Humans: la serie que le habla a la Europa post Brexit

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El protagonista de la historia de ciencia ficción habla de su tercer ciclo y de sus paralelos políticos con la realidad.


La trama de Humans sigue un manual que resulta familiar en la ciencia ficción: en una realidad paralela, la sociedad logró desarrollar robots (aquí llamados "sintéticos") con apariencia humana para ser utilizados como fuerza de servicio. Pero, por supuesto, lo que parte como mano de obra 100% dispuesta a recibir órdenes se transforman en seres con consciencia sobre sí mismos, lo que abre el debate sobre qué tantos derechos puede tener la inteligencia artificial.

Frente a esa historia común, lo que ha transformado a Humans en un elogiado éxito de culto es el estándar de calidad que le entrega su casa productora, la cadena británica Channel 4, a cargo de algunas de las mejores series del Reino Unido.

La apuesta regresa al cable chileno este lunes con su tercer ciclo, a las 23 horas por el canal AMC, tras dos años de la última temporada. Los nuevos episodios lidian con la consecuencia del final abierto del ciclo anterior, donde el grupo de sintéticos autoconscientes lograban liberar la mente de todos sus pares, aún programados para obedecer. Un año después de ese evento, que dejó miles de muertes, tanto humanas como artificiales, los robots "despiertos", distinguidos por sus ojos verdes, se encuentran perseguidos y encerrados en una comunidad, con algunos luchando por sus derechos. Mientras, se desarrolló un nuevo tipo de sintéticos que aún resultan serviciales.

¿Mejorarán las cosas en la historia? "Dios, no, todo se va a poner peor", dice riéndose el actor Tom Goodman-Hill, quien interpreta a Joe Hawkins en la serie.

Tras separarse de su mujer, Laura (Katherine Parkinson), Joe se encuentra viviendo en una ciudad 100% de humanos junto a sus hijos, la última en una serie de decisiones cuestionables que ha tomado el personaje en la serie. "No es un tipo que se equivoque a propósito. Sólo es muy impulsivo y actúa antes de pensar. Hace las cosas por principio y ahora realmente piensa que a sus hijos les conviene alejarse de los sintéticos y la tecnología", dice Goodman-Hill. Pero su idea de vida simple no dura mucho. Según cuenta el actor, al final del primer episodio ocurrirá algo que traerá de vuelta a los sintéticos a su vida, "y tendrá que tomar decisiones importantes a lo largo de la temporada".

Si una sociedad dividida por la lucha de derechos de grupos minoritarios suena familiar, es absolutamente a propósito. "Fue una decisión muy consciente de Jonathan Brackley y Sam Vincent (los creadores) de establecer paralelos claros con nuestra fracturada sociedad actual", explica el actor, apuntando al Brexit y a la actitud de algunos grupos contra los migrantes.

"Si buscas un paralelo de Joe en la vida real, yo creo que sería una persona que votó a favor del Brexit y después se dio cuenta que quizás era mala idea dejar la Unión Europea", dice soltando una risotada, pero concluye la reflexión de forma más seria: "en este país (Gran Bretaña), un gran porcentaje de la población se siente así en este momento. Porque uno puede tomar una decisión siendo consecuente con tus valores personales, y sólo después darte cuenta que fuiste utilizado con un fin político. Esa no es una sensación agradable".

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