Sergio Vodanovic revelado: lanzan su archivo digital

Sergio Vodanovic

Tres mil documentos, entre manuscritos, columnas, fotos y cartas del dramaturgo están disponibles en la web.


En plenos años 50, el abogado de origen croata y radicado en Chile Sergio Vodanovic (1926-2001), trabajaba en la Caja de Empleados Públicos de Periodistas cuando se le pidió no dar curso al remate de un periódico. Se negó a hacerlo, pues su superior estaba de vacaciones. Las dudas lo invadieron, y, en lugar de obviarlas, optó por canalizarlas en la ficción.

El episodio inspiró Deja que los perros ladren, obra estrenada por el Teatro de Ensayo de la U. Católica en 1959, y dos años después llevada al cine por Naum Kramarenko. Junto a las de Alejandro Sieveking y Egon Wolff, hoy se le considera una de las obras más características de la época: allí su autor abordó la eterna disputa entre el bien y el mal, entre personajes corruptos y quienes, por necesidad, se dejan corromper.

El texto forma parte de los más de 3 mil documentos que desde la muerte del dramaturgo, en 2001, resguardaron su mujer, la bibliotecóloga Betty Johnson (86), y su hija Milena, ex directora de revista Paula. El miércoles pasado el archivo fue presentado en la U. Alberto Hurtado por la doctora en literatura Viviana Pinochet y el archivista Daniel Berríos, quienes digitalizaron el material desde el año 2016. Hoy está disponible en la web: lo componen sus diarios, manuscritos, fotografías y afiches de sus obras, como El senador no es honorable (1952) y Nos tomamos la universidad (1967); su correspondencia con amigos artistas y políticos, de Eugenio Dittborn y Efraín Barquero a Patricio Aylwin, y más de mil columnas suyas publicadas en Debate, Ecran y La Segunda.

"No se incluyeron sus guiones para televisión, como el de Los títeres, por ejemplo, porque aún están vigentes sus derechos de autor. Por petición suya, tampoco están sus obras incompletas", cuenta Pinochet. "Vodanovic fue un personaje muy significativo en su época, no solo como dramaturgo sino por sus textos en prensa. En sus columnas podía hablar con el mismo amor y odio de la Democracia Cristiana (partido en que militó), como de su oficio de escritor. Y es un lujo poder acceder a sus archivos de manera gratuita y constatar además la vigencia de su voz", concluye.

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