Feminismo y diversidad protagonizan la entrega de los Grammy 2019

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Con una obertura latina y la aparición de Michelle Obama, la gran gala de la música anglo estuvo marcada por guiños a la administración Trump. This is America, himno contra la violencia racista de Childish Gambino, triunfó como Canción y Grabación del año.


Feminismo y diversidad protagonizan la entrega de los Grammy 2019. Al igual que en los Oscar, no hay detalles al azar en los premios Grammy y cada gesto y decisión de la producción tienen su trasfondo. Y si la ceremonia de entrega de los gramófonos funciona como barómetro social y político de la industria musical estadounidense, lo de esta noche en el Staples Center de Los Angeles fue una señal clara y contundente del mensaje que las figuras del espectáculo del mundo anglo quieren entregar en tiempos de muros y divisiones.

Lo anterior, desde el primer minuto, con un show de obertura protagonizado por Camila Cabello, Ricky Martin y J Balvin; una cubana, un puertorriqueño y un colombiano abriendo los fuegos de la mayor ceremonia de la música norteamericana, en un set tipo Amor sin barreras y al ritmo de "Havana" y "Mi gente" (capitalizando, además, el boom latino que inició "Despacito" en el mundo hace dos años).

Si las señales no habían quedado claras, luego vino el turno de la anfitriona del evento, la cantautora Alicia Keys, sin experiencia previa en la conducción de la cita pero con 15 premios Grammy en su currículum, quien presentó a cuatro invitadas estelares de la velada: Lady Gaga, Jennifer Lopez, Jada Pinkett Smith y la ex Primera Dama Michelle Obama, en una de las sorpresas de la cita. Poder femenino y reivindicación de las diferencias en la gran cachetada de la noche a la administración Trump.

"La música me ha ayudado a contar mi historia. La música nos ayuda a mostrarnos y escucharnos los unos a los otros", dijo Obama, ante una de las mayores ovaciones de la jornada. "Decían que era rara, pero la música me dijo que no les hiciera caso", complementó Gaga, quien ya al inicio de la ceremonia se alzaba como protagonista de esta edición con los Grammy a Mejor interpretación pop vocal solista y Mejor interpretación pop vocal dúo o grupo, por Joanne y Shallow (de Nace una estrella) respectivamente. Fueron, además, sus primeros gramófonos desde 2014, en una prueba de su renacer artístico.

En medio de los guiños y consignas, diversas presentaciones de alto vuelo: el canadiense Shawn Mendes, uno de los ídolos juveniles del pop que debuta en Chile en diciembre, cantó "In my blood" junto a Miley Cyrus; Janelle Monae, nominada a Álbum del año, ofreció una de las mejores interpretaciones de la noche con "Make me feel", mientras que el rapero Post Malone, quien llega al próximo Lollapalooza Chile, dio pruebas de su fenómeno junto a unos Red Hot Chili Peppers algo deslucidos. Le siguió un emotivo homenaje a Dolly Parton plagado de herederas musicales.

Siguiendo con el poder latino, Cardi B, de raíces dominicanas, deslumbró con una poderosa interpretación de "Money", y luego recibió emocionada el premio a Mejor disco de rap por Invasion of privacy. Y sumándose a una noche de acento femenino, la estrella pop británica Dua Lipa se quedó con el apartado a Mejor nuevo artista, mientras que la joven sensación del country Kacey Musgraves, en una de las sorpresas de la noche, se quedó con Álbum del año por Golden hour.

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El poder latino con Ricky Martin, Camila Cabello y J Balvin.[/caption]

Rap histórico

Si bien no asistió a la ceremonia, a modo de protesta -según trascendió- por el tratamiento que la Academia da a los hiphoperos, la de hoy fue una noche consagratoria para Donald Glover. El rapero, conocido como Childish Gambino, se llevó el Grammy a Canción del año -la primera canción de hip hop que triunfa en esta categoría- y luego a Grabación del año por This is America, himno político que critica el racismo y la violencia policial contra los afroamericanos.

Su triunfo se sumó a una velada que tuvo como grandes protagonistas a los íconos afroamericanos de ayer y hoy. La histórica Diana Ross (74) subió a repasar sus éxitos poco después que el canadiense Drake se impusiera en Mejor canción de rap por "God's plan". Travis Scott realizó una vibrante presentación en vivo y una energética Jennifer Lopez repasó algunos clásicos de Motown, el sello que cumple 60 años. Luego, Aretha Franklin fue homenajeada en el segmento "in memoriam", donde también fue recordado el chileno Lucho Gatica.

Y mientras el rap se confirma como la música mainstream de Norteamérica, el rock aparece en la otra vereda para la gran industria, con categorías que se entregan antes de la ceremonia televisada. Allí, el novel cuarteto Greta Van Fleet, el grupo del que más se ha hablado en la última temporada en el universo rockero, se llevó el gramófono para Mejor álbum del género por From the fires. Un buen apronte para el conjunto de Michigan, que llega en marzo a Lollapalooza Chile y a un show en solitario en el Teatro Caupolicán que agotaron en pocos días.

Otro momento especial se vivió cuando se entregó el trofeo a Mejor performance rock, que fue para Chris Cornell por "When bad does good", canción póstuma del ícono de Seattle quien se suicidó en 2017. Al escenario subieron sus hijos dedicando sentidas palabras al líder de Soundgarden.

Una de las sorpresas de la premiere de la tarde llegó de la mano de un veterano de la industria, Beck, quien se llevó el premio a Mejor disco de música alternativa por Colors, derrotando a la favorita, la cantautora St. Vincent, quien luego devolvió el golpe llevándose el trofeo a Mejor canción de rock por "Masseduction".

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