Lauryn Hill vuelve a Chile con el aniversario de su icónico debut

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La cantante llega en mayo con la gira de los 20 años de The Miseducation of Lauryn Hill, álbum que la convirtió en superestrella y en renegada de la industria.


Fue el disco que la convirtió en estrella mundial y en ícono cultural para toda una generación. En 1998, luego de una exitosa carrera junto al trío de hip hop Fugees, Lauryn Hill debutaba como solista con The Miseducation of Lauryn Hill, una poderosa crónica personal sobre maternidad, desamor, espiritualidad y los desafíos de una mujer afroamericana de fines del siglo XX, que en 14 canciones parecía condensar el pasado y futuro de la música negra. El álbum terminó vendiendo cerca de 20 millones de copias en el mundo, sumó tres número 1 -"Doo wop (that thing)", "Ex-factor" y "Can't take my eyes off you"- y convirtió a Hill en la artista femenina con mayor número de nominaciones (10) y galardones (5) en una sola edición del Grammy, incluyendo Álbum del Año.

Por eso, cuando tres años después se anunció el primer concierto de la cantautora en Chile, como acto principal la segunda edición del festival Natural Mystic, decenas de miles de personas se movilizaron al Estadio Nacional, con la esperanza de al fin escuchar en vivo los éxitos de su debut discográfico. Pero para entonces Hill ya no era la misma, y lo que se vio esa tarde de abril de 2002 en Ñuñoa fue a una artista enemistada con los cánones que impone la industria, que acompañada sólo por una guitarra de palo y víctima de problemas en su voz decidió limitar su performance a seis o siete canciones acústicas (sólo una de éstas, por cierto, de su popular álbum de 1998).

Veinte años después de la publicación de The miseducation..., y mientras sus seguidores siguen esperando un segundo disco solista que aún no ve la luz, Lauryn Hill inició una gira que conmemora el aniversario de su estreno en solitario, con un espectáculo que esta vez sí recorre sus 14 canciones junto a diez músicos y tres coristas. Un tour que ya amarró su paso por Chile para la primera quincena de mayo del próximo año, en lo que desde ya se proyecta como uno de los regresos de la temporada. Si bien los detalles se oficializarán en los próximos días, se espera que el show recale en un recinto de alta capacidad, tras su paso por el Luna Park de Buenos Aires el 1 de mayo.

La gira, que comenzó en julio en Estados Unidos, no sólo celebra el legado de un disco que se anticipó al discurso de Beyoncé y Kendrick Lamar, sino que además marca el regreso de la cantante de 43 años a los grandes escenarios, luego de dos décadas de extravío artístico con esporádicas presentaciones en vivo (marcadas por los retrasos en los horarios). Salvo una que otra colaboración, tampoco ha mostrado novedades discográficas desde MTV Unplugged No. 2.0 (2001), el LP que vino a mostrar a Chile y que grabó en vivo cuando aún no dominaba del todo la guitarra.

Desde entonces, la solista se ha dedicado a la crianza de sus seis hijos, estuvo tres meses en la cárcel por evasión de impuestos y ha derrochado presupuestos de compañías discográficas para un frustrado segundo trabajo de estudio. Además, se reunió brevemente con sus excompañeros de Fugees, Wyclef Jean y Pras, que terminaron criticando su divismo y exigencias tales como ser tratada como "Miss Lauryn Hill". Así figura hoy en redes sociales y Spotify.

"La Lauryn Hill que conocían era solo la que me permitían ser. Me sentía incómoda sonriendo a gente que no me caía bien o ni siquiera conocía", ha reconocido la artista, quien ha justificado estos cambios en su necesidad de liberarse de la opresión de la industria. "Tuve que dominar mis demoniacos complejos de inferioridad, inseguridad y el miedo a ser negra, joven y talentosa en esta cultura Occidental que no entiende cómo los conceptos 'mujer' y 'fortaleza' pueden funcionar juntos", ha comentado.

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