Andrés Calamaro: "Entre Nicanor Parra y Vicente Huidobro se encuentra el mundo entero"

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"El Salmón" en la sesión fotográfica de Cargar la suerte, el disco que lanzó este mes.

A 40 años de su debut, el argentino vuelve con Cargar la suerte, uno de sus álbumes más inspirados. En entrevista con Culto, el músico habla de boxeo, poesía chilena y corrección política.


Hace exactas cuatro décadas, por esta misma época del año, un adolescente Andrés Calamaro soplaba 17 velas en plena sesión de grabación del que sería su primer disco: B. O. V. Dombe, el debut de la banda uruguaya-argentina Raíces. Fue el estreno profesional en la música del niño prodigio, la prehistoria de Los Abuelos de la Nada, Los Rodríguez, Alta suciedad y otros capítulos gloriosos que el cantautor bonaerense ha escrito para la música popular en español.

"En aquellos años todavía era un estudiante, escuchaba los grandes discos grabados en Los Angeles con espléndidos músicos secundando a artistas como James Taylor, Jackson Browne o David Crosby", recuerda el cantautor, quien 40 años después de esa experiencia estrena su decimoquinto álbum en solitario, Cargar la suerte, registrado precisamente en Los Angeles y en instalaciones de lujo, acompañado de renombrados instrumentistas y a la antigua, con sólo cuatro sesiones y grabando todos juntos. Un auto-regalo de aniversario artístico que resultó en uno de los discos más inspirados del trasandino en los últimos años.

"Cuarenta años es mucho tiempo, pero supongo que soy la misma persona después de muchas batallas y sacrificados triunfos", reflexiona Calamaro vía correo electrónico -la forma que escogió hace años para hablar con la prensa-, quien recurre a las imágenes de gladiadores deportivos para plasmar sus luchas diarias. La del torero, por ejemplo, que "carga su suerte" cuando define cómo enfrenta al toro en el ruedo. O la del boxeador, como se ve en el videoclip de su último single, Verdades afiladas, con guiños a Taxi driver y al boxeo. "Un buen combate de boxeo encierra muchas cosas, involucra una inteligencia especial, el poder humano, los reflejos y la estrategia inmediata [...] Como ocurre con las artes plásticas y la tauromaquia, hay que aprender a ver (primero) para saber sentir", explica.

¿Cuáles son las batallas que libra "el Salmón" a sus 57 años? Cargar la suerte da algunas pistas. El despecho amoroso es una de ellas, como deja en claro Verdades afiladas, un clásico himno "calamariano" de guitarra eléctrica y algunas de las mejores líneas del disco ("que vuelvas para serle infiel conmigo"). En Las rimas, otra cumbre del álbum, dispara confesiones con fraseo hiphopero ("No me acuerdo de la letra de ninguna de mis canciones", rapea), mientras que My mafia establece su posición ante los tiempos que corren: "Cuando ladra la moral / En modal inquisición / Me corresponde cantar a la libertad". Pura honestidad brutal.

-¿Qué lugar cree que ocupa Cargar la suerte en su discografía?

-Siempre creo que estoy haciendo el mejor disco posible, pero Cargar la suerte tiene ciertas peculiaridades que lo hacen especial. Preparamos el disco con buenas maquetas de nuevas canciones, escribí las letras primero y terminamos letra y música con Germán [Wiedemer, su director musical]. En Los Angeles, Gustavo [Borner, productor ganador de 15 Grammys] dispuso de condiciones óptimas para una grabación tradicional pero arriesgada: tocar todos juntos, músicos y cantante; y grabarnos ensamblados en cuatro sesiones, en cuatro días. Y grabamos de muy buen humor, con gratitud y respeto. No hubo casi interrupciones entre la hechura de las canciones, la grabación de las maquetas y la grabación en Burbank. La sociedad con Germán y Gustavo, y el concurso de músicos contrastados, resulta en un disco importante que considero entre mis mejores grabaciones, sin dudas.

-Entre las referencias que ha mencionado para este álbum está el poeta chileno Vicente Huidobro. ¿Qué impacto ha tenido su obra en sus propias creaciones?

-Vicente Huidobro es un poeta insólito, completo y genial. El impacto de la poesía en la música es relativo, somos lo que leímos, el cine que vemos y la música que escuchamos. Reflejar tanta sustancia en las canciones no siempre es posible pero tampoco es un método. En ocasiones, un solo verso o un diálogo en una película puede provocarnos el deseo de escribir a partir de las palabras encontradas. Entre Nicanor Parra y Vicente Huidobro se encuentra la poesía chilena. Y el mundo entero.

-La apología a la libertad de My mafia parece una nueva crítica a la corrección política. ¿Ve ahí al gran enemigo del artista hoy?

-No sé si lo que antes llamábamos "corrección política" es el gran enemigo. Sinceramente lo dudo. Creo que las correcciones son moralistas, que son un fenómeno que encuentra terreno fértil en internet, que están exagerando un poco; que algunas luchas rozan lo urgente pero otras rozan en los ridículo. Es posible que la situación empeore porque muchos van a pensar antes de hablar y pronunciarse, en deterioro de la libertad. Pero no creo que sean el gran enemigo, ni los elementos mas peligrosos. Vivimos en un mundo que permite que existan el hambre y la guerra porque, aunque inverosímil, son un gran negocio para un grupo de personas capaces de todo.

-Se le ha visto bastante activo en Twitter. ¿Se ha reconciliado con las redes sociales?

-No sé manejarme en sitios públicos de Internet. Definitivamente no. Pero hace unos meses empecé con una audición de radio. Todos los días de noche, una hora de música comentada. Pensé que anunciarme en las redes podía reclutar más oyentes de música. Todos estamos conectados y esta entrevista viaja por las carreteras digitales también. Pero los foros abiertos no son recomendables porque construyen una realidad paralela impulsiva y moralista... están buscando culpables.

-¿Es posible que lo veamos pronto en Chile?

-Es perfectamente posible.

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