Crónicas urbanas
Santa Cruz de la Sierra, paro indefinible
“La gente se encontraba caminando o se sentaba en la calle, se saludaba, hablaba de la situación, compartían sobre su pasado, descubrían parentescos, etcétera. Hubo quienes preparaban sándwiches, panes, empanadas y otros bocadillos y los distribuían gratuitamente a los defensores del bloqueo. La comida gratuita escaló al concepto de olla común en distintos puntos de la ciudad. Se empezó a hablar, románticamente, de cómo el paro y toda esta situación había unificado a las personas y despertado la solidaridad”.