Bikram: el pervertido que enseñaba yoga

El profesor de yoga Bikram Choudhury, creó una disciplina que consiste en 26 posturas que se deben lograr a altas temperaturas. La práctica lo hizo famoso y millonario, pero oculta un historial de abusos sexuales contra sus alumnas.



No es fácil seguir una clase liderada por Bikram Choudhury, en realidad, cualquier clase donde se aplique la disciplina creada por el profesor de yoga a comienzos de los 70, es difícil de seguir.

En un recinto con más de 40ºC, los alumnos deben replicar las 26 poses desarrolladas por Choudhury a partir de 500 secuencias predicadas hace décadas por Bishnu Charan Ghosh. Según Bikram, el objetivo de ejercitarse a aquella temperatura, es imitar el clima de India y ejercitarse en una rutina de aproximadamente una hora y media de duración.

La disciplina, bautizada con su nombre, se volvió mundialmente famosa, lo que le significó una cuantiosa fortuna y la expansión de "Bikram" a nivel internacional. En Santiago mismo existen decenas de ofertas para asistir a clases de "yoga caliente".

Un método de sanación para el cuerpo y el alma, que miles de personas querían dominar, por ellos mismos y para abrir su propia escuela, ya que necesitaban la aprobación del "maestro" para replicar la práctica.

Sin embargo, el documental dirigido por Eva Orner no se denomina Bikram: yogi, guru y depredador, porque Choudhury se ciñera meramente a las clases que impartía.

El registro de una hora y media -estrenado en Netflix- da cuenta del ascenso y caída del hombre nacido en India que creó un imperio del yoga en Estados Unidos, y abusó sexualmente de varias estudiantes.

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Bikram Choudhury impartiendo clases.[/caption]

"Bikram se considera por encima de la ley", relata Eva Orner, directora de la cinta, en entrevista con Krista Smith.

De hecho, el documental refleja que desde sus inicios la soberbia era una de sus características. Confianza en sí mismo, dirían algunos, pero Bikram derrochaba más que seguridad. Se presentaba a sí mismo como una suerte de Mesías.

"Hoy no son lo suficiente viejos, educados, sabios y experimentados para entender quién soy", planteaba en sus clases masivas, donde a continuación, amenazaba con succionarle la sangre a sus alumnos a punta de insultos.

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El documental nace desde que la compañía británica Pulse contactó a Orner y le enviaron una serie de artículos de prensa en los que se detallaba las denuncias y juicios contra Bikram. "¿Te interesa contar la historia?", le dijeron en la época que comenzaba el movimiento Me Too.

"Pensé que sería interesante mostrar una historia que ocurrió previo a la era Me Too, que sería estrenada en un mundo post Me Too", dijo la cineasta.

https://www.youtube.com/watch?v=AbsaUHdxGHg

Bikram: yogi, guru y depredador deja en claro que Choudhury abusó de mujeres. Lo cuenta a partir de testimonios de sus ex alumnos y su encargada de asuntos legales -Micki Jafa-Bodden-.

El modus operandi era el siguiente: convocaba grandes seminarios para los cuales reservaba hoteles y cobraba 10 mil dólares por un curso intensivo que duraba 9 semanas.

Dentro del salón de yoga, era un monstruo que no paraba de gritar hasta que hicieras las 26 poses correctamente. Fuera de este, Bikram se mostraba cercano, como un amigo o incluso un padre, y sus alumnos se sentían honrados por esa cercanía.

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Casi no dormía, porque decía que no lo necesitaba, y se quedaba viendo películas de Bollywood de madrugada. En esas noches, enviaba a uno de sus asistentes a buscar a alumnas específicas.

Compartiendo un sofá o incluso una cama, las instruía a realizarles masajes que avanzaban poco a poco hasta llegar a la zona genital del "gurú".

Mandeep Kaur Sandhu, quien viajó desde India para hacer el curso en Estados Unidos, dijo "No" cuando llegaron a ese punto y decidió retirarse del curso, a lo que Bikram reaccionó como si nada hubiese pasado.

Distinto fue el caso de Sarah Baughn, a quien citó a su oficina y le dijo: "¿Qué vamos a hacer respecto a nosotros?", dando por hecho que había una atracción mutua. Baugh conversó con el administrador del curso, quien no se mostró para nada sorprendido y le respondió: "Si quieres continuar, te aconsejo que hagas lo mismo que yo: separar al hombre del maestro".

Sarah decidió quedarse, y Bikram insistió en su intención de estar con ella.

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Sarah Baughn.[/caption]

En uno de los seminarios, Bikram pidió que Sarah acudiera a su habitación para hacerle compañía. Sarah cayó dormida en el sillón y al despertar, no tenía ni sus zapatos ni su bolso. Al intentar salir de allí, Bikram la acorraló y le dijo: "Ahora sí serás mía".

Esos son solo dos de los varios testimonios que recoge el documental dirigido por Eva Orner y producido por Kimberly Hassett. Un estremecedor relato que busca dar justicia a las víctimas de quien usó el yoga como arma de cacería sexual.

Mezclado con archivos en el que celebridades de Hollywood cuentan sus experiencias al practicar Bikram -George Clooney, Jennifer Aniston, Robert Downey Jr, Madonna-, el registro relata los juicios que enfrentó el profesor de yoga y sus respuestas a las acusaciones, a las que replicaba "ellas me rogaban que tuviéramos relaciones".

https://culto.latercera.com/2018/08/29/la-historia-bungalow-bill-cuando-the-beatles-se-burlaron-del-cinismo-americano/

Bikram Choudhury pagó pequeños montos a algunas de las denunciantes, pero evadió la multa de 8 millones de dólares que sentenció la justicia norteamericana. Actualmente es prófugo de Estados Unidos, pero sigue impartiendo cursos de "yoga caliente" por los que cobra miles de dólares. En 2018 hizo un seminario en México y este año realizó otro en España, ambos de alta convocatoria.

"Lo más importante es la valentía y coraje de las mujeres para alzar la voz en un mundo que no era tan receptivo como ahora, de hecho aún es difícil hacerlo actualmente", dijo la directora, quien también incorporó el rechazo y crítica por parte de los otros seguidores de Bikram, cuando las denuncias comenzaron a salir a la luz.

Bikram: yogi, guru y depredador está disponible en Netflix.

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