Monster de R.E.M: no soy de aquí ni soy de allá

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El noveno álbum de la banda de Athens no solo es el más ruidoso de su discografía intentando ponerse al día con el rock de guitarras dominante en 1994, sino que cierra una época dorada como el primer presagio del fin del conjunto. Su accidentada gira fue la última con los miembros fundadores. La reciente reedición de Monster ajusta cuentas con la mezcla original.


Es 1993 y R.E.M. se encuentra en una posición extrañísima habitando tierra de nadie. En el mapa son los pioneros del mal llamado rock alternativo dominado por el grunge con un montón de bandas antes independientes firmadas por grandes sellos. Fueron el modelo a seguir, la mutación de grupo asociado a una disquera indie como I.R.S. Records, que se pasa a una transnacional como Warner en 1988, saltando al mega estrellato con Out of time (1991) y Automatic for the people (1992), y sus 36 millones de copias a nivel mundial en conjunto.

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Con esas cifras R.E.M. no era precisamente indie. A su vez aquellos discos de tonalidades acústicas y medios tiempos significaban una isla en medio de las guitarras distorsionadas del sonido Seattle. Además, el cuarteto sumaba cuatro años sin giras. Peter Buck, el guitarrista con fama de espeso, no parecía complicado por la ausencia en vivo según confesó a Rolling Stone en 1994. "Estoy un poco a la defensiva al respecto. Decidimos concentrarnos en el lado de la grabación. Hicimos una gran gira en el '89, y habíamos estado en la carretera durante 10 años a tiempo completo (...). Podríamos haber hecho una gira después de Out of Time, y habría sido más de lo mismo".

La promoción en directo de Green (1989) había fundido a la banda. Para Michael Stipe el tour fue durísimo. "Al final, estaba en blanco, en un caparazón. Fue muy, muy, muy intenso. Me cansé de mí mismo. Quería ser un humano y no una estrella de pop".

R.E.M. sentía que era el momento de salir a la carretera pero no había seguridad de hacerlo con material taciturno y la eventual obligación de tocar éxitos como "Man on the moon" y "Shiny happy people". Necesitaban algo de ruido pero a pesar de los nexos con la escena rock de Seattle -en ese periodo Peter Buck se mudó a La Meca grunge para formar una familia-, la banda no sentía nexo con la inspiración de toda esa camada. Según Buck, "decidimos que queríamos hacer un disco eléctrico y uptempo pero sin utilizar ningún elemento del heavy metal (...) No estoy seguro de haber escuchado alguna vez un álbum de Black Sabbath".

La búsqueda de R.E.M. se volcó a la misma veta que algunas bandas inglesas rescataban en ese momento: el glam rock con su arrogancia, ambigüedad y descreimiento, terrenos propicios para la pluma oscura y críptica de Stipe, aún cuando su lírica había permeado cierta mensajería política en los últimos títulos. "Estábamos en la cima de nuestra fama y la cultura había cambiado (...) y nos encontramos en esta situación donde éramos mucho más famosos que antes y teníamos que hacer este primer tour en cinco años con este par de álbumes populares pero que eran más lentos (...) necesitábamos algo realmente ruidoso y crudo, y recurrimos a nuestro amor por el glam rock (...), ese fue el inicio de Monster".

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La extrema delgadez, la cabeza rapada y la negativa a dar entrevistas del cantante para promocionar Automatic for the people alimentaban rumores de VIH. Stipe, que salió del clóset sólo en 2001 tras advertir que no lo había aclarado porque le parecía bastante obvio (y lo era en videos como "Loosing my religion"), no dejaba mucha lectura entre líneas en declaraciones de 1994. "Todo lo queer-straight-bi, creo que las etiquetas son para los alimentos enlatados. Las personas son demasiado binarias en su pensamiento. Creo que la sexualidad es mucho más resbaladiza que eso. Siempre me ha gustado la idea de poder jugar públicamente con eso y no pronunciarme a mí mismo (...) que la gente me tome por lo que soy. Soy lo que soy, y sé lo que soy, pero realmente no me siento cómodo con las etiquetas".

La insistencia por regresar a la ruta fue de Bill Berry. En aquella época el baterista ya acariciaba la idea de abandonar la vida de estrella del rock. Desde hacía un tiempo cultivaba una granja y estaba interesado en cambiar de switch (tocaba batería desde los nueve años), lo cual finalmente hizo en 1997 cuando renunció a R.E.M.. La gira de Monster sería la última para él y así lo presentía. "Me sorprendería mucho si montamos otro recorrido de esta magnitud a este nivel. (...) tengo 36 años, eso significa que tendré 38, 37 cuando termine la gira. Probablemente nos tomaremos un año de descanso y otro disco (...) simplemente no se si quiero tener 40 años y hacer esto de nuevo".

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La grabación de Monster con la producción de Scott Litt fue algo accidentada. Problemas de salud afectaron a Stipe y Berry desordenando el calendario. La salud siguió siendo tema durante la gira. El 1 de marzo de 1995 el baterista sufrió un aneurisma en medio de un concierto en Suiza. En julio Mike Mills debió ser intervenido quirúrgicamente por problemas intestinales y en agosto Mike Stipe entró a pabellón por una hernia.

Monster tuvo una vibra negativa extra para el vocalista, proclive a cultivar la amistad de famosos. Era amigo de River Phoenix, muerto en octubre de 1993 tras colapsar por sobredosis en Sunset boulevard. En abril del año siguiente se suicidó Kurt Cobain, a quien le unía una incipiente relación para montar un proyecto acústico porque "él quería hacer algo que no fuera ruidoso". También barajaban la idea de un tour conjunto (finalmente los acompañaron Sonic Youth y Radiohead), que Stipe consideraba como una manera de ayudar al líder de Nirvana. "Sabía que tenía un gran respeto por mí y por la banda. Habíamos pasado tiempo juntos. Vino a Athens con Courtney y Frances, y se quedó en la casa. Hablamos mucho. La verdad es que realmente no nos conocíamos tan bien. Fue más un respeto mutuo".

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Scott Litt, a cargo de la producción de cinco álbumes del grupo, nunca estuvo conforme con la mezcla original de Monster. Mientras la banda se sintió conforme con el sonido recargado de las guitarras y la voz de Stipe un poco indescifrable, a esas alturas una de sus marcas registradas, Litt inmediatamente les dijo que no le había gustado el resultado.

La reedición de Monster por los 25 años contiene un ajuste de cuentas para el productor, quien mezcló nuevamente el álbum. Litt niveló todos los instrumentos pero también se tomó la licencia de quitar detalles que daban personalidad a las canciones, como el efecto característico de la guitarra en el coro de "What's the frequency, Kenneth?". El paquete también incluye demos y una presentación en vivo en Chicago que resalta el talento del grupo para adaptarse y reinterpretar el rock guitarrero de ese tiempo haciendo uso de la arrogancia y sofisticada decadencia glam, pero a su manera. Independientes a pesar de los millones.

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