"Iba a lugares donde reparaban televisores para fabricar uno": conociendo al único luthier de theremin en Chile

Cristián Torres Theremin Thereminchile
Cristián Torres en el encuentro Electromagnética 2013. Imagen: Canonplac.

Por un documental, Cristián Torres se interesó en el sonido de este particular instrumento. Al no existir en Chile, decidió crearlo por cuenta propia. A día de hoy ha vendido más de 100 unidades y logró una alianza con la empresa de instrumentos Moog, de la cual el creador también trabajó en sus primeros años vendiendo theremin.


Esta historia parte a inicios del siglo pasado. Su protagonista: Lev Sergeyevich Termen -conocido en occidente como Leon Theremin-, un estudiante de física y astronomía en la Universidad de San Petersburgo, quien pasó a las filas del Ejército Rojo en la República Socialista Federativa Soviética de Rusia poco antes de 1920. Ahí dentro, sacaron partido de sus conocimientos científicos.

Uno de sus primeros experimentos desembocó en un instrumento musical poco común para la época, el que llevó por nombre "eterófono" y más adelante fue bautizado con su apellido. Su particularidad radicaba en que el ejecutante podía hacerlo sonar con mover sus manos en el aire, específicamente en el radio de dos antenas que tenía el aparato.

"El nuevo instrumento tenía un rango de tres a cuatro octavas -basándose en el violonchelo- y su tono sugería una idea de ese instrumento en el registro más bajo. Las octavas superiores eran una mímica extraña de un violín o una soprano que entonaba la sílaba 'oo'. El instrumento era monofónico (capaz de producir solo una nota a la vez)", aseguraba Albert Glinsky en Theremin: Ether Music and Espionage.

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Leon Theremin en 1924. Imagen: Wikimedia.org.[/caption]

Su descubrimiento lo llevó a ser reconocido tanto por Lenin como también a nivel internacional. En medio de un viaje por el mundo, donde mostró las prestaciones del theremin, aprovechó de patentar el instrumento en Estados Unidos en 1928, lo que ayudó a su difusión en el otro lado del mundo.

"Leon Theremin ha sido mi héroe y mentor virtual durante la mayor parte de mi vida. Me convertí en diseñador de instrumentos musicales electrónicos debido a mi fascinación con el theremin", aseguró el estadounidense Robert Moog, en el prefacio del libro de Glinsky.

Ahí mismo, el creador de míticos teclados Moog cuenta que sus primeros experimentos musicales estuvieron relacionados con el instrumento creado por el ruso. De hecho, en algún momento de su juventud, se dedicó a comercializarlos junto a su padre. En esas mismas páginas añade que "Theremin ha tocado la vida de incontables músicos y científicos, y su trabajo ha sido una piedra angular vital en nuestra tecnología musical contemporánea".

Aquella misma curiosidad del inventor estadounidense despertó, varias décadas después, en Cristián Torres, profesor de música chileno, quien cuenta a Culto su historia.

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Cristián Torres en 2011. Imagen: archivo de Copesa.[/caption]

Los primeros intentos

Corría el año 2006. Ahí, Cristián estaba viendo televisión. Mientras pasó por varios canales, llegó a un documental que estaban pasando por una señal de cable. Theremin: una odisea electrónica, producción dirigida y escrita por Steven M. Martin, repasaba la vida del genio ruso, tanto tras la creación del instrumento como los vínculos que tuvo con la KGB. El sonido que emitía el particular aparato concentró por completo la atención del docente y músico de San Bernardo desde un principio.

https://www.youtube.com/watch?v=fAOpVAHwLic

"En esa época no había theremin en Chile y estaba recién masificándose el internet. Entonces, me costó harto tener un theremin", cuenta.

Si bien YouTube comenzó a funcionar poco antes del descubrimiento de Cristián (específicamente en el año 2005), en aquella época no existían los tutoriales en la plataforma de videos como ahora los conocemos, ni tampoco existía mucha información disponible al respecto. "En internet había muy pocos esquemas electrónicos de theremin y los que había era de tubos. Esa es una tecnología muy antigua y muy peligrosa también, y yo no quería meterme en eso", relata.

Ahí es cuando aparece en su búsqueda Pisotones, un sitio español de mediados de la década pasada el cual estaba dedicado al DIY ("Hazlo tú mismo", por sus siglas en inglés), centrándose específicamente en la creación de pedales de guitarra. Entre todos los artículos, encontró uno para la creación de un theremin. "Aunque tenía varios errores, pude descifrar la forma correcta de hacerlo", continúa en su recuerdo.

Eso sí, había un pero: Torres no tenía conocimientos en electrónica. Por ello, hubo un doble esfuerzo, con el que un nuevo camino, sumado al del instrumento basado en ondas, se le abría. Los servicios técnicos fueron parte de su recorrido habitual. "Iba a lugares donde reparaban televisores y preguntaba no más, bien busquilla, preguntón, insistiendo e insistiendo. Me miraban raro cuando llegaba con los esquemas a preguntar algo", rememora entre risas.

Durante seis meses Cristián trabajó en su proyecto. En ese periodo construyó dos prototipos que no sonaron y, cuando ya el desgano comenzó a aparecer, un tercero le devolvió la fe. "Durante varios días calibré el instrumento y de pronto salió la magia, empezó a sonar y la antena que tenía dispuesta para ese instrumento funcionaba propiamente como tal", asegura, añadiendo que su ventaja fue contar con conocimientos musicales, algo en que los expertos en electrónica quedaban en deuda, pues ello no les permitía calibrar el theremin y, por tanto, dejarlo funcional como corresponde.

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Uno de los theremin fabricados a nivel profesional por Cristián Torres. Imagen: Thereminchile en Instagram.[/caption]

Lo que vino después

Tras dar con la primera muestra de que podía fabricar un theremin por cuenta propia, Cristián no se quedó ahí. Con el paso del tiempo, perfeccionó cada producto y fue más allá, creando versiones con distintas prestaciones. Pese a que profesionalizó la manufactura y consigo empezaron a llegar los pedidos, siguió trabajando en solitario.

En paralelo, subió videos a su cuenta de YouTube con ejecuciones del instrumento, con algunas canciones poco usuales pero que mostraban la versatilidad del aparato.

https://youtu.be/9_j4CtL2HQ0?t=19

"El theremin es un instrumento muy libre, porque no te limita a una cuerda, una tecla, nada. Tú tienes control total, en el aire, del instrumento. Eso sí, es un instrumento muy exigente musicalmente. Para que suene bien, primero debes tener un oído musical adiestrado", cuenta el luthier chileno, quien añade que el nicho de thereministas es reducido, ya que su uso se da más en contextos de experimentación por parte de multinstrumentistas. Por lo mismo, aprovecha de ensalzar las figuras de Agnes Paz y Martín Benavides, músicos nacionales que llevan años destacando en el uso del theremin.

A su vez y dada la lógica de funcionamiento que tiene el instrumento -"es la combinación resultante de dos frecuencias ultrasónicas que no se escuchan"-, remarca que "el timbre que se genera no puede ser dado por un sintetizador".

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Uno de los theremin fabricados por Cristián Torres. Imagen: Thereminchile en Instagram.[/caption]

En un punto de la historia, los caminos se juntan. Pasó con Leon Theremin y Robert Moog en el siglo pasado y ocurrió en el año 2012, época en que el músico chileno se asoció con Moog. Con ello, además de seguir fabricando su línea de instrumentos, importa otros de la marca estadounidense, que actualmente tiene versiones digitales del theremin, con puerto USB incluido.

Otro punto no menor es que pese a trabajar en la fabricación de este particular instrumento, el docente se muestra a favor del uso de librerías digitales que emulan el sonido del theremin (como por ejemplo Theremin+ de Soundiron). "Hay público que las necesita y hace buen uso. Si hay disponibles emulaciones de theremin, bienvenidas sean. Aparte, que es difícil encontrar una persona que logre hacer bien una melodía en un theremin", afirma.

Los theremin que actualmente fabrica Cristian son dos:

- JP2: tiene una antena, ofrece tres octavas y media de registro, y añade dos potenciómetros para regular volumen y pitch.

- Profesional: dos antenas, cinco octavas de registro y dos tipos de sonido (formas triangular y dientes de sierra).

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Modelo JP2 (una antena) del theremin que fabrica Cristián. Imagen: Instagram de Thereminchile.[/caption]

Para pedidos y más información: thereminchile@gmail.com.

*Créditos de la imagen principal de la nota: Canonplac.

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