Lollapalooza: el público de Milky Chance fue el protagonista de su show

milky chance

El dúo alemán despertó una tarde de frenesí adolescente en la primera jornada de Lollapalooza.


Se respiraba un ambiente de felicidad desde mucho antes del concierto. Milky Chance llegó a Chile y sin problemas se sacó fotos con sus fans, firmó discos y subió fotos a sus redes sociales visitando el Cerro San Cristóbal con la descripción "Santiago, nos encantan" y "gracias por recibirnos de esta manera".

La gratitud constante retrata la sorpresa que aún provoca el éxito internacional en Clemens Rehbein y Philipp Dausch hasta el día de hoy. En su primer paso por Latinoamérica, siendo las 17 horas, cerca del VTR Stage ya no se podía caminar. Y cuando salieron al escenario, la cara de impresión e incredulidad la tuvieron tanto el público como los artistas. Un mar de adolescentes los esperaba ansiosos.

La puesta en escena de Milky Chance es sencilla como su esencia. No hay muchos instrumentos, gráficas ni luces, pero desde que parte el show aprovechan todos los recursos que tienen con precisión. Los primeros acordes de la guitarra eléctrica empiezan a sonar y el público se pone en forma rápidamente. Comienza la fiesta.

Si bien no es una fiesta electrónica, el entusiasmo del público es muy parecido a una: todos están con las palmas arriba en todo momento, saltando intermitentemente entre los coros de cada canción (los que se saben de memoria), y con ellos regalan la imagen más típica del festival a media tarde. Jóvenes pasándolo demasiado bien como para ser cierto.

Es una mezcla entre el nerviosismo histriónico de los de la primera fila que disfrutarían lo que pase por en frente hasta que tocase, en ese mismo escenario pero cinco horas después, Pearl Jam, y los que son fans a morir del trabajo de los alemanes. Cualquiera fuese la identidad del público, nadie se pudo resistir al sonido de Milky Chance.

Tiene un poco de todo. Indie rock, pop y folk. En una fórmula repetitiva pero muy efectiva, la banda repasó su repertorio hasta que llegó el momento cúlmine. La canción que todos estaban esperando, el hit de YouTube, "Stolen Dance". La canción es coreada con fuerza y el vocalista le da tiempo al público para que cante en su lugar. Luego vuelve a agradecer. Mira mientras se pone las manos en la cabeza. No puede creerlo, agradece otra vez.

Pero todo este frenesí tiene sus razones. El público les reconoce el mérito. Se nota en lo bien que suenan los bajos y los solos de guitarras. La voz rasposa aunque sea en coros de monosílabos, y la humilde actitud constante de que estar aquí, en Chile, con los jóvenes vueltos locos, es lo mejor que les ha pasado en la vida.

Sencillo pero bien ejecutado, el show de Milky Chance se merecía a los oyentes que tuvo. Exaltados hasta el alma con la música que les entregaron.

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