Roser Bru y Claudia Campaña, un testimonio de arte y amistad

Desde este sábado en el Centro Cultural Las Condes se exhibe Roser Bru, un gesto de simetría. La muestra reúne 30 obras inéditas que la artista regaló a la historiadora del arte Claudia Campaña mientras hacía su tesis de doctorado sobre la obra de la pintora.


Corría el año 2007 y tras una tarde de conversaciones junto a Roser Bru (96), la historiadora del arte Claudia Campaña tomó su auto y regresó a su departamento. "Me percaté de que ella había introducido una pintura de mediano formato en los asientos de atrás, no supe cómo ni cuándo", cuenta Campaña en su libro Roser Bru, un gesto de simetría (2019). Al día siguiente volvió a la casa de la artista para devolverle la pintura, ya que no podía aceptar tamaño regalo en medio de la investigación.

En esos años Claudia Campaña preparaba su tesis doctoral, cuya investigación inició a fines del 2005. La obra de Roser Bru y en particular sus referencias a la pintura del español Diego Velázquez fueron su objeto de estudio durante tres años. En ese período Campaña y Bru entablaron una relación de amistad y simetría entre ambas, la investigadora y su objeto de estudio.

"En Chile, junto con Juan Downey (1940- 93), Bru es la primera que usó como referente los retratos de Diego Velázquez, especialmente Las meninas (1656). He estudiado, en profundidad, su obsesión con las figuras velazqueñas", cuenta Campaña a La Tercera. "En 2008 publiqué El arte de la cita. Velázquez en la obra de Bru y Cienfuegos y expuse su obra junto a un óleo original del pintor barroco en el MNBA; por eso me regaló más de 30 dibujos de pequeño formato que, hasta ahora, nadie sabía que existían", añade.

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Margarita desangelada. Roser Bru. 2008.[/caption]

Son esos dibujos los que serán exhibidos desde este sábado y hasta el 1 de diciembre en el Centro Cultural de Las Condes. La muestra Roser Bru, un gesto de simetría reúne más de 30 obras hasta ahora desconocidas para el público y que durante años estuvieron guardadas en los archivos de Claudia Campaña. Junto a la exposición, la historiadora del arte lanzará el libro que lleva el mismo nombre, a través de editorial Metales Pesados, en el que contextualiza la producción de estas obras y describe los años que compartió con la artista en el proceso de su tesis.

"Este nuevo libro y exposición sobre su obra se enmarcan dentro de la conmemoración de los 60 años de la Escuela de Arte UC (fundada en 1959). Bru ayudó a formar a las primeras generaciones; hizo clases de dibujo entre 1964 y 1968, en ese contexto, me pareció necesario reconocer, una vez más, su fructífera y coherente trayectoria en las artes visuales", cuenta.

De origen español, Roser Bru llegó a Chile junto a su familia a bordo del Winnipeg en 1939. Ya instalada en el país, Bru comenzó a formarse artísticamente: ingresó a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, formó parte del Taller 99 y estuvo a cargo de la Cátedra de Dibujo de la UC.

Los dibujos que serán exhibidos en el Centro Cultural de Las Condes y que también son publicados en el libro, están de una u otra manera dedicados especialmente a la historiadora del arte. "Para Claudia Campaña", "a Claudia C" o "a Claudia Campaña con los ángeles" son algunas de las frases que escritas a grafito se leen en los dibujos que Bru le regaló. De las más de 30 obras que Claudia Campaña recibió como obsequio, solo dos de ellas están colgadas en su casa; las otras permanecieron guardadas. "No parecía justo dejarlos por más tiempo sin ver la luz, pensé tenía la obligación de inventariar las obras y publicarlas para que otros las estudien o contemplen", dice Campaña.

En esos dibujos se repiten personajes que existieron en la realidad: la infanta Margarita (muy presente también en la obra de Velázquez), Rimbaud, María Bárbola, María Agustina Sarmiento, el rey Felipe IV, entre otros. "Bru ha generado pinturas y dibujos a partir de obras visuales icónicas; durante décadas la sedujo el seleccionar y modificar lo ajeno. La cita y la apropiación son inherentes a su estética; es su manera de vincularse con otros creadores e historias".

¿Qué significa para usted contar con esta colección de obras de Roser Bru?

Por lo general, se produce una relación de asimetría entre el investigador y su 'objeto de estudio'. Pero interesándose en mi persona, Roser Bru rompió aquella desigualdad e hizo que la relación fuese más 'simétrica'; se interesó en saber de mi historia, fue generosa y me agradeció con sus dibujos el tiempo que le dediqué. Para mí tienen un enorme valor, no solo porque hay entre estos excelentes obras de arte sino porque son la materialización de un gesto de mutua empatía. Son recuerdo del privilegio que fue trabajar con Bru.

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