Un asilo contra la opresión

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Carmen Castillo estrena La embajada, sobre la labor de los diplomáticos franceses tras el 11 de septiembre de 1973. La solidaridad de Italia y Finlandia animan además a Santiago, Italia y Héroes invisibles.


Pierre de Menthon, un hombre de complexión espigada y con orígenes aristocráticos, tenía un particular vínculo con la palabra escrita. Su fe católica era robusta, pero su curiosidad intelectual lo llevó tan lejos como para entablar amistad con Pablo Neruda sin que le temblara la mano. Fue uno de los pocos que se atrevió a asistir a su funeral en el desolado y militarizado Santiago de fines de septiembre de 1973.

En los meses siguientes y a contrapelo con la doctrina diplomática del propio gobierno francés, De Menthon llegó a asilar a 700 personas en la embajada de Avenida Condell. Años después tomaría prestada la palabra escrita del himno nacional de Chile para titular sus memorias: El asilo contra la opresión.

La expresión de Eusebio Lillo pudo servir en la práctica para identificar la acción de varias misiones diplomáticas en los alterados meses que siguieron al Golpe del 11 de septiembre de 1973. Junto a iglesias y párrocos dispuestos a ayudar, algunas embajadas se transformaron en el refugio lógico para perseguidos políticos. Al respecto, en el año 2007 los cineastas suecos Åsa Faringer y Ulf Hultberg realizaron la película El clavel negro, acerca de los esfuerzos del embajador Harald Edelstam (Michael Nyqvist) en el Chile de la época.

Este año hay tres producciones que se internan en este camino, comenzando con La embajada, que aborda el caso de Pierre de Menthon (1913-1980) y sus hombres. Producida por la televisión francesa y con aportes audiovisuales de la Cineteca Nacional del Centro La Moneda, la cinta documental de Carmen Castillo (1945) se dará a fin de mes en Francia, donde su avant premiere será el 27 de junio. Ayer, a modo de apronte antes de su llegada comercial a Chile en septiembre, La embajada tuvo su pre-estreno en la Cineteca Nacional.

"Yo vivo hace tres años en el barrio de La Chapelle, en París. Es una zona donde han llegado muchos refugiados en los últimos años", dice Carmen Castillo, cineasta y ex pareja de Miguel Enríquez (1944-1974), actualmente de paso en Chile. "La acogida que Francia le dio a los exiliados no es precisamente la misma que hoy le da a los refugiados. Al menos no es el país que a mí me permitió desarrollarme como cineasta", contrasta Castillo con evidente desencanto.

Responsable de documentales como La flaca Alejandra (1994), sobre una ex militante del MIR devenida en agente de la DINA, o el muy personal Calle Santa Fe (2007), acerca de los últimos días de Miguel Enríquez, Carmen Castillo cree haber hallado en Pierre de Menthon una figura que opera en el sentido inverso a la de Marcia Merino, la delatora de La flaca Alejandra.

"En ese documental comencé escudriñando el mal al punto de obsesionarme. En La embajada, en cambio, abordo una historia de bien. Me impresionó la densidad y el misterio del gesto de Pierre de Menthon. Me pregunto por su interés por ayudar, por su compromiso", dice Castillo.

En efecto, el embajador De Menthon actuó motivado por una agenda propia, que de acuerdo a Carmen Castillo iba contra la doctrina del gobierno francés de la época, contraria cualquier asilo de extranjeros.

"Pierre de Menthon pertenecía a una generación formada en el gaullismo que estuvo en la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Conoció de cerca la opresión y el fascismo. No lo toleraba", explica la directora. También gaullistas, aunque en su vertiente más conservadora, eran Georges Pompidou y Alain Peyrefitte, quienes eran presidente de Francia y ministro de Reformas respectivamente, en 1973. Ambos aparecen en registros de la época manifestando su desconfianza hacia el gobierno de Salvador Allende. Tampoco condenan abiertamente el Golpe. Es más, Peyrefitte, que años después reconocería la labor del embajador De Menthon, llama "aprendiz de brujo´" a Allende, criticando su particular vía al socialismo.

"Pierre de Menthon, a diferencia de otros embajadores, estaba en Chile porque junto a su mujer Françoise se interesaba en lo que estaba haciendo Allende en el país", precisa Carmen Castillo. "Además mantenía una estrecha relación con el padre Mariano Puga. Es por eso además que en la embajada de Francia se asilaron muchas personas humildes", comenta sobre la labor del diplomático, que en 1974 dejó el país.

Carmen Castillo, coincidentemente, es una de las entrevistadas en otro documental similar: en Santiago, Italia (2018), de Nanni Moretti, incorpora su voz y rostro para relatar su particular experiencia. Poco antes de la muerte de su pareja Miguel Enríquez, emboscado por agentes de la DINA en octubre de 1974, las hijas que cada uno tenía, de uniones previas, lograron salir al extranjero a través de la embajada de Italia.

La sede diplomática italiana mantuvo una política humanitaria tan fuerte como su par francesa y el cineasta Nanni Moretti ha dicho, no sin ironía, que esta película quiso mostrar cómo Italia "también ha hecho alguna vez cosas buenas por la humanidad". Estrenada a fines del año pasado en el Festival de Turín, Santiago, Italia se dará en el segundo semestre y es muy probable que en agosto se exhiba antes en el Festival Sanfic.

En la misma línea pero desde la ficción, Héroes invisibles, serie de seis episodios dirigida por la chilena Alicia Scherson (El futuro) y el finlandés Mika Kurvinen, ilustra la tarea del diplomático finlandés Tapani Brotherus (Pelle Heikkilä). También enfrentado con los protocolos de su propio gobierno, el encargado de negocios finés llegó a rescatar un millar de refugiados políticos chilenos que luego se radicarían principalmente en la ex RDA y en Finlandia.

La serie, coproducida por la finlandesa Kaiho Republic y la chilena Parox, se estrenó el 21 de abril en el país nórdico y en Chile tendrá emisión a través de Chilevisión.

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