Héctor Noguera: ejercicios de memoria

Héctor Noguera

El actor de 82 años volverá este jueves al Teatro UC bajo la piel de Freud. En octubre, además, estrenará una versión de La pérgola de las flores dirigida por él, y un montaje sobre la vida de Roser Bru. En 2020, en tanto, publicará sus propias memorias.


Un desalojo llevó al otro. Para llegar a la que solía ser la casa de sus abuelos en calle Londres, junto a la Iglesia de San Francisco, Héctor Noguera (1937) debía cruzar la antigua Pérgola de las Flores en su trayecto desde el colegio San Ignacio. Aún conserva fresco el recuerdo de aquél lugar, y del día en que esos 51 floristas fueron reubicados a la fuerza a un costado de la Vega Central por orden del alcalde José Santos Salas, quien en 1948 había anunciado la remodelación de las calzadas del centro de Santiago. No fue, sin embargo, lo único que se vino abajo en el barrio, recuerda hoy el actor.

"La defensa a la pérgola terminó en lo que terminan tantas otras cosas en Chile: en la destrucción del patrimonio", dice Noguera en un café de Providencia. "Es la misma razón por la que se destruyen todas las ciudades, la supuesta idea del progreso. Incluso la casa de mis abuelos, que fue diseñada por el arquitecto Luciano Kulczewski (1896-1972), fue demolida y a nadie se le ocurrió defenderla. Años después se tomó el peso de su valor, pero mi familia ya había sufrido también su propio desalojo", agrega.

Eran tiempos convulsos para Chile. Y no solo por la modernización urbana, sino también por la proliferación de partidos políticos de izquierda, el sindicalismo, la reivindicación de las mujeres y su legítimo derecho a voto, y hasta las numerosas migraciones del campo a la ciudad. Todas esas vibraciones alimentaron a uno de los más grandes e improbables éxitos del teatro chileno en su historia, La pérgola de las flores, cuyo estreno fue el 9 de abril de 1960 en la sala Camilo Henríquez. Improbable, sí, pues encima se trataba de una pieza musical y que tuvo al frente al director Eugenio Guzmán, a la dramaturga Isidora Aguirre y al compositor Francisco Flores del Campo.

Carmen Barros, Ana González, Silvia Piñeiro y otros actores fueron parte del selecto elenco del Teatro de Ensayo de la UC. También un joven Noguera, quien interpretó al Carlucho, el hijo del alcalde. A casi 60 años de ese primer estreno, el desafío del Premio Nacional 2015 es aún más ambicioso: el 4 de octubre debutará en el GAM una nueva versión de la obra, esta vez bajo su dirección y con más de 20 actores en escena, y un presupuesto que ronda los $ 100 millones.

Hace unos días partieron los ensayos junto al nuevo reparto encabezado por Daniela Benítez (Carmela) y Juan Pablo Larenas (Tomacito). Noguera, quien este jueves volverá además a las tablas con la segunda temporada de La última sesión de Freud en el Teatro UC, advierte que la acción transcurrirá en la misma época del texto original, a mediados del siglo XX.

"Con la historia que ha corrido hasta hoy, la obra adquirió un significado y un peso especial. No es que no lo tuviera antes, pero esos valores parecen más vigentes que nunca", opina. "La pérgola es una obra de mujeres. Son ellas quienes organizan la revuelta, y la antagonista es también una mujer. La obra no toma un relieve especial solo por el feminismo, sino que sigue retratando a este país de cuerpo entero. Todo lo que vivimos en esa época y todo lo que ocurre hoy en Chile, está contado en La pérgola".

Recuerdos extraviados

"No quiero pedazos", decía en 2007 una muy molesta Roser Bru (1923). La artista chilena de origen español, quien llegó a bordo del Winnipeg el 3 de septiembre de 1939, se quejaba ante la desaparición de un tercio de un tapiz suyo junto a varias otras obras desde el ex edificio Diego Portales. Ese hecho, además de un repaso por su biografía a partir de un libro escrito por Francisco López y su nieta, Amalà Saint-Pierre, es lo que Noguera pondrá sobre el escenario en Bru o el exilio de la memoria, montaje que se estrenará el 5 de septiembre en el GAM.

"Conozco a Roser desde hace muchos años. Su familia es muy amiga de la de mi mujer, Claudia (Berger), y en mi casa hay varias pinturas, grabados y dibujos suyos", cuenta el actor. "Roser comenzó a perder la memoria hace unos años, y aquí contaremos parte de su historia pero aparecerán también otros aspectos, que al final es la memoria de Chile, lo que se vivió en dictadura y lo importantes que fueron y siguen siendo los migrantes para este país, como ella", agrega.

Es otro de los ejercicios sobre la huella del recuerdo que por estos días mantienen a Noguera artísticamente en forma a sus 82 años. Pero también alineado a sus propios recuerdos: hace dos años está escribiendo también sus memorias junto a su hijo Damián. Las publicará en 2020 por editorial Catalonia.

"Debe ser por la edad que tengo que uno comienza a rescatar para atrás las cosas", comenta. "Creo que el ejercicio autobiográfico pretende tomar consciencia de uno mismo, y yo he descubierto y resuelto muchas cosas durante el proceso. Por ejemplo: las diferencias entre mi familia materna y paterna, la muerte de mi padre cuando yo era un niño o mis motivaciones para convertirme en actor. Pero también he aprendido a perdonar y a sanar, y creo que el perdón es la más alta condición de la justicia. Por eso encuentro terrible que se suspendan las clases de Historia, porque con eso apelan al olvido, y yo no estoy por olvidar jamás. Sería lo más parecido a borrarnos del mapa".

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