Basco pinta mural en los terrenos del nuevo CEAC de la U. de Chile

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Así se verá el mural de Basco Vazko que estará terminado a mediados de marzo.

El artista del mural del Museo Violeta Parra, llena de color las murallas de Vicuña Mackenna y Ramón Carnicer.


Los personajes de Basco Vazko (1983) comenzaron a aparecer tímidamente en 1998, en los muros de sitios abandonados del barrio Bellavista. Figuras semi-humanoides de dos bocas y cuatro ojos, con más o menos extremidades surgían de la noche a la mañana adornando la ciudad. Hoy, dos décadas después, la obra de Basco Vazko se ha expandido. De las calles saltó a las galerías comerciales en los 2000 y de ahí al extranjero: ha expuesto en China, EEUU y España y en 2009 participó en una muestra en Fundación Cartier de París, titulada Born in the streets con otros cultores del arte callejero.

En Chile su estampa es cada vez más amplia y colorida. En 2017 pintó el frontis, de 18 metros de largo, del Museo Violeta Parra, comisionado por el galerista de Die Ecke, Paul Birke. El año pasado pintó un mural en el ex edificio del Instituto Goethe en calle Esmeralda (que está en reconstrucción) y llenó de colores los 700 metros cuadrados del cielo del clásico galpón Víctor Manuel en el Persa Biobio.

Por estos días, el artista se enfrenta a una nueva obra encargada por la U. de Chile para decorar el frontis del futuro Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC) de la casa de estudios, ubicada en Vicuña Mackenna 20 (VM20, ver recuadro). Se trata de un mural de 530 metros cuadrados que estaría listo a mediados de marzo y que permanecerá por lo menos dos años, hasta que finalice la construcción del nuevo edificio.

Para Basco Vazko, sus últimas obras responden a una nueva forma de enfrentar el arte urbano: "Cuando empecé pintando en las calles, era otra la relación entre la ciudad y las personas, yo quería ocupar el espacio de manera independiente y sin que nadie me lo pidiera. Ahora son las autoridades que se han dado cuenta de la necesidad de enriquecer la experiencia de las personas con la ciudad. La U. de Chile entiende que no puede tener este espacio abandonado como un punto negro en la ciudad y que a cambio puede regalarle algo amable a la gente", dice el artista.

El proyecto se realiza bajo el alero de la plataforma Otra Ciudad del arquitecto Sebastián Cuevas, que se dedica a revitalizar con arte lugares abandonados de la ciudad. Ya lo hizo con las exitosas plazas de bolsillo, una ubicada en calle Morandé con un mural del Mono González y la otra en calle Santo Domingo, con dos obras de Dasic Fernández, el mismo artista del Paseo Bandera. Con Basco Vazko trabajaron juntos en la obra del persa Biobío y en una multicancha en la colonia Tacubaya de Ciudad de México. Ahora acaban de ganar un concurso para pintar cuatro cuadras en el artístico barrio Wynwood de Miami, mientras que Basco Vazko trabaja en una publicación con ediciones Vortex que reunirá el registro de las pinturas urbanas con las que comenzó, entre 1998 y 2010 y que hoy ya no existen.

El proyecto VM20

Se anunció en 2015, pero recién ahora las obras comienzan. Para abril de 2021 está fijada la entrega del proyecto Vicuña Mackenna 20 (VM20) un edificio de ocho pisos y 36.671 mil metros cuadrados, que albergará cinco áreas académicas de la U. de Chile: el Instituto de Asuntos Públicos (INAP), el Instituto de Estudios Internacionales (IEI), el Departamento de Postgrado y Postítulo, la Dirección de Relaciones Internacionales de esta Casa de Estudios y el Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC). Este último incluye una sala de conciertos para 1200 personas, donde funcionará la Orquesta Sinfónica, el Ballet Nacional Chileno y el Coro Sinfónico. El mural de Basco Vazko decora los muros de Vicuña Mackenna y Ramón Carnicer. El proyecto se dilató por la oposición frente a la demolición de la ex facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, un inmueble de 1902, para levantar el nuevo y moderno edificio.

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