Herencia Parra: Colombina no rinde cuentas

Nicanor Parra en 1997, con 83 años, y su hija Colombina, entonces de 26.

La hija menor y albacea debía presentarse ayer en el juzgado, pero no llegó. "No nos vamos a prestar para una guerrilla judicial", dice su abogado Luis Valentín Ferrada.


Con letra temblorosa, sin embargo con el sello de profesor que la caracterizaba, el poeta Nicanor Parra registró su firma en el último contrato literario que suscribió en vida, un año antes de morir, a los 103 años, el 23 de enero de 2018.

El contrato era para la publicación de El último apaga la luz, antología a cargo de Matías Rivas, impresa por el sello Lumen en 2017.

Ahora, a pocas semanas de cumplirse un año de su muerte, no hay noticias de nuevos libros, reediciones ni exposiciones con la obra escrita o visual de unos de los creadores más relevantes de Latinoamérica del siglo XX.

El motivo central del aparente descuido en la difusión de la poesía del autor de los Artefactos es la demanda de nulidad del testamento, que en junio pasado presentaron los hijos mayores, Catalina y Alberto, representados por el estudio de abogados de Grasty Quintana Majlis & Cía.

El poeta tuvo seis hijos de tres matrimonios. Los dos mayores demandan a los otros cuatro: Francisca, Ricardo, Colombina y Juan de Dios. Estos últimos son representados por el abogado Luis Valentín Ferrada.

En el testamento de Parra, Colombina resultó beneficiada con el 58,33% del total de la herencia, además de ser designada su albacea. La semana pasada, los demandantes solicitaron una audiencia para una "Rendición de cuentas" de la albacea. Colombina se presentó con su abogado, pero según los demandantes se negó a rendir cuentas.

Ayer en la mañana se realizó otra audiencia para la "Exhibición de documentos" en el 12° Juzgado Civil de Santiago. Esta vez, "Colombina y su abogado no llegaron", dice Jorge Meneses, abogado de Catalina y Alberto. "Ellos se niegan a rendir cuentas y ahora el Tribunal debe resolver sobre las peticiones de multa y arresto que se derivan de su no comparecencia", agrega.

Además, esta semana se realizó otra solicitud para reponer los sellos que impiden el acceso a la casa de Las Cruces, instalados en octubre, porque según Meneses fueron violados.

"Quizá entró algún vecino, probablemente a la tumba, pero nadie de la familia", afirma el abogado Ferrada, y sobre la ausencia de Colombina en el juzgado, su argumento es sencillo: "Ella no llegó porque notificaron mal. Ellos insisten en notificar a Colombina en un lugar que no es su domicilio, en Julia Bernstein, en La Reina. Ella salió de esa casa hace más de 15 años", dice respecto de la propiedad que Parra adquirió en 1958.

"En el fondo ellos (los demandantes) han tomado una estrategia de guerrilla. No nos vamos a prestar para una guerrilla judicial. La Colombina se va a defender hasta las últimas consecuencias conforme su derecho", subraya Ferrada. Ante estos motivos, el abogado Meneses cree que "aquí hay un ánimo de recurrir a argumentos bastante pequeños para no cumplir con el mandato del Tribunal".

Sobre la rendición de cuentas, Ferrada es categórico: "El Código Civil establece expresamente que en el caso del albacea solo se pide una vez que cesa en su cargo". Pero Meneses entrega otra versión: "La ley no prohibe que se exija la rendición de cuentas en un momento anterior al cese del ejercicio del cargo de albacea. Colombina no tiene intención de rendir cuentas y eso es realmente preocupante".

La herencia del antipoeta cuenta con 17 cuadros de Violeta Parra. En junio pasado la fundación de la artista solicitó "la restitución" de ellos. "Hemos tenido conversaciones muy auspiciosas con la fundación; Colombina tiene un deseo real de ayudar para que los cuadros sean exhibidos, pero con esta guerrilla Colombina está inmovilizada, tiene que ajustarse estrictamente a la ley", concluye Ferrada.

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