómo lo consigas". Para Peter, el respeto a las sustancias es fundamental. "Es imposible y poco realista andar generalizando, pero puede decirse que las drogas son una herramienta útil si es que eres capaz de respetarlas apropiadamente".

Sónicamente, todos los proyectos en los que el británico se ha involucrado desde comienzos de los años ochenta se han beneficiado de esta sintonía, y él es el primero en reconocerlo. "Me gusta estar conectado con lo que me rodea e interactuar con ello en un nivel más profundo. No podría haber soñado nunca poder llegar a acceder a estas partes de mi cerebro sin usar drogas", confiesa. "Recientemente he leído que psicoterapeutas han dicho que un único viaje con ayahuasca puede conseguir el mismo resultado que 10 años de psicoterapia, en cuanto a profundidad. Y que dos viajes son el equivalente a 20 años de psicoterapia, o lo más que una psicoterapia podría llegar a esperar conseguir con alguien. Creo que eso es muy elocuente". Por supuesto, nuestro eminente Claudio Naranjo fue pionero de aquellas incursiones relacionadas al uso de drogas psicodélicas en el ámbito de la salud mental.

[caption id="attachment_111511" align="aligncenter" width="1414"]

Foto: Nick KRamer.[/caption]

Extraterrestre para siempre

Peter lleva casi cuatro décadas produciendo música. O, mejor dicho, sonidos. "Mi intención en E.A.R. era hacer música basada en sonidos, no en canciones. Así de simple, explorar el sonido particularmente a través de manipulaciones electrónicas y síntesis", dice. Los sonidos de la vida diaria siempre han sido una fuente de inspiración para él desde la era Spacemen 3. "Es algo que sigue igual. Creo que es hermoso escuchar pasar a un jet a la velocidad del sonido y oír como crea una explosión sónica —Sonic boom—, es mi sonido favorito. Por eso me quise bautizar así en los años ochenta".

Me cuenta que, actualmente viviendo en Sintra, Portugal, a unos cuantos metros de su casa pasa un tranvía que está activo desde comienzos del siglo XX. "La línea férrea justo da una curva en este punto y las ruedas siempre hacen un chirrido al hacer la maniobra. Lo escucho muchas veces al día y me mueve el alma. Los fenómenos de sonidos ambientales pueden ser muy interesantes sónicamente". Le pregunto si su manera de componer ha cambiado algo en todo este tiempo o si sigue funcionando de forma similar. "Intrínsecamente no, no realmente. Aún me esfuerzo para hacer sonidos simples y música simple, siempre que resuenen con la gente. La paleta que uso y cómo tejo los elementos va cambiando, y creo que voy mejorando a medida que vivo y aprendo. Creo en la evolución constante de mi música y de mí mismo, y trato de aplicar todo lo que aprendo de los demás en lo que yo hago, a través de mis propios filtros. Creo en compartir libremente la información y trato de empaparme de aquellas cosas que, en lo que hacen los demás y en su técnica, observo como un cierto don. Eso lo aplico en mis composiciones".

En cuanto a sus labores como productor —o colaborador, con bandas como Stereolab y Yo La Tengo—, piensa que es una maravilla "poder trabajar con gente realmente interesante. Me encanta el hecho de que cada uno de nosotros escuche y haga música de forma diferente. Si tu arte es potente y viene de un lugar seguro, no tienes nada que perder al compartir e integrarte".

Llévame al otro lado

Le pregunto por Spacemen 3 y sobre cómo se sintió al ver el recibimiento temprano a la propuesta de la banda, algo que los debió haber tomado por sorpresa. "Toda mi música favorita se ha hecho para compartir. Nosotros hicimos esa música porque queríamos comunicarnos con almas de mentalidad similar. Pensábamos que no serían muchas, pero el tiempo terminó probando que no estábamos tan solos. El reconocimiento es siempre gratificante, y es bueno saber que tus instintos están alineados y que seguir ese camino puede llevarte a un lugar grandioso tanto musicalmente como en cuanto a las letras". Peter lo resume en una frase: "No quiero hablarte a ti. Quiero hablar contigo. Quiero entender, empatizar, relacionarme y tal vez inspirar y —espero— ir mejorando".

Hoy en día, sigue operando de la misma forma: "Escribo para mí mismo. Siempre. Pero, de igual forma, busco conectar y resonar con mis camaradas humanos en la misma forma en que siempre lo he hecho".

Me pongo a pensar en cómo la capacidad de conectar a un nivel más profundo con la audiencia es un tema vital, sobre todo en esta era del streaming y los contenidos patrocinados en las redes sociales. Le pregunto sobre la importancia de crear arte sin concesiones dentro de la uniformidad. "Hay más necesidad ahora que nunca antes de hacerlo. Suspiro —en lamento— cada vez que me topo con otro de esos vocales hecho con auto-tune, tan poco imaginativos y carentes de alma. Encuentro que la mayoría de la música pop de estos días no tiene mucha alma y eso me entristece. Pero me sentí así a mediados de los años setenta, cuando era joven, y el antídoto a eso fue el arribo del punk. Así que deseo algo así nuevamente, no tiene por qué gustarme, siempre y cuando tenga pasión y no sea algo insípido y sin sentido. La Cuarta Ley de Newton dice —o eso creo— que para cada acción hay una reacción opuesta e igual. Y creo que es una de las leyes más profundas de todo el Universo, y tiene eco en todo. Todas las cosas están conectadas, ya sea que lo veas o no. Garantizo que es así".

Así que le pregunto a Peter por el primer disco con el que conectó a otro nivel, en su vida. Cuál fue ese disco que le voló la cabeza en la juventud. "Fue el mismo que para muchos de mi generación: Brian Eno dijo que tal vez el Velvet Underground & Nico no vendió mucho, pero que todos los que lo escucharon armaron un banda. Bueno, ese disco me voló la cabeza. Lo compré porque me intrigó esa portada que había hecho Warhol. No tenía expectativas respecto a toparme con buena música. ¡Y qué equivocado estaba y nunca estuve más complacido! Creo que las mejores cosas en la vida pasan así, de improviso, y no gracias a nuestras intenciones. Y esto prueba mi punto. Me pegó fuerte y aún lo hace".

https://open.spotify.com/album/5nfdstl6JxGrDQtm1B2LnZ?si=1dSOddoPRoqSOgARQ-FPvg

Otro disco que impactó fuertemente a Peter fue Big Science de Laurie Anderson. "Es un trabajo impresionante, original, único y muy perceptivo, inteligente y hermoso. Laurie es así y su música también". ¿Y qué es lo que debe tener la música para capturar su atención? Me contesta certero: "Emoción. La mejor música para mí es aquella donde a la gente no le interesa ser cool, sino que poner su alma en lo que están haciendo. Cuando escucho a alguien que de verdad siente e invierte en esa emoción, eso es lo que hace música grandiosa: los sentimientos de la gente y sus perspectivas, materializadas en una canción".

[caption id="attachment_111513" align="aligncenter" width="900"]

Foto: Steven Perilloux.[/caption]

Hipnotizado

Peter no cree en las banderas ni las fronteras. "Creo que todos los ciudadanos de este planeta somos iguales, de donde quiera que vengamos. Somos un único planeta, no una conglomeración de subdivisiones separadas y a menudo en batalla". Su viaje a nuestro país para el décimo aniversario de BYM será su primera visita a este rincón del planeta, y está ansioso por tener nuevas experiencias. "Estoy muy emocionado y ansioso por conocer la región y la gente, por mis propios sentidos".

Con su país natal —Reino Unido— ad portas de una elección crítica (nota: esta entrevista fue realizada antes de conocerse el triunfo de la facción conservadora), y considerando el clima político en nuestro país y el resto del mundo, Peter aprovechó de meditar respecto al futuro.

"Creo que nuestra llamada civilización está en una encrucijada. La forma en que nos movamos hacia el futuro es clave. Estamos todavía dando pequeños pasos de bebé, pero creo que podemos avanzar en una forma beneficiosa. Siento que se viene un cambio de consciencia universal y nos estamos dando cuenta de que somos capaces de dejar de andar tolerando a los sociópatas y los parásitos que rutinariamente basurean nuestro planeta y abusan de nosotros los humanos, robando a los ciudadanos en el nombre del dinero y los negocios".

Para Peter, el sistema político actual no sirve de nada. "Está en bancarrota. Deberíamos elegir a quienes lo merezcan, no andar votando por quienes se ponen a sí mismos a la cabeza solo por sus planes de negocios personales. Creo que no podemos continuar tolerando este capitalismo y consumismo desenfrenado, que se ha convertido en unas cadenas para mantenernos entrampados y aprisionados".

También sabe que no posee todas las respuestas. "No las tengo yo. Pero definitivamente nosotros —juntos— las tenemos. Hagamos que todo esto se trate sobre la forma en cómo vivimos. Votemos cada día, a través de nuestra forma de vivir".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.