El éxito póstumo del Rey del pop se ensombrece

Big Little Lies
HBO

Diez años después de su muerte, la figura de Michael Jackson había logrado remitirse a lo artístico y dejar en segundo plano sus problemas privados. Pero un nuevo documental reflota su lado oscuro y amenaza con estropear su legado.


Su nombre es prácticamente desconocido, pero el director de cine canadiense Bryan Michael Stoller fue amigo cercano de Michael Jackson y en su filmografía destaca la última aparición en pantalla del cantante, en la comedia Miss cast away and the island girls (2004). Días después de la muerte del Rey del Pop, en 2009, Stoller contó a Billboard un par de detalles interesantes sobre la amistad cinéfila entre ambos.

Por ejemplo, que tres meses antes de su fallecimiento habían acordado hacer juntos una película sobre niños en un hogar de acogida. Y también, que el título favorito del autor de Thriller era Matar a un ruiseñor, la adaptación de 1962 de la premiada novela de Harper Lee, sobre un abogado blanco que defiende a un hombre negro acusado falsamente de violación en la Alabama de hace un siglo. Si bien Jackson nunca vivió en un hogar de menores ni el racismo del sur de Estados Unidos de los años 30, los detalles narrados por Stoller ilustran con claridad las obsesiones extramusicales que atormentaron al artista en su adultez.

Los mismos fantasmas que, a casi una década de su muerte -el próximo 25 de junio-, resurgen con el estreno de Leaving Neverland, el polémico documental que se presentó en la reciente edición del festival de Sundance, y que vuelve a apuntar al lado más oscuro del Rey del Pop: su cuestionada relación con niños y adolescentes en diversas épocas de su vida adulta, y las acusaciones de abuso de menores que lo llevaron dos veces ante la justicia.

En este caso, el filme del británico Dan Reed revela y se centra exclusivamente en los testimonios de dos hombres que aseguran haber sido abusados sexualmente por la superestrella: Wade Robson y Jimmy Safechuck, dos antiguos fans del artista que dicen haber sufrido estos hechos a fines de los 80 y comienzos de los 90, cuando tenían siete y diez años. Los mismos que demandaron a los albaceas del solista en 2013, aunque sus casos fueron desestimados por la justicia estadounidense cuatro años después.

"Se necesitó mucho coraje para que estos dos hombres contaran sus historias y no tengo dudas sobre su veracidad. Creo que cualquiera que vea esta película sentirá y se dará cuenta del impacto emocional en los hombres y sus familias, y apreciará la fuerza que se necesita para confrontar estos secretos largamente escondidos", comentó el director de Leaving Neverland, quien al igual que los dos denunciantes aseguró haber sufrido amenazas de todo tipo por parte de algunos fans de Michael Jackson y sus representantes. Los mismos que han calificado el filme como un "intento patético de explotar y sacar provecho de Michael Jackson", y que "no aporta nuevas evidencias que sostengan sus acusaciones".

Más allá de las esperables declaraciones cruzadas, la cinta logró un objetivo inmediato: reflotar los cuestionamientos hacia una de las mayores superestrellas de la historia de la música y volver a abrir el debate, esta vez ante una opinión pública que mira con otros ojos y una sensibilidad distinta este tipo de acusaciones de. "Los detalles que presenta el reciente documental pueden ser más profundos y más difíciles de ignorar, pero no son nuevos. Nosotros, como sociedad, hemos logrado ignorar las acusaciones que Michael Jackson enfrentó en vida y escuchar su música", plantea una columna publicada ayer por el sitio International Policy Digest, que sintetiza en parte la idea que busca instalar el filme: la verdad siempre estuvo allí pero nadie quiso creerlas.

En ese sentido, Leaving Neverland llega en medio de un contexto que parece propicio para el objetivo de su director y sus protagonistas-acusadores. Si el anterior documental polémico sobre el artista, Living with Michael Jackson (2003), motivó una investigación criminal, el arresto del cantante y un juicio en su contra por siete cargos de abuso de menores -de los que finalmente fue absuelto-, esta nueva pieza de denunciante debuta a menos de un mes del estreno en la televisión estadounidense del documental que parece haber sepultado la carrera del cantante R. Kelly, por eventuales abusos a mujeres. Sin ir más lejos, en la reciente edición de Sundance también se presentó Untouchable, documental sobre las denuncias contra Harvey Weinstein, el caso que cambió el escenario en Hollywood y en el mundo del entretenimiento.

"Para los medios de comunicación es tentador vincular a Jackson a una narrativa cultural más amplia sobre la conducta sexual inapropiada", señaló recientemente Joe Vogel, comentarista de Forbes, a propósito del filme. Su columna plantea dudas en torno a Robson y Safechuck y señala que, pese a la sobreexposición de los casos, nunca se ha logrado comprobar ninguna acusación contra el Rey del Pop.

Producido por Channel 4 y HBO, Leaving Neverland aún no tiene fecha de estreno comercial, aunque podría llegar a la señal latinoamericana de esta última cadena en el segundo semestre.

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