Antofagasta, una ciudad envuelta en 100 palabras

El concurso que invita a los ciudadanos a escribir sobre la vida urbana en un formato breve cumplió una década en la Segunda Región.


A las 12.00 horas del día, doblan las campanas de la Torre Reloj. El rumor de las conversaciones se reúne en torno al centro social de la ciudad portuaria, ubicado en Plaza Colón. Es el jueves 10 de octubre. La fresca y repentina brisa revuelve los banderines que anuncian el comienzo de de la conmemoración de los diez años del concurso Antofagasta en 100 palabras.

Un escenario blanco y asientos dispuestos forman la escena de la antesala conducida por la actriz Blanca Lewin. En ella, se anuncia que el Colegio San Esteban, entre sus más de mil estudiantes, hicieron envío de 1.900 cuentos, cifra récord en la región. Entre sus alumnos, Constanza Pavlov (18) y Catalina Arismendi (15) quedaron entre los 100 mejores cuentos de esta entrega, presentada por Fundación Plagio y Escondida / BHP.

"El mío lo centré en la micro 102, porque recorre toda Antofagasta, si quiero turistear me cuesta 500 pesos", afirma Constanza Pavlov, quien cursa cuarto medio. En el caso de Arismendi, se lo dedicó a su abuelo: "Es minero, trabajaba en Chuquicamata, podía irse a las tres de la mañana y volver a las siete del día siguiente. Me pasé muchas horas esperándolo".

Entre los asientos está Ximena Ríos (60), autora de Retirado. La asistente social manifiesta con una gran sonrisa su pasión por la escritura. "Mi cuento habla sobre mi papá, un pampino jubilado con silicosis. Para mí, escribirlo fue decirle a él cuánto lo amaba, que su sacrificio en la minera había sido suficiente", relata la ganadora del primer lugar en 2012.

Alondra Barraza (28), profesora de lenguaje de la Escuela Darío Salas, acostumbrada a mirar de forma invertida a su abuela –que tenía dos lunares en su mentón–, veía cómo se formaba un segundo rostro en ella. Según Barraza, su cuento Las fotos de mi abuela las guardo al revés le permitió de cierta manera volver eterna a su abuela que falleció hace unos años atrás.

Para muchos participar en el concurso ha sido su primera incursión en la escritura. Ese es el caso de Óscar Barreda (29), quien nunca tuvo una relación cercana con la escritura, pero cuando quiso retratar cómo fue su infancia a principios de los 90, encontró el espacio para hacerlo en Estrellas polvorientas. "Me dio la oportunidad de reflejar cómo era la vida antes, las pichangas de barrio fueron una parte muy bonita de mi vida, tiempos en los que había más tierra que pasto", recuerda el operador de minas de la faena Zaldívar, ganador de la mención honrosa.

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Manuel García en la ceremonia de premiación. Foto: Fundación Plagio.[/caption]

La premiación

A medida que avanza la tarde, las personas se acercan a las afueras del Teatro Municipal de Antofagasta. La expectación por conocer a los ganadores del concurso tiene a los asistentes formando largas filas minutos antes del comienzo de la premiación a las 19.00 horas. El jurado de la edición fue Patricio Jara, escritor y periodista originario de la región, autor de El sangrador, novela ganadora del Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en 2002.

A la fecha el concurso ha recibido 44.679 cuentos, lo que, según Carmen García, directora ejecutiva de Fundación Plagio, constituye un mapa literario: "Hoy estamos celebrando el camino recorrido, a través del relato colectivo que hemos estado elaborando a lo largo de la década". Por su parte, Alexandra Mundaca, directora de Comunidades de Escondida / BHP, cree que es un concurso transversal: "Nos ayuda a reconstruir la identidad y patrimonio de Antofagasta". Ambas concuerdan que se busca fomentar el vínculo de la escritura y la lectura con los habitantes de la localidad.

Las butacas azules comienzan a recibir a los asistentes, poco a poco se agrupan cerca de cada finalista. Como si fuesen cúmulos de memoria viva y latente, ellos son los ciudadanos que han sido testigos del constante cambio de la ciudad. Pareciera ser una respuesta biológica que la mayoría de los concursantes se aferren al pasado en sus relatos breves. La misma imagen se observa en Santiago, ya que el certamen de cuentos breves tuvo su origen en la capital el 2001 y luego se trasladó a la ciudad nortina en 2009.

Felipe Núñez (26) obtuvo el primer lugar por Sigue el destello del alicanto hasta la boca del desierto, cuento que recoge la mitología local. "Hay que encontrar la belleza de lo cotidiano, dentro de las vivencias y anécdotas, que te conecte con tus raíces", dice el ingeniero en gestión de riesgos.

El Premio Talento Joven fue para Antonella Valenzuela (15), quien con Del recuerdo, quiso preservar las historias de juventud de su abuela. "Era muy común en ese tiempo escuchar cantantes mexicanos como Enrique Guzmán, ver películas y, además, estaba esa idea del minero que arriesga la vida en la mina", cuenta la estudiante.

El cierre del décimo aniversario, al que La Tercera asistió por invitación de los organizadores, estuvo a cargo del destacado cantautor nacional Manuel García junto a la actriz Claudia Celedón. El primero se dedicó a musicalizar los cuentos ganadores, mientras que la segunda los interpretó en su lectura. El final de la jornada estuvo al ritmo de las composiciones del músico, lo que terminó con aplausos que llenaron de júbilo al teatro.

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Foto: Fundación Plagio.[/caption]

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