Rodrigo Blanco Calderón: "No hay que esperar nada de la visita de Bachelet a Venezuela"

credito de isabel wagemann

El autor, quien obtuvo el Premio III Bienal Vargas Llosa con The Night, hoy reside en España. Acá, se refiere a su nueva novela, cuyo punto de partida es el abandono de perros en su país tras la masiva migración.


Pasó de ser una joven promesa, cuando hace una década integró la lista de autores latinoamericanos Bogotá 39, a convertirse en uno de los escritores más elogiados del continente y de Venezuela. El fin de semana el diario de su país El Nacional le dedicó un ensayo de dos páginas y hace 20 días, Rodrigo Blanco Calderón (38) obtuvo el Premio III Bienal Mario Vargas Llosa por su libro The Night.

"Novela polifónica (...) un artefacto literario construido con maestría por un narrador que sabe apreciar la complejidad de su metrópoli natal y de la vida de sus habitantes", señaló el jurado sobre la novela de Blanco Calderón aparecida en 2016 por Alfaguara en España y por Gallimard en Francia. Es autor también de los libros de cuentos Una larga fila de hombres (2005), Los invencibles (2007) y Los terneros (2018).

Hace cuatro años, Blanco Calderón abandonó su natal Caracas. Vivió en París y hoy reside en Málaga, España. La última semana de mayo viajó a Guadalajara, México, para encontrarse con los finalistas del Premio Vargas Llosa: Gioconda Belli, Gustavo Faverón, Antonio Soler y Manuel Vilas. "Los cinco finalistas llegamos ese día al acto sin saber quién iba a ganar. Yo, obviamente, iba sin un discurso y por suerte logré componer unas palabras en 10 minutos", dice al teléfono Blanco Calderón, desde Málaga, a Culto.

El jueves 30 de mayo, en México, su novela The Night fue seleccionada por un jurado compuesto por el escritor Sergio Ramírez, Carmen Riera y Juan Manuel Bonet. Además, el autor se adjudicó US$ 100 mil (más de $ 69 millones). Ese día, en México, Blanco Calderón conoció a Vargas Llosa. "Puede sonar tonto, pero es como una especie de sueño. Yo de adolescente leí los autores del Boom y en particular me formé leyendo literatura peruana. Fue una alegría tremenda. Vargas Llosa me felicitó por el discurso, pero fue todo muy rápido...", cuenta.

Ambientada en 2010 en Caracas, The Night narra una serie de crímenes ocurridos mientras el gobierno decreta cortes eléctricos debido a la crisis. En medio del conflicto y la oscuridad, dos amigos, un escritor y un psiquiatra, especulan sobre los asesinatos de mujeres que sumergen a Venezuela en un ambiente de luto. Pero también aparece la figura literaria del autor Darío Lancini.

"Al principio fue un largo, inesperado, apagón de cinco horas", se lee al inicio de The Night…

El disparador de la novela fue la crisis energética y un largo apagón que hubo en enero de 2010. Este fue tan largo y a nivel nacional, junto con el decreto de los cortes eléctricos por entonces del Presidente Hugo Chávez, que algo muy sensible cambió en la dinámica del país. Yo creo que literal y metafóricamente Venezuela entró en una zona de sombras, que para mí estaban ligados con los crímenes más horrendos que habían ocurrido en los últimos años.

En el discurso dijo que "esta novela sería imposible si no hubiese requerido el imposible sacrificio de ver un país arrasado por la dictadura que se vive".

La crisis venezolana es el disparador de la novela porque, definitivamente, hay una especie de sensación angustiosa de fondo que proviene de las circunstancias que está pasando mi país. Sin embargo, la novela va más allá, con el desarrollo de otras historias. Es una relación extraña, por un lado, siento que sin las cosas que me ha tocado vivir como venezolano, yo no hubiese podido escribir esta novela. Pero, a la vez, no la veo como una novela en clave histórica y la prueba es que mi mayor interés sobre esta novela, es el personaje Darío Lancini, maestro de palíndromos.

Ha dicho que en estos 20 años en Venezuela el cambio "ha sido tan fuerte que ha modificado el ADN cultural, social e incluso geográfico".

Durante el período democrático, de 1958 hasta 1998, Venezuela fue un país rico, sobre todo receptor de inmigrantes. Y ahora por primera vez en nuestra historia moderna, somos el país que está produciendo la mayor cantidad de migrantes en Latinoamérica. La misma ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) ha reconocido que es un fenómeno solo comparable, numéricamente, con lo que pasó con Siria. Vivimos un drama de una dimensión que ha modificado la noción que teníamos de nosotros mismos. Y dije también, geográficamente, porque la dictadura de Maduro está haciendo un ecocidio, en una zona que se conoce como el Arco Minero, donde se está explotando la naturaleza para sacar todo el oro posible para mantenerse en el poder. Entonces el rostro del país y su identidad es otra.

¿Mantiene familia y amigos en Venezuela?

Tengo a la mayoría de mi familia y amigos dispersos por el mundo. Tengo amigos viviendo en Chile, Argentina, Perú, Ecuador, Colombia y en Europa. Y bueno a través de las redes sociales o WhatsApp, uno se va enterando de los matrimonios y los nacimientos, pero estamos bastante dispersos y eso ha sido duro.

Sube a redes sociales fotos de sus perros en Caracas.

Soy un amante loco de los perros y también mi familia. Ellos han formado una fundación, en Caracas, donde rescatan perros de la calle, porque junto con el éxodo masivo de venezolanos ha sucedido el drama de los perros abandonados. La fundación de mi familia se llama Empatía Animal y, por ejemplo, los cuatro perros que hay ahora en esa casa familiar, son perros que ellos han rescatado.

Este tema será el punto de partida de su próxima novela, ¿no?

Sí, ya terminé mi segunda novela, y esta circunstancia del abandono de perros me marcó mucho como una forma de ver la intrahistoria de la tragedia venezolana, que muy pocas veces llega a los medios de comunicación. Y de ahí surge una cantidad de historias que exceden ese contexto del presente, pero que le dan el tono a la novela.

¿Qué espera de la visita de Michelle Bachelet a Venezuela?

No hay que esperar nada de la visita de Bachelet. Ya Maduro ha liberado unos cuantos presos políticos para posar de benévolo ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y luego meterá presos a una cantidad aún mayor de venezolanos cuando Bachelet se vaya. Y eso será todo.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.