Francisca Florenzano, directora ejecutiva de Fundación CorpArtes: "Nos enfrentamos a un público más difícil de convocar y encantar"

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A tres años de su arribo, el público de la Fundación ha crecido un 180%. La clave, dice Florenzano, está en el uso de plataformas digitales y en la silenciosa labor de su programa de Educación y Mediación.


Corre la cuenta regresiva para una de las visitas musicales más esperadas del año: hoy y mañana, la prestigiosa Orquesta Sinfónica de Londres debutará en Chile, sobre el escenario de CorpArtes. En la batuta estará su director, el británico Simon Rattle (1955), una de las figuras más prominentes de la escena mundial. Pero además de los dos conciertos que dará a público, la Fundación CorpArtes y, en particular, su programa de Educación y Mediación, agendó para hoy otros dos encuentros a puerta cerrada con Rattle y sus músicos.

"Gestionamos un ensayo especial de la Fundación de Orquestas Juveniles con Simon Rattle -repasarán la Sinfonía N°3 de Beethoven, que la agrupación tocará en su próxima gira- y un ensayo abierto junto a la Orquesta Sinfónica de Londres al que asistirán más de 700 niños, niñas y jóvenes", cuenta Francisca Florenzano, directora ejecutiva de la Fundación CorpArtes desde noviembre de 2016.

Sus audiencias han crecido significativamente: si en 2017 fueron 172 mil personas las que participaron de sus actividades, entre conciertos, muestras de arte y funciones de artes escénicas, en 2018 la cifra llegó a 1.515.605, un 180% más. Según la socióloga, el Barbican Centre de Londres, el programa educativo de la Orquesta Sinfónica de Londres y el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela son algunos de los modelos a seguir para la Fundación creada en 2002. "Al igual que nosotros, buscan convocar a la mayor cantidad de personas a experiencias artísticas inspiradoras, promoviendo el desarrollo del pensamiento crítico a través de programas educativos y de mediación", explica.

Futuros desafíos

De las 85 mil personas que participaron de las actividades de Educación y Mediación en 2018, 30 mil lo hicieron en jornadas dedicadas a las artes visuales. "En CorpArtes presentamos por primera vez en Chile la exposición de Ai Weiwei y junto a ella desarrollamos un tour virtual para llegar a más personas que no pudieron venir físicamente a nuestro centro cultural", dice Florenzano. Este año la experiencia se repite con la muestra Surge, del artista Anish Kapoor (hasta el 8 de septiembre en CorpArtes), que hoy puede ser vista por niños desde jardines infantiles y centros del Sename, además de jóvenes y adultos de centros penitenciarios y colegios. Lo mismo ocurre con funciones de teatro y películas para todo espectador, en el marco del Festival Sanfic.

¿El público chileno tiene apetito cultural? ¿Cómo ha sido la experiencia en su caso?

Tengo la convicción de que existe el apetito cultural y, a la vez, tenemos la certeza de que a diario nos enfrentamos a un público mucho más exigente que nos desafía en términos de propuestas innovadoras y de calidad. Nos enfrentamos a un público mucho más difícil de convocar y encantar, lo que es muy bueno para el país. Como fundación, hemos sido testigos estos años de cómo miles de niños, jóvenes y adultos participan con entusiasmo en los diferentes centros culturales, teatros y propuestas diferentes a las convencionales que se dan en estos espacios a lo largo de todo Chile. En el último año, nos hemos puesto como meta trabajar todas nuestras actividades de educación, inclusión y mediación siguiendo un modelo tridimensional del "yo", "el otro" y "el entorno", desarrollado por nosotros. A la vez, hemos avanzado en la conformación de un equipo interno que busca entender por qué hay ciertas propuestas que convocan a un mayor número de personas, qué es lo que las personas esperan cuando se entusiasman con una convocatoria, y qué los hace emocionarse, conectarse y volver a nuestro centro cultural.

¿Qué rol cumplen en estos lineamientos las nuevas tecnologías?

Nos puede ayudar a acercar el arte a los distintos públicos, sobre todos a las nuevas audiencias y a quienes, por razones de distancia geográfica u otras, no pueden participar presencialmente de nuestras iniciativas. Además del tour virtual, también transmitimos por streaming el concierto A Mi Maestro, interpretado por la FOJI y músicos de destacadas orquestas internacionales, bajo la batuta de Gustavo Dudamel, logrando llegar a 439 mil personas de 78 países. Un uso diferente de la tecnología, pero de igual importancia para nosotros, fue la habilitación el año pasado de la aplicación Lazarillo App, diseñada para que personas en situación de discapacidad visual puedan transitar por nuestro centro cultural, y experimentar al máximo nuestra programación.

¿Cuáles son las metas de la fundación a mediano y largo plazo?

Queremos seguir creciendo y desafiándonos día a día. Dentro de nuestras principales metas está el querer consolidar nuestro trabajo como fundación privada sin fines de lucro, con un claro rol público, aportando en la reflexión del país en temas relacionados con la cultura y la educación, y en el debate y el diseño de políticas públicas en torno a estos aspectos en el país. Por otro lado, buscamos sostener el crecimiento de la fundación, resguardando siempre nuestro sello en la excelencia en la gestión y en la oferta artística y cultural, buscando poder llegar a todas las regiones e impactar a un público cada vez más amplio y diverso. También soñamos con que en los próximos 3 años tripliquemos el alcance de nuestro programa de educación, mediación e inclusión, logrando una mayor participación de niños, niñas y jóvenes de todo el país. Para lograr esto, seguimos trabajando en fortalecer nuestras alianzas con instituciones sociales y públicas y, a la vez, queremos ampliar nuestro uso de la tecnología como medio para potenciar una relación más participativa y vinculante con las diferentes personas que participan en nuestras actividades.

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