Cayuqueo y Baradit, los más vendidos en el primer mes de Recoletras

Recoletras fue inaugurada el 28 de enero pasado y, cumplido un poco más de un mes desde su apertura, registra ventas por cuatro mil ejemplares, superando todas las expectativas de sus organizadores.

"Esperábamos una buena acogida, pero hemos tenido una excelente acogida del público; proyectábamos mil personas en una semana y llegaron tres mil", señaló el encargado de la librería popular, José Antonio Sabat, respecto de los primeros siete días.

Los libros con mayor demanda son Historia secreta mapuche, del periodista y escritor Pedro Cayuqueo, y las cuatro publicaciones de Jorge Baradit, Historia secreta de Chile 1, 2, 3 y La dictadura. Refiriéndose al interés por estos textos, Sabat indicó que "están agotados, de hecho estamos esperando la reposición. Es cosa de tomar la temperatura, la gente siempre pregunta por estos autores".

Otros textos disponibles son Historia de la locura en la época clásica y El poder psiquiátrico, ambos de Michel Foucault, además de Labradores, peones y proletarios, de Gabriel Salazar, y los cinco volúmenes de Historia contemporánea, publicados por este junto al también ganador del Premio Nacional, Julio Pinto.

Asimismo, en la estantería destacan autores como Jack London (Colmillo Blanco, El llamado de la selva), Julio Verne (Viaje al centro de la tierra, La vuelta al mundo en 80 días), Ray Bradbury (Crónicas marcianas, Fahrenheit 451), Philip Dick (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, El hombre en el castillo) e Isaac Asimov (Yo, robot, El fin de la eternidad).

El lugar cuenta además con libros de poesía, siendo las firmas más requeridas las de Nicanor Parra, Enrique Lihn y Raúl Zurita. Igualmente, es posible encontrar libros de ciencias sociales, con autores como Karl Marx y John Rawls.

Durante el verano, esta librería se trasformó en un lugar casi turístico, visitado incluso por gente de otras regiones, que buscaba adquirir libros originales con un costo promedio 40% inferior a los precios de mercado.

Según Sabat, la experiencia de Recoletras busca ser replicada por otras comunas de Santiago.