Sergio Hernández: "Hay mucha superficialidad en muchos actores, hay poca exigencia"

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En junio, el intérprete se suma a Si yo fuera rico, la vespertina de Mega. Acá, habla del movimiento feminista, del acoso en la pantalla chica y de su ex canal, TVN: "Lo que le ha hecho muy mal es la arrogancia", dice.


Aquiles Zapata es el nombre del personaje que traerá de vuelta a las teleseries a Sergio Hernández, el mismo que participó en la época dorada de TVN, en memorables producciones como Romané, Iorana y La fiera, entre otras. Las mismas que lo convirtieron en rostro clásico del área dramática de la red pública.

Hoy, su casa televisiva es Mega porque a partir de junio se integrará al elenco de la vespertina Si yo fuera rico, que promedia 15,5 puntos de rating, dando vida al papá del malo de la historia, Erick Ferrada (Daniel Muñoz). "Aquiles tiene una personalidad muy interesante, porque es un pícaro, un pillo. No tiene esa maldad de querer destruir a otro, pero es un muy buen estafador, muy inteligente. Es un cuentero de primera", explica Hernández.

Los años alejados de la televisión, alrededor de seis (lo último que hizo fue Maldita, de Mega, en 2012), el actor los dedicó al teatro y al cine, y reconoce que no extrañó en lo absoluto el mundo de la pantalla chica. Sin embargo, confiesa que "la estabilidad económica que da la televisión es demasiado importante, y eso si lo extrañé".

- ¿Estaba alejado de la televisión por algún prejuicio contra el género de las teleseries?

- No. Personalmente, en todo lo que hago, intento enriquecer al máximo mi trabajo. Me meto muchísimo en la creación del personaje de manera bastante seria. Ahora, que la mayoría de mis colegas no lo hace, es cierto. Hay mucha superficialidad en muchos actores y actrices, y que se hacen a sí mismos siempre. Creo que hay poca exigencia, pero esa culpa no la tiene el chancho, porque ahí tiene que haber una dirección que sea exigente. Yo hablo por mí, y a mí me gusta hacer un trabajo creíble y entretenido. Otros, lo hacen así a la ligerita.

- Estuvo lejos de ese mundo, ¿pero sabe lo que ha pasado con las distintas áreas dramáticas?

- Claro que sí. Veo que hay evidentemente una intención de reconstruir de cierta manera las áreas dramáticas y darles fuerza, porque hubo un abandono de ellas. La historia de los canales, en el último tiempo, ha sido bastante compleja. Han perdido mucho dinero, han echado mucha gente, la calidad de algunas teleseries no fue muy buena. Yo tuve el privilegio de estar viajando durante siete años por Chile, por lugares hermosos y con locaciones preciosas. Ahí, abarcábamos temas muy importantes para las personas de regiones, y ellos querían ser tomados en cuenta. Ha cambiado el estilo, la escritura, y la visión de lo que puede ser interesante. Y hoy la ficción, es muy ficción, y no tan cercana a lo que es la realidad. Pero en la medida que haya trabajo, está bien.

- Esos viajes por Chile, los hizo estando en TVN. ¿Tiene alguna añoranza por volver al canal público?

- No, de público tiene bien poco. No me gusta cómo se han hecho las cosas en TVN. Fue un muy buen canal, por mucho tiempo. Cumplía mucho más el rol de televisión pública. Creo que lo que le ha hecho muy mal a la gente de TVN es la arrogancia. Han sido muy desconsiderados con varios proyectos que se les ha presentado, de gran calidad, y que los han dejado de lado. Las opciones de programación han sido realmente tiradas de las mechas.

- ¿Cree que las áreas dramáticas son el eje fundamental de un canal?

- No, el eje central es el noticiero, como en todas partes del mundo. Las teleseries existen para los noticieros. Me acuerdo que por mucho tiempo, lo que le daba sintonía a prensa, era la teleserie de las ocho. Los noticieros se las arreglaban como fuera para que la gente se quedara pegada, porque es en el noticiero donde están los dueños del canal. La prensa es política, y por eso influye en la manera de pensar, de optar.

- ¿Qué opinión tiene sobre las acusaciones de acoso y abuso contra el director Herval Abreu?

- Este es un tema donde Herval Abreu puede ser solo una pieza dentro de una cuestión mundial. Es un movimiento de género que está pasando en todas partes del mundo. Ahora, seguramente en otros países se vivirá diferente. No sé si hay feminazis en otros países. No diré en este momento lo que me parece, pero eso de feminazi me da una vergüenza espantosa. Que haya gente que se diga nazi, sin sentir vergüenza, no lo entiendo. Yo estoy de acuerdo con lo que está pasando con la mujer, es fantástico. Pero ojo que se nos viene una crisis de género más o menos. Si las mujeres quieren que nos distanciemos, van a lograrlo. Hay muchos extremos. Se va a producir una especie de cisma entre mujeres y hombres si esto sigue creciendo y creciendo, porque ya cualquier cosa es acoso. De cualquier gesto, puedes ser acusado de acosador.

- ¿Siente que hay un respeto por los actores de más edad y con más trayectoria?

- Lo que yo siento es eso, que hay mucho respeto, mucho cariño. Son más de cincuenta años de carrera, y obviamente uno deja su huella, y muchos cuando me saludan me dicen maestro.

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