El disco escondido del hombre de Missing

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La música trabajada en 1973 por el trío chileno Rimpelnudel iba a acompañar una película animada que Charles Horman, el periodista estadounidense que inspiró el filme de Costa-Gavras, planeaba llevar al cine. Pero el Golpe de Estado y la DINA quisieron otra cosa.


La época desaconsejaba las expectativas de ganancia pero era eso, precisamente, parte del encanto. El trabajo sin guía en el subterráneo de una casa en lo alto de Las Condes fue ordenando desde 1972 y por más de un año piezas de improvisación, canción y experimentación atmosférica para sonidos cristalinos y abstractos.

La disciplina respondía a un encargo, el primero de composición recibido por un trío de amigos llamado Rimpelnudel, formado cuatro años antes por Mario Carvajal, Ian Welden y Carlos Saraniti. Era música que iba a estar al servicio de una historia de dibujos animados y prodigiosa imaginación, sobre una familia que ocupa un iglú "al norte del norte, más al norte que el Polo Norte y de la vía láctea". El texto de The sunshine grabber estaba firmado por el periodista neoyorquino Charles Horman.

El reportero free-lance había llegado a Santiago junto a su esposa, Joyce, luego de un trayecto hacia el sur por gran parte del continente, y se mantenía en la capital con la voluntad de conocer a fondo el experimento socialista del gobierno de Salvador Allende. Las notas que desde acá despachaba a Estados Unidos no ocultaban su crítica a la intromisión del gobierno de su país en el proceso de la Unidad Popular.

No había cómo saber entonces que su paralelo proyecto de animación jamás se estrenaría, ni menos que el nombre de su autor circularía mundialmente con una horrible denuncia asociada. Charles Horman es conocido hasta hoy sobre todo como el hombre que inspiró Missing (1982), la cinta del cineasta greco-francés Costa-Gavras con Jack Lemmon y Sissy Spacek en roles protagónicos, y una Palma de Oro en Cannes y un Oscar al Mejor guión adaptado como pruebas mayores de su valía. El asesinato a tiros del estadounidense en el Estadio Nacional a pocos días del Golpe de Estado y el posterior abandono de su cuerpo probó ser obra de militares bajo órdenes de la DINA, quienes no entregaron su paradero a la familia sino hasta un mes más tarde de su detención.

"La posibilidad de un Golpe en Chile era algo que se conversaba, y a lo que Charlie recuerdo que estaba especialmente atento, en parte como precaución. Él dejó esa casa que arrendaba en Las Condes y se mudó junto a Joyce a Vicuña Mackenna. Antes de irse pasó a saludar a mi casa con una copa de vino en su mano. Fue una extraña visita. Como si presintiera algo. Fue la última vez que lo vi".

Quien describe el recuerdo es Mario Carvajal, pintor y autor de libros infantiles, entonces creador y ejecutante en Rimpelnudel. Su motivación por la música se iba a afirmar décadas más tarde en un disco junto al Grupo Cristálida (Despertando al centinela de piedra, 2007) y una publicación solista (Umbral, 2009). Hoy las maquetas trabajadas junto a Rimpelnudel para la película animada de Charles Horman le inquietan en varios sentidos. Cree que cargan con una parte relevante de la pequeña historia de un país que hizo estrellar también sus cauces creativos contra una represión y miedos insospechados.

Las trece composiciones que quedaron para esa banda sonora inconclusa evocan atmósferas que suenan a naturaleza y juego, a ingenuidad y fiesta. Canto, guitarras y percusión levantan piezas breves -a veces, con estructura de canción, a veces instrumentales- en las que se acoge cierta experimentación con cintas y eco. Todo iba quedando registrado en una grabadora vertical Sanyo de cinta magnética.

Un tema llamado Improvisación da luces sobre un método de trabajo que entonces el conjunto inspiraba en parte en la labor de conjuntos locales como Los Jaivas y Blops.

"Éramos estudiantes y confiábamos en la dinámica de trabajo de taller, sin jerarquías ni estructuras preestablecidas", describe Carvajal. "Charlie se asomaba a veces, opinaba, nos comentaba cuánto le gustaba todo".

Al comenzar septiembre de 1973, Rimpelnudel tuvo una reunión en el sello IRT con miras a un contrato de publicación para su música. "Déjennos escuchar su cinta y nos volvemos a reunir", se comprometieron allí. "¿Qué les parece el miércoles 12 al mediodía?".

Ocurrido el Golpe, Mario Carvajal no tardó en saber de la desaparición de su amigo neoyorquino y la desesperación de su familia: "Su casa fue allanada y el material de la película, destruido. Joyce se quedó buscando a su esposo por todas partes y la ayudamos en su intento. Vino su padre, Edmund Horman, a colaborar en la búsqueda. Semanas después Joyce nos llamó sorpresivamente desde Nueva York informándonos que Charlie había muerto en manos de los militares".

En el sitio hormantruth.org puede revisarse el contenido de The sunshine grabber en formato de libro electrónico. Es todo el registro visual disponible para el proyecto. El texto es de Charles Horman y las ilustraciones llevan el crédito de Joyce Horman y Lucho Mestres. Falta ahí la música.

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