Under the bridge: la historia tras la canción más triste de Red Hot Chili Peppers

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La exitosa balada, segundo single de Blood Sugar Sex Magik, nació como un poema que guarda los recuerdos más tristes de Anthony Kiedis: su relación con Los Angeles, ciudad que fue un refugio pero también un infierno en su época más oscura.


En junio, el 25, se cumplirán tres décadas exactas desde que una sobredosis de heroína acabó con la vida de Hillel Slovak (26), entonces guitarrista de los Red Hot Chili Peppers. Cuentan que horas antes del deceso, el músico se comunicó con su hermano James. Le costaba hilar un discurso, pero necesitaba ese respiro: hablar con alguien sobre el crudo escenario que atravesaba, de lo difícil que le resultaba enfrentar la -maldita- adicción que construyó durante prácticamente cuatro años y que lo arrastró hasta un punto de no-retorno. Resultó un adiós improvisado: el lunes 27 de junio, tres días después de la llamada, a petición de sus preocupados familiares y amigos, fuerzas policiales forzaron la puerta de su departamento. Llevaba dos días muerto.

El deceso de Hillel, artífice de la transformación del grupo de amigos en una exitosa banda, hirió de gravedad la interna. Se los pensó acabados: no sólo perdían a un líder, sino también al arquitecto del sonido genuino que posicionó a los Peppers como una realidad del funk-rock. Sólo la irrupción de un veinteañero John Frusciante, con una muñeca que aún se debatía entre el hard-rock y las influencias acaso forzadas de su antecesor, permitió que el show continuara.

Pero el dolor seguía ahí, presente. Anthony Kiedis fue uno de los más golpeados: el vocalista había perdido a uno de sus más grandes amigos, su compañero de excesos y, ahora, responsable directo de su sobriedad. Esta etapa introspectiva se transformó, entonces, en el motor necesario para encarar el proceso creativo de uno de los discos más exitosos de la agrupación: Blood Sugar Sex Magik (1991) y de uno de sus greatest hits: "Under the bridge".

Cuenta Rick Rubin, productor del exitoso álbum, que visitaba regularmente la casa de Kiedis para revisar nuevo material cuando encontró, involuntariamente, un triste poema que llamó su atención. El cantante lo había escrito en sus días más oscuros; hablaba sobre Los Angeles, the city of angel, la ciudad que albergó cada uno de los infiernos que atravesó durante su severa adicción. Los versos contrastaban con el habitual estilo de la banda, pero a Rubin poco le importó y convenció a Kiedis para que culminase.

Días más tarde, el vocalista presentó la canción a sus compañeros en el estudio. Frusciante y Flea, convencidos, rápidamente comenzaron la búsqueda de la melodía idónea para acompañar una letra tan melancólica. La idea implicaba modificar la ejecución característica: Kiedis, por ejemplo, dejó su cantar acelerado para dar paso a una interpretación más pausada. Flea abandonó su famoso "slap" y optó por una línea de bajo más sutil. Frusciante, por su parte, compuso una secuencia de riffs y acordes más "alegres" que otorgaron peso al tema. Chad Smith se mantuvo en un segundo plano hasta el último corte de la canción, momento en el que, por petición de Rubin, también se incluyó un coro femenino.

https://www.youtube.com/watch?v=lwlogyj7nFE

El vídeo de la canción estuvo a cargo de Gus Van Sant, director de Mi Idaho privado, y también encargado de supervisar el arte de Blood Sugar Sex Magik. Destacan las escenas de Kiedis recorriendo las calles de Los Angeles, vestido con una polera en la que se puede leer la leyenda "To hell and back", señal inequívoca de lo que representaba la ciudad en su vida.

Sobre la letra, la parte final habla sobre un puente en el centro de la ciudad. Puente que, además, dio el título a la canción y en el que Kiedis asegura "sangré un poco/ no puedo tener lo suficiente/ olvidé mi amor/ entregué mi vida". Ese puente al que referencia el hit ha sido materia de discusión por años. El periodista Mark Haskell Smith se animó a ensayar una hipótesis recogiendo los datos que encontró en Scar Tissue (2004), autobiografía de Anthony Kiedis: concluyó que se encuentra en MacArthur's Park. La información, sin embargo, ha sido desmentida en un puñado de ocasiones. El cantante aún se niega a revelar el sitio en el que vivió todos sus infiernos.

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Bajo el puente del Parque MacArthur.[/caption]

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