El arte local rinde tributo a 50 años del Sgt. Pepper's

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Lanzado el 1 de junio de 1967, Sgt. Pepper's Lonely Heart Club Band se convirtió en el disco más influyente de The Beatles por su impronta sicodélica y experimental. Más de 30 artistas chilenos participan en un muestra homenaje que abre mañana en Las Condes Design.


Corría 1966 y The Beatles pasaba por su momento más lúcido y al mismo tiempo más complejo. No había duda de que los músicos de Liverpool estaban en la cúspide de su creatividad, pero entre ellos ya empezaban a aparecer las primeras señales de la crisis que desataría el final de la banda. Ese año, después de una larga gira por EEUU, cada uno se tomó vacaciones para embarcarse en sus proyectos personales: Paul McCartney colaboraba en bandas sonoras para películas; John Lennon actuaba en el filme How I won the war y conocía a Yoko Ono; George Harrison viajaba a la India, y Ringo Starr pasaba más tiempo con su familia.

"Estábamos cansados de ser The Beatles. Realmente odiábamos ese peinado mop-top inmaduro. Ya no éramos chicos, sino hombres… y nos veíamos a nosotros mismos como artistas y no como simples cantantes", diría McCartney, quien dio la idea para sortear la Beatlemanía que los tenía hartos. Armarían el disco de una banda ficticia, tocarían como si fuesen los músicos acompañantes de alguien más popular que ellos: el Sargento Pimienta.

Así, el 1 de junio de 1967 se lanzó el disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, que rápidamente se convirtió en uno de los más vendidos e influyentes de la banda de Liverpool. En él, se alejaron del pop melódico que los había caracterizado e hicieron una mezcla de ritmos que incluyó al música hall, las melodías sinfónicas, la balada y la sicodelia. La portada del álbum también marcó un hito. Los cuatro aparecían al centro, con un look nuevo: se dejaron crecer las patillas, el bigote y vestían trajes militares de colores brillantes; a su lado, estaban sus réplicas de cera vestidos al estilo de sus primeros años, y rodeándolos, un collage de sus figuras y celebridades favoritas, desde Marilyn Monroe, pasando por Aleister Crowley y Karl Marx.

Cuando se cumplen 50 años del disco que definió la escena del rock sicodélico y que ya ha sido recordado a nivel mundial- el arte local también hace un tributo a través de las obras de más de 30 artistas que exhiben desde mañana sus homenajes en la nueva galería En Tránsito, ubicada en el espacio Las Condes Design.

La sala, que abrió sus puertas hace solo cuatro meses, está dirigido por la galerista Karola Aylla y la artista Marcela Orroño y busca refrescar la escena con exposiciones que tengan un punto de partida original. "La idea es seguir haciendo este tipo de muestras colectivas con temas entretenidos que unan a diferentes generaciones de artistas, entre consagrados y jóvenes", dice Aylla.

En la selección figuran creadores con trayectoria como Hugo Marín, Bororo, Matías Pinto D'Aguiar, Concepción Balmes y Paz Lira, además de emergentes como Paloma Maturana, Amelia Errázuriz, y Cristian Elizalde.

Las propuestas son diversas y van desde los retratos de los integrantes de la banda a trabajos más conceptuales, inspirados en canciones específicas.

Es el caso de Sebastián Riffo Montenegro, quien se basó en el tema She's leaving home escrito por McCartney para su pintura de color azul eléctrico. "Es la historia de una chica que huye de su casa y que está relacionada con la conducta de libertad que generó el movimiento hippie. Al centro de la obra hay una manilla real de una puerta que simboliza el escape, la sensación de vértigo y movimiento", dice Riffo.

Para otros como Matías Pinto D'Aguiar The Beatles están instalados en la memoria de su infancia. "Tenía 10 años cuando salió el disco y para mí fueron como los primeros pasos de la formación musical. Fue un disco muy potente, experimental, que revolucionó la música y todo eso estaba envuelto en el tema del movimiento hippie en Nueva York, París; para mí como niño era fascinante", dice. "Cuando me invitaron a participar me enganché altiro, porque justo mi amigo Bororo me había prestado unos discos de John Lennon con Yoko Ono, entonces me entusiasmé".

Concepción Balmes, quien participa junto a su hija Gracia Castillo, desarrolló una obra más abstracta: "Quise expresar el espíritu detrás del disco, que para mí es totalmente místico. Ellos comenzaron a introducirse en la sicodelia, fueron a la India y todo eso está plasmado en el disco; mi pintura habla sobre el ciclo de la vida, la idea de que en realidad la muerte no existe", cuenta la pintora, hija de los Premios Nacionales José Balmes y Gracia Barros.

Otros que retrataron a los músicos fueron Cristian Elizalde -quien sólo pintó a los sobrevivientes McCartney y Starr- y Lorenzo Moya, quien imaginó a la banda dentro de un barco y con la imagen de una bomba nuclear atrás. "Con este disco hicieron estallar el mundo musical de la época", dice. En tanto, Francisco Mery prefirió hacer un cuadro hiperrealista en el que aparece el disco envuelto en un paquete que parece real. "Para mí este disco es un tesoro y esa idea la sumo a mi obsesión por engañar el ojo del espectador", resume.

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