Žižek y otros intelectuales acusan a Netflix de denigrar imagen de Trotsky

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Un grupo de destacados académicos como el esloveno y Michael Löwy firmaron una carta en la que manifiestan su rechazo a la serie sobre la vida del dirigente de la revolución rusa, a la que acusan de presentarlo de manera falsa.


Una polémica levantó la serie de Netflix, Trotsky: el rostro de una revolución, basada en la vida de León Trotsky, uno de los dirigentes del proceso que condujo al fin de la monarquía absoluta en Rusia y la formación de la URSS.

Un nieto del político, Esteban Volkov, ha impulsado una declaración de rechazo a la producción, a la que adhirieron reconocidos intelectuales como Slavoj Žižek, Fredric Jameson, Robert Brenner, Nancy Fraser, Mike Davis, Michael Löwy, entre otros.

El grupo señala que la miniserie, de ocho capítulos, difunde mentiras y establece hechos que no están sustentados en la evidencia historiográfica. "Según sus autores no es un documental pero dice que está basada en hechos reales. Sin embargo, son las mismas falsificaciones que utilizaban los imperialistas y el zarismo o el estalinismo para defenestrar a Trotsky y sus seguidores cuando avanzaba la burocratización de la URSS. Todas ellas fueron refutadas por la Comisión Dewey formada especialmente por personalidades extrapartidarias en 1937, en México", señalan.

La producción se realizó en el contexto de la celebración de los 100 años de la revolución rusa. Fue transmitida por Canal Uno del país cuna de Lenin, y fue dirigida por Alexander Kott y Konstantin Statsky.

"¿Cuál es el objetivo de Putin de reflotar estas falsificaciones? ¿Por qué denigrar a los revolucionarios cuando Rusia avanzó en la restauración capitalista y nada parece oponerse a la nueva burguesía rusa ni a Putin que gobierna hace 18 años? ¿Por qué Netflix que llega a millones de personas en el mundo reproduce esta serie?", se preguntan los firmantes de la declaración.

En el documento además detallan algunas de las imprecisiones que denuncian. "En la serie 'Trotsky', quien formó y dirigió el Ejército Rojo venciendo a 14 ejércitos imperialistas, es presentado como una personalidad egocéntrica, mesiánica, autoritaria, inhumana, criminal, competitiva, cualidades siempre ligadas a su origen judío, mostrando que en su vejez sufre alucinaciones, atormentado por el remordimiento de sus presuntos crímenes en la revolución. En cambio su asesino, el agente estalinista Ramón Mercader, es un periodista honesto, crítico y sensible, que entabla una extensa e inexistente relación con Trotsky. La serie llega al extremo de falsificar la escena final del asesinato del revolucionario ruso".

El documento completo se puede leer acá.

https://www.youtube.com/watch?v=FtWvZ8i05uo

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