El calvario de The man who killed Don Quixote

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Terry Gilliam publicó ayer las primeras imágenes del film que, entre tragedias y destiempos, estuvo 27 años en producción.


En 1991, el director Terry Gilliam comenzó a trabajar en un guión basado en los personajes de la novela de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza. Años más tarde, terminó la adaptación, realizada junto a Tony Grisoni, que denonimó The man who killed Don Quixote (El hombre que mató a Don Quijote).

En el 2000, el director reclutó a Jean Rochefort y a Johnny Depp para que interpretaran los roles principales del film. Cuando comienzan los rodajes, comienza también la maldición. El lugar de grabación estaba cerca de una base aérea, de donde salían constantemente aviones F16 y el ruido que emitían alteró el sonido de varias escenas. Además, la locación estaba en peligro de inundaciones constantemente y el equipo de la película vivió tormentas de viento y relámpagos. Finalmente, Rochefort tuvo que abandonar la producción producto de una hernia discal y el rodaje finalizó.

18 años después del primer intento, el film está terminado con Adam Driver en el papel de Sancho Panza y Jonathan Pryce como Don Quijote. Cada uno es el cuarto actor en el personaje de la película, que lleva 27 años en la mente de Gilliam.

Los tres intentos fallidos

The man who killed Don Quixote narra la historia de Toby, un publicista arrogante vuelve al pueblo donde grabó un cortometraje, una década atrás. Ahí se encuentra con Javier, un zapatero que en su mente, cree que es el legendario personaje del libro de Cervantes y confunde a Toby con su camarada, Sancho Panza.

En 2001, mientras se realizaba el primer rodaje del film, un grupo de cineastas tenía la idea de realizar un documental del proceso de creación de The man who killed Don Quixote. Sin embargo, el resultado fue diferente a lo que esperaba Keith Fulton y Louis Pepe. La película terminó siendo la historia del fracaso de Terry Gilliam y fue aclamado por la crítica.

El segundo intento del director fue en 2010. Ewan McGregor tomaría el papel de Toby y Robert Duvall sería Javier, pero ni siquiera alcanzaron a grabar una escena con ellos en pantalla. Cuando aun estaban en el periodo de pre producción, McGregor anunció que debía dejar el film por problemas financieros. Este fue el segundo fracaso de la película.

La tercera dupla estaba compuesta por John Hurt y Jack O'Conell. Gilliam estaba convencido de que la tercera es la vencida y fijó la fecha de inicio del rodaje para enero de 2015. El director también anunció, en esa ocasión, que el guión había cambiado de forma significativa desde los 90 hasta la fecha, ya que estaba incorporando elementos de su vida al libreto. El proyecto se frenó nuevamente, cuando Hurt se enteró que padecía cáncer al páncreas.

Driver y Pryce, la dupla definitiva

En 2016, Gilliam anunció en una conferencia de prensa en Cannes que el rodaje del film comenzaría en octubre de ese año, con Adam Driver en el rol principal. El director definió al actor como "el tipo que he estado buscando todos estos años". La producción contaría con un presupuesto de 19 millones de dólares (casi la mitad que en la primera versión).

Cuatro días más tardes, el ex miembro de Monty Pyton publicó que el rodaje de retrasaría hasta enero de 2017.

Pero enero llegó y las grabaciones comenzaron. Jonathan Pryce (Game of Thrones, Piratas del Caribe) y Adam Dirver (Girls, Star Wars) eran los encargados de protagonizar la película. Olga Kurylenko, Jason Watkins y Stellan Skarsgård, además de los españoles Óscar Jaenada, Jordi Mollà, Sergi López y Rossy de Palma, son quienes completan el reparto del film.

El 5 de junio del año pasado, Gilliam anunció que había terminado el rodaje del film, que él mismo definió como "un tumor cerebral que tengo que extirpar como sea". La fecha de estreno aun no está anunciada, pero se espera que sea dentro de este año.

Con un cuarto de década de pre producción, The man who killed Don Quixote es una de las películas que más se han tardado en completar. Los tres intentos que terminaron en fracaso muchas veces fueron interpretados como que el film estaba maldito, pero Gilliam nunca se inmutó y en 2016 señaló: "lo de la maldición es una estupidez".

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