Robo en Museo Salvador Allende: "Un daño incalculable"

Museo Salvador Allende

Para la senadora Isabel Allende, el hurto de varios objetos personales del ex presidente afecta el patrimonio nacional.


Alrededor de las 5 de la mañana de este sábado un guardia del Museo de la Solidaridad Salvador Allende recibió un llamado telefónico y luego hizo lo que pocos esperarían de un profesional de este tipo: sustrajo un par de computadores del tercer piso, sacó dos óleos del segundo y rompió una mampara de la primera planta para llevarse cinco objetos personales del ex presidente Allende. Posteriormente le pasó todo a un individuo que lo esperaba en auto fuera del Palacio Heiremans (Barrio República), donde está el Museo.

Hasta el día de ayer no se sabía el paradero de las especies hurtadas, pero de acuerdo al comisario de la PDI Oscar Bakovic, al menos se logró dar con uno de los ladrones y con el guardia, ambos detenidos. "Localizamos la casa a la que se habían llevado los cuadros y los objetos, pero lamentablemente ya no estaban ahí", dice Bakovic, quien lleva la investigación.

Los cuadros sustraídos, avaluados en 10 mil dólares, son Pintura y Cuadrados azules, del pintor chileno Hugo Rivera-Scott (1943). Ambos óleos eran parte de la muestra que le dedica el Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA) al artista viñamarino. "Son obras importantes que ni él mismo Rivera-Scott ha querido vender", explica Claudia Zaldívar, directora del MSSA. "Pertenecen a los inicios de años 60, antes de su salida al exilio", agrega Zaldívar.

Pero si los cuadros pueden bordear los 10 mil dólares, los objetos del ex presidente Allende entran a otra categoría: la patrimonial. Se trata de una capa de médico, un reloj marca Jaeger-Le Coultre, su carnet de militante del Partido Socialista fechado en 1933, una billetera y una moneda.

"Es un daño patrimonial incalculable. Son objetos que fueron parte de donaciones y tomó décadas conseguir", afirma la senadora Isabel Allende, hija del ex presidente. "Es muy doloroso y hacemos un llamado a que por favor no se adquieran estos objetos", añade.

Allende destaca en particular la capa de médico azul oscuro que le fue regalada a su padre por doctores de la Asistencia Pública en 1964. "La gustaba mucho. Solía recibir a muchas personas con aquella capa. Incluso a veces en la mañana la usaba sobre el pijama, antes de vestirse. Se la habían regalado con un bordado con su nombre adentro. Es un tipo de capas que usaban antes los doctores", explica.

Con respecto al reloj, se trata de un Jaeger-Le Coultre de fabricación suiza, con correa metálica y hallado en su despacho en La Moneda. Según Isabel Allende, no está claro si éste era el reloj que llevaba al morir, aunque aclara que el que más usaba era un Rolex. Y precisa: "Afortunadamente no alcanzaron a robarse una caja, donde se encontraba la banda presidencial".

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