God save the Queen o los Sex Pistols contra la monarquía

sex pistols

Contestatarios, irreverentes y rebeldes. El cuarteto británico formado a mediados de los 70, tuvo una corta vida musical marcada por un himno que, a pesar de ser censurado, dejó una huella en la historia del punk.


A mediados de los 70, Reino Unido atravesaba un periodo de recesión económica, una profunda crisis que tenía a la juventud en una desesperada búsqueda de empleo. La respuesta, fue el surgimiento del punk, un género rebelde que se oponía abiertamente al régimen monárquico y el gobierno establecido.

Los Sex Pistols son, aún a la fecha, uno de los grupos insigne de la escena punk británica. Desde un nombre irreverente, sonido crudo, looks rudos y mal comportamiento; la banda liderada por John Lydon se insertó repentinamente y se esfumaron: publicaron singles, lanzaron un disco, se separaron a los 3 años de existencia, y se quedaron por siempre en la historia de la música.

Su disco Never mind the Bollocks, lanzado en octubre de 1977, fue su debut y despedida discográfica. Con temas como “Pretty vacant” y “Anarchy in the UK”, remecieron la escena local ganando tantos seguidores como detractores, pero la polémica comenzó meses antes.

En 1976, Queen era la gran banda invitada al programa Today conducido por Bill Grundy. Sin embargo, cancelaron su participación porque Freddie Mercury tenía una cita al dentista. El sello EMI, que también trabajaba con los Sex Pistols, decidió mandar a su banda emergente como reemplazo.

En medio de improperios, respuestas de mala gana y en evidente estado de ebriedad; Johnny Rotten, Sid Vicious, Glen Matlock y John Cook; fueron entrevistados por Grundy resultando en una presentación altamente criticada. No importó, ya se habían dado a conocer públicamente.

Dios salve a la Reina

Los conciertos de los Sex Pistols eran cancelados en los pocos lugares en que lograban agendar. Incluso en universidades -donde predominaba el público juvenil rebelde- fueron rechazados, más por su actitud destructiva e irresponsable que por su música.

Todo cambió en mayo de 1977, cuando la Reina Elizabeth II cumplió 25 años de reinado y el mundo conoció un anti-himno.

God save the Queen fue publicada y difundida el 31 de mayo, los mismos días de los preparativos para el jubileo de la Reina de Inglaterra a celebrarse el 2 de junio. La estrategia de su mánager Malcolm McLaren no pudo ser mejor.

Sin embargo, los versos de aquella canción que tenía el mismo nombre del himno nacional, planteaban todo lo contrario al respeto y devoción por su monarca.

Dios salve a la Reina

El régimen fascista

Te hacen un idiota

Una potencial bomba H.

“Era expresar mi punto de vista sobre la monarquía en general y sobre cualquiera que exigiera obediencia sin pensarlo. Eso es inaceptable para mí. Tienes que ganar el derecho a mi amistad y lealtad”, dijo John Lydon en entrevista con Rolling Stone sobre la canción que originalmente se llamaría “No future”.

Dios salve a la Reina

Ella no es un ser humano

y no hay futuro

e Inglaterra está soñando

Las consecuencias para los Sex Pistols no fueron menores. La BBC censuró la emisión de God save the Queen en sus estaciones radiales y la banda fue amenazada y atacada por grupos devotos a la realeza. Johnny Rotten (Lydon) fue herido brutalmente en su mano, quedando con daño permanente.

La iconografía de la canción también fue rechazada masivamente, sobre todo por la alusión directa a su querida Reina. Jamie Reid plasmó el rostro de la mandataria cubierto con letras que emulaban recortes de la prensa, muy similar a las cartas anónimas de amenaza. Eso no ayudó a calmar a los indignados.

En entrevista con Daniel Rachel para The Art of Noise: Conversations with Great Songwriters, Rotten dijo que la canción dio vueltas en su cabeza durante varios meses antes de escribirla, incluso antes de unirse a los Sex Pistols:

“La idea de estar enojado, la indiferencia de la Reina con el pueblo y la lejanía e indiferencia hacia todos nosotros. Tuve que trabajar como obrero en construcciones para poder pagar mi universidad por querer una educación, y me cobraban impuestos. ¿Por qué tenía que financiar a esa vaca que no se preocupa una mierda por mí?”.

Gritar "Anarquía" frente al Palacio de Westminster

El 7 de junio de 1977, el cuarteto punk decidió tomar una embarcación llamada "Queen Elizabeth" desde el muelle Charing Cross, en el centro de Londres, y celebrar una fiesta convocando a escritores, artistas y cineastas.

Una vez llegada la noche, dieron un concierto presentado sus canciones con un lienzo anunciando su nombre por el Támesis. Era una parodia de tradicional recorrido de la Reina por el río central de la capital inglesa.

Cuando pasaron frente al Palacio de Westminster y las casas del parlamento, consideraron que fue el mejor momento para cantar Anarchy in the UK. No fue de extrañar que al finalizar su show, fueran abordados por la policía y arrestaran a Malcolm McLaren -mánager- y Richard Branson -fundador de Virgin Records-.

“Si hubiesen querido colgarnos en Traitors’ Gate (El portal de los traidores), hubiese sido aplaudido por 56 millones de personas... Le declaramos la guerra a Inglaterra sin quererlo”, dijo Rotten en conversación con The Telegraph.

Un ícono punk

A pesar de los obstáculos por parte de las emisoras y el rechazo masivo de los fieles a la monarquía, God save the Queen -y posteriormente el disco Never mind the bollocks- se convirtió en un éxito. Llegó al segundo puesto del ránking británico superado solo por I don’t wanna talk about it de Rod Stewart, aunque siempre se sostuvo la teoría de que en realidad obtuvo el primer puesto sin que se quisiera reconocer oficialmente.

“Escribí una canción. No era sobre un momento específico de nuestra historia, escribí una canción sobre un tema que me preocupaba, de forma personal, y luego toda esta situación creció y se desarrolló. Nunca fue como un acto contra el jubileo. Creo que eso no se entendió completamente”, dijo Johnny Rotten en entrevista con Charts.com en 2002.

A cuatro décadas del suceso histórico para el punk, el vocalista de Sex Pistols explica cómo se ha interpretado su canción erróneamente a través de los años, ya que nunca pretendió atacar a Elizabeth Windsor.

“Extrañaría mucho a la Reina como ser humano en la Tierra”, dijo el músico en 2017 a John Doran de Guardian. “No es su culpa haber nacido en una jaula dorada... ¿Puedo corregir esto ligeramente? Porque es importante. ‘La voy a extrañar’ suena ominoso y no quiero eso. Espero viva mucho. Dudo del ‘reinado’, pero ojalá que ella viva mucho”, dijo en un video entrevista de Quietus.

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