J. M. Coetzee: "Neruda significó mucho para mí cuando quise ser un poeta"

JM-1-900x588

El autor habla del final de su trilogía literaria con La muerte de Jesús. Invitado por el ciclo La Ciudad y las Palabras de la UC, entregará el premio que lleva su nombre el 28 de octubre, en Chile.


"¿Quiénes son mejores: los poetas o los narradores? No hay respuesta para esta pregunta", dijo en septiembre del año pasado J. M. Coetzee en su discurso en Santiago, invitado al ciclo La Ciudad y las Palabras de la UC, en su séptima visita a Chile.

De traje y corbata, el escritor sudafricano, de 79 años, leyó en español en el Auditorio de la Facultad de Arquitectura, frente a una gran cantidad de estudiantes. El Premio Nobel de Literatura 2003 fue el anfitrión de la entrega del premio de cuentos que lleva su nombre y que este año en su quinta versión, por primera vez, estará abierto a todos los escolares del país.

"La poesía es mejor cuando quieres expresar tus pasiones y sentimientos más profundos. Las historias son mejores si quieres escribir sobre tus relaciones con otras personas", agregó el autor de Elizabeth Costello, considerado "uno de los grandes maestros de lo que no se cuenta y de lo que queda implícito", como escribió The New York Review of Books.

"Pablo Neruda es un nombre inventado, su verdadero nombre era Neftalí Reyes. Podemos ver ahora que Neftalí o Pablo fue un genio, aunque fracasó en todos sus exámenes de matemáticas", señaló Coetzee sobre el poeta chileno y Premio Nobel de Literatura 1971.

En el mismo encuentro, el narrador había contado que a los 7 años ganó su primer premio por un relato llamado El pequeño tren. Fue un concurso en su natal Sudáfrica. Coetzee nunca ha publicado poesía. Su obra se conforma de ficciones y ensayos por lo que ha obtenido premios como el Booker por la novela Desgracia, en 1999.

Sin embargo, una muestra del interés de Coetzee por la poesía es el volumen 51 Poetas Antología Íntima (2017), donde el narrador hizo su propia selección con poemas de Neruda, García Lorca, Rafael Alberti, Borges, Les Murray, Ezra Pound, Cesare Pavese y Ted Hughes. Además, de versos clásicos de Baudelaire, Rilke, François Villon, Shakespeare, entre otros.

A menos de un año de su última visita, el autor de Hombre lento regresará al país para reunirse con los estudiantes ganadores del concurso de cuentos John Maxwell Coetzee, el 28 de octubre. Mientras tanto comenta por qué fue tan relevante para él la figura del autor del Canto general.

"El ejemplo de Pablo Neruda significó mucho para mí cuando yo era un hombre joven que intentaba convertirme en un poeta, antes de pasar de escribir poesía a escribir obras de ficción", dice Coetzee vía email a Culto.

Es más, cuando se le consulta en qué proyecto trabaja por estos días, señala sin dar mayores detalles: "Estoy trabajando en un guión de cine".

La autocensura

Ocurrió también en Chile, en 2013, Coetzee leyó un adelanto de su primera entrega de la trilogía, iniciada ese año con el libro La infancia de Jesús. La serie continuó con Los días de Jesús en la escuela (2017) y ahora cierra con la novela La muerte de Jesús, publicada por Literatura Random House en conjunto con el sello argentino El Hilo de Ariadna.

"Hay un trabajo notable de la sintaxis y el ambiente apenas descrito sugiere un paisaje urbano kafkiano", escribió la autora Joyce Carol Oates en The New York Times sobre el libro.

La historia de un territorio sin coordenadas definidas, llamado Novilla, y sobre todo la historia de David, ahora llegan a su fin. El niño huérfano que habla español y que brilla con talento en la danza y el fútbol. David, a cargo de Simón e Inés, acaba de cumplir 10 años y es "un chico excepcional". Tanto así que prescinde de la educación formal. Sabe de memoria el Quijote, en una versión para niños, "y no lo considera una historia inventada sino verídica", se lee en La muerte de Jesús.

La saga es una alegoría cristiana como también el deseo de retratar el apocalipsis. Pero ¿acaso David deja algún mensaje? El pequeño que repetía al comienzo de la trilogía "Yo soy la verdad".

-¿Fue relevante para su formación el Quijote?

-No, lo cierto es que no leí Don Quijote por completo hasta que fui un adulto.

-La infancia es central en la serie. ¿Qué hay de atractivo, literariamente, en ese período de la vida?

-Lo que ocurre es que los niños expresan, directamente, lo que tienen en mente. Por lo mismo mantienen menos autocensura y obediencia a la convención social que es típica de los adultos.

-¿Qué significó para usted haber escrito esta trilogía?

-Escribir una historia, o una novela o una serie de novelas, no es lo mismo que escribir un discurso. Una historia tiene su propia lógica interna, que no siempre es visible para el narrador. ¿Homero sabía lo que significaba componer la Ilíada? Sospecho que si tuviéramos que poseer el relato de Homero de lo que significaba componer la Ilíada, ese relato sería menos comprensible para nosotros de lo que lo es la propia Ilíada.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.