Beatriz Salinas Marambio, directora del Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos: "Nadie sobra en el mundo del arte"

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La curadora y ex productora del MAVI acaba de asumir el liderazgo del centro de arte, abierto hace ocho meses y ubicado en el ex aeropuerto de Cerrillos. "No podemos cerrarnos en un año porque el arte contemporáneo no funciona así", dice acerca de la discusión sobre el corte curatorial de 1967 hasta hoy.


Lleva sólo cinco días habitando su nueva oficina en el ex aeropuerto de Cerrillos y la premura por cerrar ciertos temas de gestión ya es evidente, pero Beatriz Salinas Marambio (39), la nueva directora ejecutiva del Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Cerrillos, no se agobia. Sabe que los procesos del arte y de los espacios culturales son a largo plazo: el exitismo por las cifras no va con ella.

Por estos días el edificio luce sin público: están en pleno montaje de la nueva exposición Lo que ha dejado huellas, que se inaugura el 10 de junio (ver recuadro) y que reúne casi toda la colección de arte de la Galería Gabriela Mistral, dependiente, al igual que el Centro de Arte Cerrillos, del Consejo de la Cultura.

Hasta el momento el espacio del ex aeropuerto, que abrió sus puertas en septiembre del año pasado, lleva la suma de 13 mil visitas. Más de 9 mil de ellas corresponden a la asistencia de la primera exposición Una imagen llamada palabra, y más del 50% del total provienen de las visitas de colegios del sector, alianzas gestionadas por el propio Consejo.

Cuando el proyecto recién fue anunciado por la presidenta Michelle Bachelet en la cuenta pública de 2016, muchos cuestionaron el emplazamiento del espacio, en una comuna alejada de los polos culturales tradicionales y vaticinaron la creación de audiencia como una de sus desventajas. Hoy la nueva directora ve ese tema como una oportunidad.

"Para mí la ubicación nunca fue un problema, al contrario, es algo que tenemos que analizar, ver cómo dialogar con el territorio en el que estamos insertos. Tenemos algo super potente en la comuna que es la cercanía con nueve establecimientos públicos de educación que ya empezaron a trabajar con el centro. También viene público general y mucho público especializado, profesores de arte, artistas que vienen con sus alumnos", cuenta Salinas.

Antes de aterrizar en Cerrillos, la curadora y magíster en gestión y políticas públicas de Goldsmiths College de Londres, trabajó por siete años en el Museo de Artes Visuales como productora y comisaria de exposiciones, además de estar a cargo del concurso de Arte Joven MAVI. También impulsó la creación de la actividad Museos de Medianoche y de la elaboración del código de buenas prácticas del gremio artístico (Arte Contemporáneo Asociado). Fuera de Chile, Salinas hizo una pasantía en el Museo del Barrio de Nueva York y trabajó en Australia como experta en mediación en The Substation, un centro cultural similar al Centro de Arte Cerrillos, ubicado lejos del centro histórico de Melbourne, en una antigua estación de electricidad convertida en espacio dedicado al arte y la danza.

¿Cuál le gustaría que fuera el sello de su gestión en Cerrillos?

Me interesa que nos posicionemos como un articulador de las cosas que estén pasando en el sector y en otras instituciones. Desde el inicio me interesó que el CNCA generara un centro que no sólo era expositivo sino que se presentaba como un laboratorio de arte contemporáneo. Entiendo que las exposiciones sean lo más visible, pero mi idea es darle visibilidad también a otro procesos del arte: a la investigación, las publicaciones, el tema de la museografía, las residencias, la conservación, temas que el público no conoce tanto. Me interesa que nos posicionemos como un lugar donde lleguen y se realicen este tipo de iniciativas.

¿Cómo piensa trabajar el tema de la audiencia, lograr que el público venga a Cerrillos?

El tema del público es complejo porque siempre existe mucha presión por los números, pero creo que no sólo debemos medirlo en cifras. El trabajo que pensamos es participativo y es una apuesta a largo plazo. La idea es que la gente que viene siga viniendo y sume a su familia, establezca una relación de permanencia. No hay una receta y no tengo la respuesta, de hecho todos los espacios de arte en el mundo se están cuestionando el tema del público, pero no sólo de cómo atraer más, sino de cómo conocerlos. El trabajo con la comunidad es esencial y también la descentralización.

¿Qué opina de la discusión sobre el corte curatorial del centro, cuando el Ministro Ottone dijo que partía en 1967, año en que se cerró el aeropuerto de Cerrillos?

Es complicado cerrarnos en un año porque las lógicas que tiene el arte contemporáneo no funcionan así. Los cortes son asociados a proyectos, ese corte fue para la primera exposición, pero nosotros podemos incluso hacer cruces con museos de arte precolombino, por ejemplo. El arte contemporáneo permite moverse en diferentes años y momentos de la historia del arte.

En su momento se discutió que el espacio rivalizaba con otros como el MAC ¿Qué piensa usted?

Yo siempre veo esa discusión en el sentido de que debemos trabajar desde la colaboración. Debemos trabajar con otros espacios y no excluirlos, porque nadie sobra en el mundo del arte. Somos pocos espacios, tenemos diferentes visiones y misiones, pero podemos compartir no sólo exposiciones, sino experiencias de trabajo, capacidades profesionales y la asociatividad es algo que nos hace falta mejorar en el medio, conocernos más.

¿Tiene buena relación con los directores de otras instituciones?

Sí, claro. Llevo 10 años trabajando en este medio y los conozco a todos. Me siento muy apoyada por los artistas, en el MAVI pude trabajar con muchos, desde Eugenio Dittborn para abajo, toda la generación joven.

En el corto plazo de este año ¿Cuáles son sus tareas?

Debo cerrar lo antes posible los detalles para comenzar las obras del depósito que estaría listo en 2018, allí se guardará la colección del Consejo de la Cultura. La programación de este años ya está armada por la gente de la Macro Area del CNCA, y yo me haré cargo de la del próximo año. Debemos decidir cómo elegiremos los proyectos expositivos, así cómo los diferentes espacios que se destinarán a talleres, residencias, y mediaciones.

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