Cantante de The Cardigans: "No me gusta ser una estrella pop"

Imagen NINA PERSSON DE THE CARDIGANS 011

La artista sueca Nina Persson habló en el programa Tercera Voz acerca de su trayectoria, sus letras, sus inspiraciones que van desde los lazos amorosos hasta Black Sabbath, y de sus dos shows en Chile.


Nina Persson (44) preferiría ser hombre. "Preferiría ser hombre, no me gusta ser una estrella pop, me uní a la banda porque me gusta la música", bromea la voz y la figura más reconocible de la banda sueca The Cardigans, aludiendo a su apuesta desde los 90 por el bajo perfil, por una trayectoria sin mayores estridencias, y por la sutilezas para mostrarse como cantante y autora.

Con esa estampa llegó ayer al estudio del programa Tercera Voz, en La Tercera, donde habló de los dos shows que la traen de regreso al país -esta noche en La Cúpula Multiespacio del Parque O'Higgins y el domingo en el festival REC de Concepción-, pero también de las vacaciones que desde hace dos días disfruta en Santiago, entre paseos por el cerro San Cristóbal, comida local y los destellos de un verano capitalino que se resiste a partir. A pesar de encabezar un grupo de amplio éxito en todo el mundo, de altísima rotación radial en Chile y propietarios de un estilo melódico reconocible por años, Persson prefiere observar todo en equilibrio.

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"Nunca soñé (ser una cantante famosa). Me uní a la banda, a ellos les agradó mi gusto musical, y de repente estaba ahí y me encantó. Es una banda exitosa y de pronto fue como "¿qué sucedió?", recuerda la artista.

Quizás todo sucedió a partir de 1994, cuando las dos primeras entregas de The Cardigans, Emmerdale (de ese mismo año) y Life (1995), les reportaron reconocimiento europeo. Pero el golpe a la cátedra vino un año después, con First band on the moon, título sugerente para un trabajo que contenía una canción aún más sugerente, "Lovefool", la que marcó su identidad estilística para siempre.

"Fue una época en la que de algún modo estábamos haciendo exactamente el mismo tipo de trabajo que hicimos durante dos años, por lo que entendíamos ya el nivel de éxito que estábamos teniendo. La situación del día a día es la misma, puede que el escenario sea más grande, pero trabajábamos del mismo modo, trabajábamos con una sensación de éxito que igual vino después".

-¿Por qué se dieron cuenta después de ese éxito?

-Porque explotó la cuenta bancaria (se ríe). Es la manera en cómo lo haces, el trabajo siempre ha sido el mismo, en realidad.

Aparte de las melodías, "Lovefool" -y otros hits que llegaron después, como "Erase/Rewind" o "My favourite game"- también configuraron letras propias del conjunto, tópicos donde aparecían relaciones tormentosas, las vicisitudes de cualquier ser humano en crecimiento o la nostalgia por amores que se desvanecieron en el tiempo. Persson, una de las autoras de las composiciones, profundiza: "Siempre he escrito acerca de lo mismo, simplemente de las relaciones, como lo hace mucha música pop. He tratado de tocar todos los aspectos, diferentes dilemas. Por ejemplo, problemas de corazones rotos, de abusos, de soledad, de alienación. O relaciones sexuales o afectivas, de persona a persona".

-¿Ha cambiado su modo de escribir con el transcurso de los años?

-No realmente. Siento que de algún modo subjetivo voy alrededor de los mismos temas, giro en torno a ellos más o menos.

Pero además de todo eso, en las primeras producciones de los europeos había un gusto indisimulado por el rock de mayor voltaje: las menciones y los covers de Black Sabbath trepaban como un quiebre entre temas más adscritos al cancionero alternativo. "Pero Black Sabbath es muy melódica como banda de rock, también el rock de los setenta es música pop, básicamente. Black Sabbath es como la música de The Cardigans, pero en los setenta, entonces hay una gran conexión con ese tiempo".

Como fuere, The Cardigans estarán hoy a las 21.00 horas en el reducto santiaguino (entradas en Puntoticket) y 48 horas más tarde en el festival gratuito REC en Concepción, compartiendo cartel con Babasónicos, Aterciopelados, Ana Tijoux y Camila Gallardo, entre otros. Aunque Persson, casi siempre a contramano de los hábitos de las figuras de la música, revela un matiz: como público, jamás ha asistido a un festival. "Nunca. Porque toda mi vida, desde que tengo 20 años, he estado tocando en estos eventos todos los veranos, entonces siempre sólo fui a trabajar".

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