Las distopías de Cannes en el Festival Sanfic 2019

Vivarium WEB

Las cintas de la Semana de la Crítica del festival francés apuestan a curiosas fantasías: el pack lo lidera J'ai perdu mon corps, sobre una mano en busca de su cuerpo.


La expresión latina vivarium se refiere a aquel territorio donde se albergan seres vivos. Si son peces, es específicamente un acuario. Si hay aves se habla de aviario. En la película Vivarium (2019), en cualquier caso, quienes habitan la historia son seres humanos. Quizás no lo saben, pero están tan encerrados como un canario en su jaula. Protagonizada por Jesse Eisenberg e Imogen Poots, la película del irlandés Lorcan Finnegan fue uno de los estrenos más elogiados en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes 2019.

Extravagante y pesadillesca, Vivarium es un viaje desaforado que parte en la letra A de nuestro abecedario, pero termina en alguna grafía desconocida de un universo paralelo. Es, también, una de las películas de la mencionada sección de la Semana de la Crítica de Cannes que se darán en el 15° Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic) que se desarrollará entre el 18 y 25 de agosto. El encuentro organizado por Fundación CorpArtes y con la dirección artística de Carlos Núñez mantiene una alianza con el Festival de Cannes que se traduce en la presencia automática de varios largometrajes estrenados en la competencia gala.

Sobre esta edición de Sanfic, la directora ejecutiva de la Fundación CorpArtes, Francisca Florenzano, afirma: "Este año, en el aniversario de 15 años de Sanfic, renovamos la alianza con la Semana de la Crítica de Cannes, presentando siete películas de la sección de uno de los certámenes de cine más relevantes del mundo".

La película irlandesa Vivarium transcurre en una ciudad no identificada, donde una pareja formada por una profesora (Imogen Poots) y un empleado de mantenimiento (Jesse Eisenberg) buscan el hogar ideal. Un hombre de extraño comportamiento llamado Martin (Jonathan Aris) les ofrece un paseo por un condominio donde todas las casas son de un gris intenso y casi hipnótico. Antes de que puedan dar dos miradas al lugar, Martin desaparece y el matrimonio queda abandonado. Lo peor está por venir: tratarán de salir del complejo habitacional, pero terminan llegando al sitio desde donde partieron. ¿Qué clase de sueño afiebrado les tocó vivir?

También habita un curioso universo fantástico la película J'ai perdu mon corps (2019) del francés Jérémy Clapin. Se trató de la gran revelación de la Semana de la Crítica (sección que acoge primeros y segundos largometrajes), ganó la competencia y todo lo hizo con la historia de una mano. Si, con la odisea de una mano desmembrada de su cuerpo que busca reencontrarse con su dueño, un niño de origen marroquí que recorre las calles de París repartiendo pizza. Animación para adultos, fantasía en serio o como quiera llamársele, J'ai perdu mon corps será una de las películas que dará que hablar en el resto del año y no por nada Netflix aprovechó de comprarla apenas se exhibió en Cannes. Antes de que llegue al streaming, sin embargo, estará en Santiago por pantalla grande en Sanfic.

Desde Costa Rica llega otra historia con ribetes fantásticos y algo de realismo mágico. En Ceniza negra (2019), de Sofía Quirós Ubeda, la adolescente de 13 años Selva (Smashleen Gutiérrez) comienza a experimentar sus primeras relaciones con los chicos y al mismo tiempo cuida de su abuelo en la costa. Su vida tiene las esperables aventuras de pubertad, pero en Selva hay algo diferente al resto: de vez en cuando se la aparece la figura de una mujer que con toda probabilidad es su madre y mantiene una relación particular con la naturaleza. La película logró grandes críticas en Cannes y fue en co-producida por la compañía chilena La Post Producciones.

Otra película latinoamericana en Sanfic será Litigante (2019) de Franco Lolli. Protagonizada por Carolina Sanín, esta historia registra los complejos momentos de Silvia, una abogada que debe hacer frente a las acusaciones de corrupción en la oficina gubernamental en que trabaja, pero al mismo tiempo cuida de su madre, enferma de cáncer terminal.

La película es de cierto modo un estudio de caracteres de la vida contemporánea, pero también es una postal acertada sobre la crisis a la mediana edad, cuando los balances entre vida profesional y personal están desequilibrados. Como dato no menor hay que decir que Carolina Sanín, la protagonista, no es actriz: es una escritora colombiana de bastante prestigio y esta es su primera incursión en el cine.

De la realidad urbana de Litigante al mundo semi delirante de Abou Leila (2019) hay tanta distancia como de Colombia a Argelia, donde transcurre el filme. Dirigido por Amin Sidi-Boumedine, Abou Leila es una fábula kafkiana sobre dos hombres (Lotfi y otro simplemente llamado S) que deben ir en busca de un terrorista conocido como Abou Leila. El territorio es el desierto del Sahara y la época es la cruenta guerra civil de Argelia en los años 90, cuando el islamismo radical estuvo a punto de conquistar el poder.

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