Rosalía: "Llevaré a Chile algo único y muy especial"

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La cantaora catalana que exporta el flamenco-pop a todo el mundo habla con Culto de su suceso planetario, de su debut en cine de la mano de Almodóvar y de su viaje a Lollapalooza Chile 2019.


Su personalidad y voz tímida se encuentra en las antípodas de sus atrevidas performances y fuerza interpretativa, pero así es Rosalía (25), una joven dulce que poco se parece a la mujer empoderada que hace vibrar los escenarios más importantes del mundo al cantar El mal querer, título de su segundo álbum, el que anunció en septiembre pasado en la plaza más concurrida de Nueva York, Times Square.

"Cuando estaba allí y vi el cartel me hizo tanta ilusión. Pensaba en todos estos años de trabajo, dedicación y esfuerzo. Poder presentar un disco ahí es lo más grande. Es un sueño porque significa dar a conocer tu música a gran escala y compartirla con el mundo entero. Más allá de dónde vengo o el lenguaje que uso, más allá de todo. Esa visibilidad de Times Square fue una bendición y la agradezco de todo corazón, le da sentido a mi trabajo y a la gente que hay detrás de mí", dice la solista catalana al ser consultada sobre el poderoso anuncio de su producción discográfica, que salió al mercado el pasado 2 de noviembre.

Pocos saben cómo definir a Rosalía Vila. Algunos críticos la llaman la gran promesa del flamenco; sin embargo, otros la coronan como la nueva reina del pop. En tanto, ella se muestra dispuesta a abrazar todos los géneros y ritmos sin imponerse límites de ningún tipo, mucho menos a nivel creativo.

"Yo hago música desde una pulsión, desde la necesidad y desde mis ganas de experimentar. Cómo la gente la comprenda o quiera recibirla yo no puedo controlarlo. Si alguien quiere considerar que lo que canto tiene un nombre, pues que se lo ponga. Yo estaré feliz de que cada cual reciba lo que hago como mejor considere. Por mi parte, pienso que todo está hecho e inventado. Me encanta todo tipo de música y no tengo prejuicios. Todo lo que escucho está reflejado en mi sonido", dice la joven, quien recibe a Culto en la suite del EAST Miami, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, ubicado en Brickell Plaza.

Más allá de las etiquetas, lo que es innegable es el fenómeno que la española protagoniza a nivel planetario este 2018, sobre todo desde que apareció cantando en un par de tracks del último disco del colombiano J Balvin, Vibras. Un suceso que amplificó meses después con la salida de su último LP, los dos Grammy Latinos que obtuvo el mes pasado y su aterrizaje en algunos de los más importantes festivales del mundo, como las próximas ediciones del Primavera Sound y los Lollapalooza sudamericanos. Sin ir más lejos, esta semana el diario El País aseguró en una columna que "a partir de ahora AR significa antes de Rosalía", graficando el impacto que ha tenido en la cultura pop de su tierra.

Consultada sobre su apabullante éxito internacional y la posibilidad de cantar flamenco en inglés, para seguir ganando terreno en el mercado anglosajón, la cantante echa por tierra los rumores de quienes aseguran que está lista para hacer el crossover: "Mi visión del flamenco es muy personal. Estoy inspirada en este género, pero ya me cuesta decir que lo que hago es flamenco. Mejor dejo que los demás lo definan. Si lo cantara en inglés quizás no sería flamenco. Creo que cada género tiene un lenguaje que le es natural. Es como la música brasileña, no sería lo que es si no fuera interpretada en portugués, ya que de eso va su fonética y sonoridad. Lo mismo pasa con la música mexicana y latinoamericana. Uno siente un determinado género porque las palabras te llevan a ese lugar, así es que no sé cómo sonaría el flamenco en inglés en realidad. No lo he pensado".

En Lollapalooza

En uno de los lugares más apartados del planeta, uno que desafía todos los límites geográficos, la voz de Rosalía se alza a un volumen pocas veces visto, logrando que su quejidito y llanto tan peculiar conquiste y popularice el flamenco en rincones insospechados de Chile. Un hecho que a la joven le emociona y llena de entusiasmo, cuando se le consulta sobre su visita al país.

"Nunca he estado en Chile pero tengo muchas ganas de ir. Me encanta la energía que recibo siempre de mi gente chilena. Me dan mucho calor, cariño y en las redes sociales lo noto", dijo.

Sobre su participación en la próxima versión santiaguina del festival Lollapalooza, que se realizará entre el 29 y el 31 de marzo de 2019, Rosalía adelanta: "Intentaré llevar algo único y muy especial con toda mi ilusión porque la ocasión lo amerita".

Llena de energía y deseos de comerse el mundo, como toda millennial, la intérprete de Malamente confiesa que -aparte del estudio de grabación y el escenario- el lugar donde más disfruta estar es en Barcelona, rodeada de su familia. "En mi pueblo y con los míos es donde siempre deseo estar. Yo soy muy familiar, de bailar y jugar con mi sobrino. Con eso soy feliz. Por ahora tengo todos mis sentidos puestos en mi trabajo, porque es lo que más me apasiona en el mundo, pero a mi familia la amo y es muy importante tenerlos cerca y compartir", comenta la cantaora que, siendo apenas una niña de 7 años, cautivó a toda su familia en una comida familiar, momento en el que su voz fina hizo llorar a todos.

-¿Cree que ese fue el hito que marcó el inicio de su carrera musical?

-Yo siempre sentí que tenía una conexión con la música y que con mi voz podía comunicarme, pero no nací con una voz grande. Fui entrenándola y desarrollando poco a poco el sueño de cantar. Cuando era pequeña no era muy consciente, supe que quería ser artista a partir de los 10 u 11 años, pero lo que significa ser músico ha cambiado con el paso del tiempo. No tiene que ver solo con cantar, sino con componer, estar más involucrado en la producción y en todos los detalles de lo que significa hacer música.

-El 2017 emocionó hasta las lágrimas a Alejandro Sanz durante el homenaje que se le realizó tras ser nombrado Persona del Año, en los pasados Latin Grammys. ¿En ese momento estaba consciente de lo que estaba generando en todo el público y frente a quienes integran la Académica Latina de la Grabación?

-Yo recuerdo que estaba muy nerviosa antes de hacer esa actuación y cantar Cuando nadie me ve. Sabía que me vería todo el mundo de la industria y sabía que podía ser decisivo para bien o para mal. A partir de ese día fue un seguir haciendo y he tratado de seguir construyendo mi carrera como músico y consolidando los pasos que venía dando.

Acumulando millones de reproducciones con las tres canciones que adelantó de su segundo álbum El mal querer, Rosalía reconoce que se esmeró en hacer un disco que busca empoderar a la mujer, mensaje que para muchos la consolida en el género del flamenco-pop.

"El álbum tiene fuerza femenina. Al inicio su protagonista se muestra frágil y vulnerable, pero a medida que va pasando el tiempo y va aconteciendo todo, se presenta reafirmada, fuerte y muy poderosa. Así es como a mí me gusta reivindicar a la mujer".

-Detrás de la producción también surge una propuesta estética interesante, en la que su look cobra mucha relevancia.

-Así es, por eso tanto esfuerzo detrás de un trabajo como este que se reduce a media hora de canciones. He intentado hilar todos los temas para que tengan sentido y reflejen una historia que gire en torno a este amor oscuro, por eso cada canción es un capítulo. Le he puesto muchas ganas escribiendo y inspirándome en estas letras flamencas y en la historia de este mal querer.

Neo-flamenco

Rosalía nació catalana, sin andaluces ni músicos en la familia. Reconoce que en su niñez jamás escuchó este género en casa, sin embargo, cuando se convirtió en adolescente quiso ser cantaora. Siendo hoy toda una revelación para su país, criticada por los puristas del flamenco, pero ovacionada por quienes le aplauden que sin tener acento andaluz pueda contar con él.

"El flamenco está muy presente en mi tierra, de donde yo vengo que es Barcelona. Allí se respira esa cultura andaluza y yo en la calle con mis amigos lo escuchaba. Descubrir este género marcó un antes y un después en mi vida. Dije: 'Wow!, esta es la música que más me llega al corazón'. Cualquiera que va un concierto de flamenco, si está abierto, esa música lo traspasa. Para mí fue como una flecha en el pecho escuchar a Camarón (cantaor flamenco). Se me clavó, te lo juro, por eso vivo de esta manera el flamenco, porque tiene esa capacidad de emocionar. Por eso mi sonido bebe tanto de ahí.

-Estudia música desde los 13 años y se ha preparado desde muy niña para convertirse en la artista que es hoy. En ese sentido, ¿por qué tantos medios de su país aseguran que su éxito es parte de un boom que ha surgido de la noche a la mañana?

-Totalmente, yo creo que la gente a veces conoce más de tus pasos a partir de que presentas un primer trabajo discográfico, pero la verdad es que yo no tuve nada de prisa para hacerlo, por eso lancé mi primer álbum con 20 y tantos. Hasta que no tuve claro el disco que quería hacer, no lo comencé. De hecho, tuve la oportunidad cuando tenía entre 16 y 17 años de hacer un disco, me lo ofrecieron, pero dije que no, porque primero quería hacer mi carrera universitaria de músico. Quería crecer y tener clara mi visión y mi proyecto para poder desempeñarlo.

Para cerrar el 2018 con broche de oro, Rosalía también llega a la pantalla grande en la nueva película del director manchego Pedro Almodóvar, Dolor y gloria, cinta que se estrenará en 2019 donde comparte créditos con Penélope Cruz. Consultada sobre esta aparición responde emocionada, por lo que quizás esta faceta sea el adelanto de una carrera que también la consagre como musa del cine.

"Ella [Penélope] es una mujer que inspira. Cuando la tienes cerca te das cuenta de que lo envuelve todo. La gente se voltea a verla cuando ella está en un lugar o cuando habla. Es muy inteligente, paciente y me encantó verla cómo actuaba, improvisaba y se desenvolvía en la escena. Era mi primera vez en el cine así que estaba nerviosa porque los admiro mucho a ambos, a Pedro y a ella. Fue una gran experiencia", cierra.

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