Ases Falsos entra de lleno en las presidenciales: "Abstenerse es un compromiso con la realidad"

La banda liderada por Cristóbal Briceño, que realizará su primer show propio en el Teatro Caupolicán el próximo 15 de diciembre, reflexiona sobre el actual escenario político en su cuenta de Facebook: "No cuenten conmigo, yo quiero ser parte de la pequeña gran fisura, la que rompa el dique".


MENSAJE POLÍTICO PARA MÍ MISMO y para lectores tranquilos

1.

Hace un par de años, cuando todavía veía las noticias, me pillé en una entrevista a Bachelet diciendo "Yo voy a hacer una confesión aquí... cuando yo apoyé el voto voluntario era porque yo estaba segura, creía yo, que los chilenos teníamos un espíritu cívico más alto... me equivoqué, porque la gente en verdad no tenía ese espíritu cívico tan alto". ¡Y te equivocas de nuevo, mamá! le dije a la tele.

2.

NO VOTAR también puede significar alto espíritu cívico, responsabilidad y decencia ciudadana. Hay quienes no votamos porque amamos a nuestro país y nos rompe el alma verlo entregado a la sinvergüenzura. Bien dijo el Spiderman Chileno (que en realidad es ecuatoriano): "Me gusta Chile porque es estable, aunque ustedes vendieron todo, pero eso les da estabilidad". Sí, cuando me abstengo lo hago con todo el espíritu cívico del que soy capaz. Lo hago por mi país. Abstenerse es un acto político así como disentir puede ser un acto de amor.

3.

No necesito educación cívica obligatoria -léase adoctrinamiento- para hacerle caso a mi olfato. ¡Es que es tanto lo que huele mal! ¡Quién en su sano juicio puede justificar la grotesca publicidad política de estos días! ¿quién puede justificar esas sonrisas forzadas, esos eslóganes vacíos, la indignación fingida, toda esa plata botada por los partidos? Los partidos... todo lo que tienen, todo lo que hacen es para pelear algún puesto. ¡Es así! Tú no necesitas a los políticos, ELLOS te necesitan a ti ¡Sin ti solo son fantasmas! Tú los vuelves reales al frotar la lámpara. Abstenerse no es "no estar ni ahí", al contrario, es un compromiso con la REALIDAD. La política, digamos bien, la clase política, no es real sino un TEATRO fantasmagórico. Es humo. Es una cortina de humo utilizada con intereses económicos, perdonen que diga algo tan obvio, ¡pero es que pareciera que no lo vieran!

4.

La clase política y el servicio público jamás se rozan, salvo en el discurso. Un político no es un servidor público, en el mejor de los casos es un pobre incauto atrapado en una red, una mosca bienintencionada. ¿Quieres servidores público? ¡Sé tú un servidor público! Ser un vecino amable, ser solidario con el desconocido, eso es servicio público. Ser considerado con el mirado en menos, estar atento y dispuesto a pararle los carros al abusador, eso es servicio público. Es ser alegre en el tedio citadino, es ser generoso en la escasez. No es un trabajo remunerado, es una manera de ser. Y otra obviedad: el político no sirve, se sirve. Ni siquiera opera conspirativamente -sería sobre estimarlos- simplemente se entrega al mejor postor.

5.

No te dejes intimidar por discursos manipuladores como el de "yo pensé que tenías más espíritu cívico". No te dejes intimidar con eso de que cuando no votas "le haces la pega a la derecha". Bienvenido al planeta Tierra: la derecha siempre gana. Electos o no. Tanto mejor si son electos, un cariñito al ego no le viene mal a nadie, además podríamos dejar andando uno que otro proyecto de ley, pero si no son aprobados siempre se puede hacer algo, todo es conversable... Eso son: "winners". Y no nos dejemos intimidar con la cancioncilla de que es un derecho que costó ganar, a mí el voto no me parece otra cosa que un refinado truco que valida la dominación y el abuso sistemático. ¡Más de doscientos años de sufragio casi ininterrumpido y los representantes de este país siempre han sido de familias amigas! Lo que me recuerda, no te dejes intimidar cuando te amenacen de anti-democrático. Esto NO ES una democracia. Técnicamente, es una plutocracia, ¡la plata manda, chicos! Y así nos gusta, dirán. Bueno, yo también me la paso bien...

6.

Si para desmantelar este muro representativo hay que desmontar ladrillo por ladrillo, SEA. Si hay que ir deshaciendo voto por voto, SEA. Tarde lo que tarde, no seremos nosotros quienes vean los resultados de esta lenta demolición. Por lo pronto no cuenten conmigo, yo quiero ser parte de la pequeña gran fisura, la que rompa el dique. ¿Y cuál es tu idea? te dirán ¿cuál es tu propuesta entonces, señorito artístico/anarquista? bueno... por ahora dejar de ser cómplice. No es una gran idea, pero es un comienzo. Cuando la gangrena avanza lo primero es amputar. Luego se hablará de muletas, de rehabilitación, de qué prótesis es la conveniente. Esta es hora de renuncia, no de trazar proyectos. Tranquilo el perro.

7.

Bien, bien, acá va un proyecto. Me propongo lo siguiente: en el silencio de la noche, en mi cama antes de dormir, me arrodillo sobre mi propio pecho y hago esta pregunta a mi corazón... ¿por qué estoy votando? ¿porque creo honradamente en el sistema electoral, o porque si no lo hago se me hará sentir culpable? ¿lo hago de corazón, o porque fui educado para ello? MUESTRA TU PROPIA MADERA.

Reflexiono y me descarto. ¡Chao!

Fotos: asesfalsos.cl

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