Jessica Jones: regresa la heroína más real del universo Marvel

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La serie estrena el jueves en Netflix su segunda temporada tras más de dos años fuera de pantalla.


Han pasado dos años y medio desde la primera temporada de Jessica Jones. En ese entonces, cuando el primer ciclo de la serie de Netflix, basada en la heroína (o mejor dicho, antiheroína) de las historietas Marvel, fue una sorpresa: la historia fue elogiada de forma casi unánime por la crítica, presentando temáticas inéditas para su género, desde un análisis del trauma de las víctimas de violación hasta el aborto, sin mencionar las intensas escenas de sexo.

La serie marcaba un futuro auspicioso para la alianza de Marvel y Netflix, marcando la segunda entrega de la sociedad entre ambas compañías, centradas en superhéroes más aterrizados que los Avengers -desarrolladas en el mismo mundo ficticio que las cintas de la pantalla grande Iron Man y compañía-, con la primera de estas series, Daredevil, estrenada algunos meses antes y también siendo un éxito en críticas.

Pero lo que vino después hizo tambalear el optimismo sobre este universo televisivo. El segundo ciclo de Daredevil fue recibido de forma tibia, mientras que la tercera serie, Luke Cage, tuvo una sólida primera mitad, para desplomarse en su tramo final. Luego vino Iron Fist, la más criticada de todas, lo que dejó los ánimos bajos para The Defenders, serie que juntó a todos los héroes, nuevamente repitiendo una recepción dispar. The Punisher, estrenada en diciembre, tampoco logró convencer de la forma en que lo hicieron las primeras series de la franquicia.

Por eso, el retorno de Jessica Jones tiene un sabor especial, y quizás más expectativas que cualquiera de sus antecesoras. Si existe una oportunidad para corregir el camino de las series de Marvel y Netflix es esta. Mientras sus pares se han extraviado con historias que se han alejado cada vez más del espíritu aterrizado que supuestamente tendrían estas producciones, la historia de Jessica Jones es, antes que todo, la historia de una mujer y sus demonios, con el hecho que tenga súper poderes como un extra a un personaje de por sí complejo.

El origen del trauma

La segunda temporada de Jessica Jones, que se estrena este jueves en Netflix, retoma la historia de la protagonista (Krysten Ritter) de una forma más directa con el primer ciclo que con su participación posterior en The Defenders. De su alianza con Daredevil, Iron Fist y Luke Cage, la única consecuencia es que la ya célebre Jones, una investigadora privada con fuerza sobrehumana, se encuentra aún más reconocida, para su extrema incomodidad.

Pero el fantasma que más pesa en su vida es el de su enfrentamiento con Kilgrave (David Tennant), el antagonista de la primera temporada, un hombre con la habilidad de comandar a cualquier persona con su voz, que manipuló y violó a Jones -y a múltiples mujeres- en reiteradas ocasiones, dejándola severamente traumada. Tras asesinar a Kilgrave frente a múltiples testigos, la protagonista es tanto más reconocida como temida en Nueva York, con muchos considerándola una criminal y una peligrosa vigilante. Todo en medio de un clima en donde la creciente cifra de personas con súper poderes en la Gran Manzana ha generado el rechazo de la población.

Mientras aún lidia con el dolor que Kilgrave le provocó durante toda su vida adulta, la heroína (que odia ese término) decide enfrentar el origen de sus demonios: el accidente que tuvo de adolescente, en el cual murió toda su familia y donde, supuestamente obtuvo sus poderes. Pero tras darse cuenta que estuvo días desaparecida tras ese episodio, comienza a descubrir una conspiración relacionada a experimentos ilegales, del cual ella no fue la única víctima.

La temporada -que esta vez fue dirigida sólo por mujeres- enfatiza la estética noir de la serie por sobre las escenas de acción, dando a ratos giros hacia un thriller que bordea el terror mientras un nuevo antagonista se empieza a revelar. La ausencia de la magnética presencia de Kilgrave es probablemente el mayor cambio, a pesar que David Tennant tiene una participación especial durante la temporada -aunque nadie debería hacerse ilusiones con un regreso desde la tumba- y los efectos de su tormento sobre Jones siguen presentes.

Pero entre conspiraciones, gente con poderes y villanos monstruosos, la serie respeta la intención inicial de la saga: mostrar héroes más reconocibles, dañados y cercanos, que aludan a problemas del mundo real. Y hay pocas realidades que se sientan más reales en el mundo actual que una sobreviviente de abuso sexual intentando recuperar su vida.

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