Pu Mapuche: imágenes íntimas de un cotidiano sagrado

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El fotógrafo y artista visual peruano Luis Sergio, dedicó más de diez años a la cercanía con la comunidad mapuche con el fin de obtener su confianza y retratarlos durante las actividades más íntimas de su diario vivir. La voluntad de mantener en pie sus tradiciones y creencias bajo un profundo respeto por la naturaleza, dan cuenta de la forma de vida actual de estos pueblos originarios ante el avance tecnológico y la globalización. La exposición Pu Mapuche se presenta en el Museo Nacional de Bellas Artes desde el 10 de Marzo al 6 de Mayo.


Desde niño, Luis Sergio escuchó los relatos de valentía del pueblo mapuche, germinando en él un profundo interés por su forma de vida y creencias. Su objetivo siempre fue claro: conocer a fondo y así retratar al pueblo mapuche más allá de la clásica postal turística, del estereotipo y del imaginario occidental, y para lograrlo, recorrió desde 2004, diversas localidades de la Araucanía como la costa de Puerto Saavedra, el lago Budi y la laguna Icalma en la frontera con Argentina.

Durante su viaje, el fotógrafo, quien ha trabajado en diversos medios de comunicación argentinos, peruanos y chilenos, conoció a fondo esta cultura, y vivió en carne propia el fuerte hermetismo del pueblo Mapuche en relación a sus tradiciones. Un ejemplo de ello es que tardó 5 años en que lo autorizaran a entrar a un Guillatún y 3 para retratar un Machitún en un hospital de Carahue. Así estuvo una década consiguiéndose la confianza para lograr su anhelado fin.

"Hubo mucha desconfianza conmigo en un principio. Me miraban de forma extraña, no les gustaba mi presencia ahí. Pero Margarita Neiculeo (Q.E.P.D), me ayudó a introducirme en sus costumbres, me llevó a la casa de una mujer mapuche y ella me hizo un saludo oral que es una especie de ceremonia de bienvenida, lo que para mí fue muy hermoso. Comí, me quedé en sus casas, trabajé y compartí con ellos. Este proyecto no hubiese sido nada sin la colaboración de esta hermosa gente", dice Luis Sergio.

El paisaje rural, su hogar, actividades domésticas, juegos, reuniones, el rol de las mujeres y jóvenes mapuche, ceremonias ancestrales y la profunda unión entre la naturaleza y su espiritualidad; son algunas de las temáticas que trata esta muestra. Una exhibición de 65 fotografías donde también se puede apreciar un aspecto político relevante a la hora de conocer la cultura mapuche, que es el dolor, la destrucción de la naturaleza y el conflicto que representa la tensión existente desde hace siglos en la Región de la Araucanía.

Una tercera sección de la muestra se compone por una serie de fotografías de tatuajes en la piel de varios mapuches que representan los símbolos espirituales e identitarios de esta cultura ancestral, como las serpientes Tren Tren y Cai Cai Vilú, la figura de la Machi, entre otros. Las que consisten en imágenes que llevan como legado, no solo en su piel, sino que también en su conciencia y forma de vida.

"Pu Mapuche", que en mapudungún significa "Los Mapuche", es un proyecto financiado por Fondart 2016 con la curatoría de Jorge Gronemeyer y según explica el fotógrafo, este extenso registro "muestra los valores del pueblo Mapuche en la actualidad y se plantea como un legado para las generaciones futuras, cuyas identidades se han visto mermadas a través de los efectos de la globalización. La muestra es un reconocimiento a la fuerza y al ímpetu de personas que han sido capaces de subsistir y mantener vivas sus tradiciones en condiciones adversas. Es una invitación a sensibilizar a cada persona que asista al museo".

Dentro de las experiencias que más enriquecieron el trabajo fotográfico de Luis Sergio se encuentra su participación en las comunidades como un integrante más del grupo. "Al primero que encontraba arando la tierra lo saludaba y le explicaba, en cierto modo, lo que estaba haciendo, que sacaría fotos, y ellos me decían: 'sí, pero también necesitamos ayuda'. Entonces, me ponía la cámara al hombro y ayudaba a arar, a sacar las papas", dice.

El artista reconoce que en un principio sintió algo de temor y se acercaba con la actitud de un reportero, sin embargo, concluye que se divirtió durante el proceso. "Después como que quería ir más allá. Y es que el mapuche no es sólo guerrero. Tiene valores, trabaja la tierra y hace muchas otras cosas. Tienen mucha mística y nacen con mucha sabiduría. Yo estudié en un lugar para ser como soy, pero ellos nacen con una cierta espiritualidad. Con una conexión inmensa con la naturaleza, con un respeto enorme hacia el otro", concluye.

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