Tiburón, el clásico que cambió la industria regresa al cine

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La cinta de Steven Spielberg vuelve a las salas chilenas en agosto, a 44 años de transformarse en un éxito del cine de suspenso.


Se ha intentado replicar incansablemente el modelo, pero nadie ha logrado el mismo impacto a pesar de los grandes presupuestos y avances tecnológicos. Estrenada en 1975, Tiburón rompió todos los cánones de la industria del cine con la historia del enorme escualo blanco que atacaba a los bañistas de Amity Island. La dirección de Steven Spielberg y su estrategia comercial lograron transformarla en éxito de taquilla y un clásico del cine mundial.

A 44 años de su estreno, Tiburón vuelve a las salas de Cinemark con la proyección de copias restauradas. La venta de entradas comienza este jueves 1 de agosto, mismo día que serán anunciadas las fechas de las cuatro funciones.

Basada en la novela homónima de Peter Benchley, la idea de Spielberg era que la película fuera interpretada por actores relativamente anónimos, para que los espectadores creyeran que lo que veían en la historia era algo que les podía ocurrir en la vida real. En cierta medida lo logró y provocó el temor de una generación completa con una trama donde el policía Matt Brody (Roy Scheider), el biólogo marino Matt Hooper (Richard Dreyfuss), y el cazatiburones Quint (Robert Shaw) buscaban capturar al tiburón.

Con un presupuesto inicial de 3 millones y medio de dólares el rodaje de Tiburón tuvo una serie de contratiempos que hicieron cada vez más costosa la producción. En lugar de tardar los 55 días que estaban calendarizados, la filmación se extendió durante 159 jornadas. El gasto final fue de 10 millones de dólares.

Uno de los principales problemas en el rodaje fue la insistencia de Spielberg de grabar en el mar, en lugar de utilizar un estudio. Bajo esa decisión del director, la cinta fue filmada en la isla Martha's Vineyard (Massachusetts), un lugar cuyas características geográficas eran favorables para realizar una grabación mar adentro.

Otro de los factores que aumentó el costo de la filmación de la película fue la utilización de tres tiburones mecánicos para dar vida a Bruce, el monstruo acuático de Amity Island. En un principio los productores se plantearon la idea de usar un tiburón real amaestrado, sin embargo la idea bordeaba el absurdo, ya que era imposible adiestrar a un animal así. Ante la falta del principal protagonista de la cinta, la solución fue usar unos animatronics que no estuvieron exentos de fallas, las que Spielberg tuvo que solucionar mediante la dirección.

Con la tensión a cuestas debido a los constantes problemas de producción, Spielberg decidió filmar al tiburón de manera parcial ocultando las fallas. Esa decisión logró darle a la película el toque de suspenso necesario para lograr el éxito que finalmente tuvo. La musicalización fue otro de los puntos altos de Tiburón en la construcción del suspenso. Compuesta por John Williams, la banda sonora se transformó en una de las características principales de la película. La melodía que alternaba dos notas musicales era clara señal de la presencia del tiburón, aún cuando éste no era visible en escena.

Tras su estreno en cines, Universal aplicó una eficaz estrategia publicitaria. Gastaron más de 700 mil dólares en publicidad televisiva que sería emitida en los horarios con mayor audiencia. Apuesta similar hizo el estudio al momento de ingresar la película en salas. Tiburón fue estrenada en 409 salas de cine y recaudó 470 millones de dólares, récord que solo fue superado dos años más tarde con el estreno de Star Wars en 1977. Además fue ganadora de tres premios Oscar.

"Tiburón cambió la industria para siempre, pues los estudios descubrieron el valor de contar con amplias posibilidades de exhibición", dice el periodista e historiador del cine Peter Biskind en su libro Moteros tranquilos, toros salvajes.

La lógica del tiburón asesino se repitió en variadas ocasiones luego del estreno de Spielberg. Sin participación del director, entre 1978 y 1987 se estrenaron tres secuelas de la historia. De ahí en adelante los tiburones aparecieron como amenaza mortal en gran cantidad de películas que en ningún sentido lograron el éxito comercial de Tiburón y mucho menos se convirtieron en clásicos de Hollywood.

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