El Perú actual a través de la lupa de sus narradores

Gabriela Wiener.

Ha sido un año movido para Perú. En marzo renunció Kuczynski, luego asumió un desconocido Martín Vizcarra, se anuló el indulto a Fujimori y Keiko cayó presa. Seis autores peruanos, varios de los cuales estarán en Santiago para participar en la Filsa, hablan con Culto sobre qué viene ahora.


-Perú aún se divide entre fujimoristas y antifujimoristas. ¿Por qué lo que haga o no haga Fujimori, su hija Keiko o Kenji siempre suele remecer a la política peruana?

Sergio Galarza: Primero hay que aclarar que el fujimorismo no es una ideología, es un movimiento carente de ideas. Lo que Fujimori hizo como gobernante fue proponer soluciones bajo sus propias leyes. Ahora que se estrecha el cerco judicial hacia Keiko, es probable que sus seguidores la abandonen.

Gabriela Wiener: Porque las dictaduras, en Chile saben un poco de eso, no se acaban cuando el dictador muere o sale del poder, quedan las secuelas como una larguísima resaca. Y quedan los herederos de la tiranía y de los que resistieron. La reconciliación solo pasa por la reparación sin condiciones.

Santiago Roncagliolo: Por sus propios méritos. Ellos representan a un sector de la sociedad rabiosamente derechista: religiosos conservadores, liberales económicos radicales y ciudadanos que ven en la izquierda todas las plagas de los años 80, como la violencia y la hiperinflación. Con ese perfil, los Fujimori viven enfrentados a casi todos los demás sectores.

Alejandro Neyra: Creo que puede verse este escenario en el contexto histórico más amplio -y que se da creo en todos los países- en los cuales facciones opuestas se enfrentan. En el Perú el siglo XX, por ejemplo, está marcada por el aprismo y el antiaprismo, sobre todo, pero también por el comunismo y el anticomunismo.

Renato Cisneros: Los únicos responsables de que los reflectores no se aparten de ellos son ellos mismos. Sus divisionismos internos, su permanente sabotaje del Estado de derecho, su innegable vínculo a personajes asociados al delito común, su absoluta falta de autocrítica y su tendencia a la victimización, han convertido a la familia Fujimori en la protagonista permanente de malas noticias.

Karina Pacheco: Es un tipo de pensamiento muy básico que se ha nutrido de los miedos, así como de la decadencia del sector educativo donde todo el objetivo se dirige a ser "emprendedor", "exitoso", "competitivo"; con un discurso donde el pensamiento crítico brilla por su ausencia.

-Al menos desde afuera, se ha visto como algo positivo el paquete de reformas que ha implementado Martín Vizcarra, ¿es un avance?

Sergio Galarza: El juego de la política en el Perú se ha vuelto tan complejo que es muy complicado saber el efecto que producirán las medidas que toman sus actores. ¿Por qué Vizcarra no fue hasta el final cuando pudo disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones? Es como una lucha entre la civilización y la barbarie.

Gabriela Wiener: Vizcarra empezó mostrando una postura de consenso con la oposición que la ciudadanía le afeó, le cuestionó, porque sin duda no se puede dialogar con la mafia. Dio un giro y en los últimos tiempos ha sido mucho más explícito en su confrontación con el fujimorismo. Ahora hay una guerra abierta entre ellos.

Santiago Roncagliolo: Vizcarra ha pasado de Presidente accidental a estrella inesperada. La razón es una mezcla de audacia y casualidad. El mayor partido político del Perú es el antifujimorismo. Pero es un partido sin líder. Además, tuvo suerte: el fujimorismo se dividió y desacreditó como nunca antes.

Alejandro Neyra: Creo que más que las reformas, el gran éxito de Vizcarra está en que ha sabido conectar con la ciudadanía y con el peruano de a pie. Su decisión para luchar contra la corrupción y la propuesta de ir a un referéndum para algunos temas clave dan la esperanza de que sí podemos avanzar.

Renato Cisneros: Sí, pero un avance a medias. Se trata de reformas que sintonizan con el pedido de la ciudadanía de adecentar la clase política, pero algunas de ellas muestran ligerezas constitucionales que han suscitado un tedioso debate en el Congreso. En todo caso, lo que se destaca en Vizcarra es el cambio de actitud.

Karina Pacheco: Es un avance muy significativo. Si Vizcarra no daba esos pasos decididos, su gobierno, y por tanto la mínima estabilidad democrática en el Perú, estaría al borde del abismo. El fujimorismo acorraló a su antecesor Kuczynski desde el mismo día que asumió el gobierno, y este una y otra vez cedió a sus pretensiones hasta verse arrinconado.

-Después de la debacle fujimorista en 2000, Perú se transformó en la "estrella emergente" del continente. ¿Cuánto hay de mito y de verdad en esta aseveración?

Sergio Galarza: El Perú es un país atractivo para los inversionistas porque saben que ahí todo se vende y todo se compra. Odebrecht lo ha demostrado. ¿Cambiará algo? Lo veo difícil porque se trata de estructuras de poder que permanecen. Nos han vendido la idea de que es inevitable que unos cuantos millones de personas se jodan para que el resto podamos salvarnos.

Gabriela Wiener: El liberalismo y el capitalismo ultra tienden a hacernos creer que el "desarrollo" es una tarjeta de crédito o un televisor de plasma o el microclima de un mall. Otras y otros creemos, sin embargo, en una distribución más justa de la felicidad, no del consumo. Y para eso hay que reclamar derechos.

Santiago Roncagliolo: Durante décadas, el Perú fue un país de extremos. Y cada extremo llevó a una catástrofe: la izquierda, a la crisis. La derecha, a la dictadura. Después de eso, la desconfianza nos ha vuelto un país muy moderado: la gente quiere libre mercado, sobre todo, para que el Estado no tenga demasiado poder. Pero también quiere democracia, para poder cambiar al presidente.

Alejandro Neyra: En el Perú solemos ser muy críticos con lo que sucede pero creo que teniendo la posibilidad de vivir fuera, te das cuenta de que la imagen del Perú ha crecido mucho. Diré lo que dice mi papá, que a sus sabios 88 años, ha visto mucho y pese a todo lo que resta por hacer, cree que el Perú nunca estuvo mejor que ahora.

Renato Cisneros: Todo mito nace de una cierta verdad, pero toda verdad, para mantenerse, necesita también erigir su propia mitología. En efecto, la economía peruana, sobre la base del crecimiento de una clase media emprendedora, se convirtió en un modelo regional. No creo exagerar si digo que éramos más solidarios cuando nos iba mal.

Karina Pacheco: Hubo una relativa estabilidad política y un marcado crecimiento macroeconómico que se expresa sobre todo en el incremento del consumo en las ciudades y en el surgimiento de numerosas pequeñas, medianas y grandes empresas en sectores muy diversos, incluido el editorial.

-¿Qué libros de autores peruanos podría recomendar sobre las historias cotidianas que se construyen a diario en Perú y que sirvan como reflejo de la política local de los últimos años?

Sergio Galarza: La Biblioteca Fantasma, de David Hidalgo, es el libro que más me ha impresionado este año y me parece clave para entender cómo funciona el Perú y el valor que damos a lo que puede definir nuestra identidad. Se trata de un reportaje sobre el expolio que sufrió la Biblioteca Nacional durante años.

Gabriela Wiener: La domesticación de las mujeres, de María Emma Manarelli; Los Rendidos, de José Carlos Aguero; De dónde venimos los cholos, de Marco Avilés; Un golpe de dados, de Victoria Guerrero; La voluntad del molle, de Karina Pacheco; Rostros de violencia, rostros de poder, de Mónica Carrillo.

Santiago Roncagliolo: Los autores se han puesto a contar lo de antes. Porque no estaba contado. No teníamos las historias de los participantes en nuestra propia guerra interna de los 80, por ejemplo. Han surgido libros de hijos de senderistas –Los Rendidos de José Carlos Agüero- y de militares –La distancia que nos separa, de Renato Cisneros.

Alejandro Neyra: La guerra que hicieron para mí, de Carlos Freyre, que es militar y que incluso ha vivido en el VRAEM enfrentándose al terrorismo, es una excelente forma de entender las complejidades del país; y Ciudadanos sin República, de Alberto Vergara, para encontrar preguntas y respuestas sobre la política peruana.

Renato Cisneros: Curiosamente pienso en libros sin ficción, como Ciudadanos sin República, de Alberto Vergara, el mejor politólogo de su generación; Historia de la corrupción, del historiador Alfonso Quiroz; Nos habíamos choleado tanto, del psicoanalista Jorge Bruce; y Los Rendidos, de José Carlos Agüero.

Karina Pacheco: Aprendiendo a vivir se pasa la vida, de Carlos Iván Degregori; Los Rendidos, de José Carlos Agüero; Violencias fundacionales. Etnicidad, racismo y nación en el Perú, de Cecilia Méndez; Atravesar el silencio, de Francesca Uccelli, Tamia Portugal, José Carlos Agüero y María E. Pease.

Libros clave

Algunas formas de decir adiós, de Sergio Galarza

En este libro de siete cuentos se retrata la vida adolescente en los 90, la violencia política y la represión policial, desde la era de Alan García a Fujimori.

Dicen de mí, de Gabriela Wiener

Ejercicio de memoria y una suerte de aniquilamiento del yo, que bien podría servir para otros. Trata sobre qué dicen "los otros" sobre esta autora, sin adornos y sin pudor. Al hueso.

La cuarta espada, de Santiago Roncagliolo

Es la historia del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, escrita con precisión y gran detalle. Narra el auge y la caída del terrorismo en Perú.

CIA Perú, 1990: el espía innoble, de Alejandro Neyra

Última entrega de una trilogía que se sitúa en la era de Abimael y Alan García. Aquí se abordan los pasos de Vladimiro Montesinos.

Nunca confíes en mí, de Renato Cisneros

Novela en la que una pareja escolar se reencuentra para amarse en secreto. Ambos intentan asumir y superar sus propios fantasmas.

La voluntad del molle, de Karina Pacheco

En un Perú devastado por Sendero Luminoso, se narra una historia de discriminación, que no ha perdido vigencia.

Perú en FILSA

La participación peruana en FILSA 2018 contará con un pabellón de 600 metros cuadrados, donde se exhibirán alrededor de diez mil libros compuestos por un promedio mil títulos de 70 editoriales peruanas e instituciones públicas y privadas relacionadas con el quehacer literario, la cultura y la educación.

Asimismo, los visitantes al stand peruano podrán conocer las 47 lenguas indígenas u originarias del país en el Mapa Sonoro de las Lenguas Indígenas del Perú que estará a disposición del público.

Revisa en este link las actividades diarias.

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