Roma confirma su favoritismo en la noche de los Globos de Oro

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La cinta del mexicano Alfonso Cuarón se impuso como Mejor Película Extranjera y Mejor Director. Green Book logró Mejor Guión y Mejor Actor Secundario.


Fue una de las ediciones más polémicas en la historia de los Globos de Oro. En 2018 la 75° versión de los premios que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, estuvo teñida por la manifestación masiva de la comunidad de actores y actrices quienes en su mayoría vistieron de riguroso negro en respuesta al escándalo que desataron las denuncias por abuso sexual en contra de prominentes figuras como Harvey Weinstein y Kevin Spacey y plegándose al movimiento #MeToo con un eslogan propio, el llamado Time's Up (llegó la hora).

Un año después de la tormenta parece haber llegado la calma y ya en las horas previas al evento en el Hotel Beverly Hilton de Los Angeles, durante la alfombra roja, no se veía rastro de la otrora campaña contra el abuso en Hollywood.

La ceremonia partió con el discurso de los presentadores Andy Samberg (Brooklyn Nine-Nine) y su compañera, la actriz Sandra Oh -nominada a Mejor actriz por la serie Killing Eve- quien hizo una sentida referencia a la transformación que está sufriendo la industria con lo que ella llamó "los rostros del cambio" y la cámara se enfocó en actrices como la mexicana Yalitza Aparicio (Roma) y Regina King, quien justamente se quedó con el galardón a Mejor Actriz Secundaria por If Beale Street Could Talk, la película de Barry Jenkins (Luz de luna) que adapta la novela de James Baldwin. La actriz, también nominada por Seven Seconds, marcó uno de los puntos altos de la noche al decir que en los próximos años producirá proyectos que respeten un 50-50 la equidad de género.

El primer premio de la noche, eso sí, fue para fue para una leyenda de Hollywood, Michael Douglas, por su protagónico en la serie de comedia El método Kominsky, un título de Netflix que había sorprendido en las nominaciones con tres candidaturas. Su interpretación, de un viejo mentor que tiene su propia escuela de actuación, le dio el sexto Globo de Oro de su carrera y el segundo por un rol televisivo (ganó hace cinco años por la película Behind the Candelabra).

En quizás la categoría más difícil de predecir, Patricia Arquette triunfó como Mejor actriz de miniserie o película para la televisión, por Escape at Dannemora, ficción de Showtime basada en hechos reales y dirigida por Ben Stiller, donde se sometió a una impresionante transformación física para encarnar a la empleada de una prisión que ayuda a dos convictos a huir.

La gran favorita de la noche Roma, la cinta en blanco y negro del mexicano Alfonso Cuarón se quedó con el galardón a Mejor Película en Lengua Extranjera y Mejor Dirección. La tercera nominación que tenía era Mejor Guión, que fue para Green book: Una amistad sin fronteras, también ganadora en Mejor actor de reparto (Mahershala Ali).

Histórico fue el triunfo de Sandra Oh, quien al recibir el premio de Mejor actriz de drama de TV se convirtió en la tercera conductora en ser premiada la misma noche. Con su protagónico en la serie británica Killing Eve, sobre una oficial del MI5 que se obsesiona con una asesina, superó en la categoría a pesos pesados como Julia Roberts (Homecoming) y Elizabeth Moss (The handmaid's tale).

Lady Gaga, en el año que se alzó como revelación del cine gracias a su rol en Nace una estrella, conquistó su primer galardón de la noche por la canción Shallow, el principal éxito de una banda sonora que ha roto marcas desde su debut. También en el ámbito musical, el compositor Justin Hurwitz (La la land) volvió a obtener el galardón de Mejor banda sonora, esta vez por El primer hombre en la Luna.

Al cierre de esta edición la película más nominada de los Globos de Oro, El vicepresidente, había perdido en tres categorías y sólo se había llevado el de Mejor de actor de comedia o musical, para Christian Bale, por su transformación en el rol de Dick Cheney, el vicepresidente de George W. Bush. También se otorgaron los galardones para Richard Madden como Mejor actuación de drama en TV por Guardaespaldas y The Americans, la serie de FX se despidió como Mejor drama de televisión. El Mejor actor secundario de TV fue para Ben Whishaw, por la elogiada miniserie A very english scandal. Se entregó por primera vez el Premio Honorífico a la leyenda de la TV estadounidense Carol Burnett.

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