El nuevo camino de El Topo de Jodorowsky

maxresdefault

Casi medio siglo después de la película El Topo, Alejandro Jodorowsky publica la secuela directamente en cómic. Se trata de un western surrealista y alegórico, de la mano del dibujante mexicano José Ladrönn.


En Nueva York, en 1970, ninguna sala de cine, "de cine normal, ese cine industrial cuya única finalidad es generar mucho dinero", aclara Alejandro Jodorowsky, quiso proyectar su película El Topo, según el director, "debido a su insólita profundidad".

Luego de una intensa búsqueda, la película finalmente se estrenó en el Elgin, un cine porno cuyas proyecciones acababan a medianoche. "Su simpático propietario se ofreció a acoger mi obra a aquella hora tardía en que los demás cines de la ciudad cerraban sus puertas", explica el cineasta y psicomago.

"¡Oh, milagro! La sala se llenaba noche tras noche", recuerda Jodorowsky.

Según el prolífico artista, "El Topo se convirtió en una película de culto". Tras dos años de proyecciones nocturnas, "otros creadores presentaron allí sus películas a las mismas horas. Nació así el concepto de sesión golfa".

Alentado por el éxito subterráneo, gracias a un filme plagado de simbolismo cristiano y filosofía oriental, Jodorowsky escribió y quiso llevar a la pantalla el guión de Los hijos del Topo, pero no encontró el apoyo necesario.

"Se opusieron todos los estudios de Hollywood, que me consideraban un extraterrestre. Algunos productores, verdaderos aficionados, intentaron ayudarme, pero, dado que el cine es la más cara de todas las artes, ninguno consiguió reunir la suma necesaria", rememora.

Alguna vez Jodorowsky escribió que "el fracaso no existe, solo es un nuevo camino" y algo de eso hay en la reciente publicación de Les Fils d'El Topo (Los hijos del Topo), casi medio siglo después del estreno de la película El Topo.

La secuela llega directamente en cómic, a través de la etiqueta Reservoir Books, de la mano del pintor y dibujante mexicano José Ladrönn (Blade, Los 4 Fantásticos, Spider-Boy Team-Up, Superman: Transilvane).

Ahora, más que un cómic, Los hijos del Topo fue publicado como una película gráfica, cada una de cuyas páginas se divide en tres franjas para que el lector-espectador tenga la sensación de estar en un cine, frente a una pantalla.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.