La vuelta de Enrique Lihn, el poeta en prosa y en verso

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En el nuevo ejemplar, Cuentos reunidos, se hallan los 12 relatos que publicó el autor en los libros Agua de arroz y La República Independiente de Miranda. Además, acaba de aparecer una reedición del poemario La musiquilla de las pobres esferas con ilustraciones de Eugenio Téllez.


"Agua de arroz, doscientos gramos", es la indicación dejada al padre para la alimentación de la niña. El padre, condenado a una pieza arrendada, cae en la desesperación. No transcurren mayores acciones en la historia y las reflexiones del ambiente tedioso están a cargo de un narrador. "Los hijos deben enterrar a sus padres y emprender una vida de exclusividad", se lee en Agua de arroz, el cuento que además le da título al primer libro de relatos de Enrique Lihn publicado en 1964. A esa fecha, el escritor era más reconocido como poeta y autor de La pieza oscura.

Pasarían más de dos décadas para que se publicara un nuevo ejemplar de cuentos de Lihn. La República Independiente de Miranda apareció en 1989, un año después que el poeta muriera de cáncer, a los 58 años.

A esas alturas Enrique Lihn se hallaba entre los poetas más importantes de Latinoamérica. Parte de su obra poética había sido editada en Cuba, México y España. Un año después de su partida igualmente llegaría a librerías Diario de muerte. Ejemplar que se reeditó como la mayoría de sus poemarios, no así su obra narrativa que era prácticamente inencontrable.

Esto hasta hace algunas semanas cuando se publicó Cuentos reunidos, de Lihn, por Ediciones Universidad Diego Portales. El libro incluye las cuatro historias de Agua de arroz y los ocho relatos de La República Independiente de Miranda.

"Si allá, en los cincuenta, su tono era pesado, dramático, en La República Independiente de Miranda es casi humorístico", escribe en el prólogo de Cuentos reunidos el periodista Roberto Careaga. "Eso es: un comediante demasiado inteligente. Un exhibicionista de sus capacidades lingüísticas que confía en que sus lectores están a su altura", agrega.

Otra edición que tiene a Lihn en librerías es de su poemario La musiquilla de las pobres esferas (1969). El ejemplar, recién salido por la editorial Universidad de Valparaíso, reproduce la nota introductoria de Waldo Rojas, trae un prólogo inédito del último Premio Nacional de Literatura, Manuel Silva Acevedo, e incluye ilustraciones de Eugenio Téllez. "Poemario central en su obra poética", apunta Silva Acevedo.

En el libro hay poemas fundamentales, donde Lihn expresa su manera de ver la literatura y el arte, cruzados siempre con aspectos autobiográficos. "Que otros, por favor, vivan de la retórica/ nosotros estamos, simplemente, ligados a la historia/ pero no somos el trueno ni manejamos el relámpago/ Algún día se sabrá/ que hicimos nuestro oficio el más oscuro de todos", apunta en Mester de juglaría.

"Estoy lejos de querer significar algo. Escribo porque sí, no puedo dejar de hacerlo. Escritura de nadie y de nada, adiós, quiero decir hasta mañana a la misma hora, frente a esta espantosa máquina de escribir…", anota en El escupitajo en la escudilla.

Mientras que el libro termina con el poema Porque escribí, que así comienza: "Ahora que quizás, en un año de calma,/ piense: la poesía me sirvió para esto:/ no pude ser feliz, ello me fue negado, pero escribí".

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