Luisa Rivera, la dibujante de Macondo

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Cien años de soledad cumple medio siglo y Penguin Random House preparó una edición conmemorativa ilustrada. La elegida para darle forma y color a la obra maestra de Gabriel García Márquez fue la chilena Luisa Rivera, quien cuenta a Culto cómo fue este viaje en acuarelas por el realismo mágico del Nobel colombiano.


​"El Quijote de nuestro tiempo", así bautizó Pablo Neruda a la obra maestra de Gabriel García Márquez cuando recién había sido publicada, en 1967. El poeta acertó. Cien años de soledad es hoy una viga maestra de la literatura contemporánea, y aunque nadie puede asegurar que vivirá 400 años como la obra de Cervantes, ha cumplido sus primeros 50 años con plena salud.

Del castellano pasó al francés, al inglés, al italiano, incluso al chino; hoy el título puede encontrarse en al menos 35 lenguas. Ha sido reproducida en ejemplares de gran tamaño, de lujo, modestos, de bolsillo y seguramente existen cientos de versiones pirata. Este año se suma una edición ilustrada de Cien años de soledad, que será lanzada por Penguin Random House para celebrar este aniversario.

"La primera vez que lo leí todavía estaba en el colegio", cuenta Luisa Rivera (Santiago, 1988), la artista que fue convocada para darle forma y color a las fantasías del Nobel colombiano. Rivera actualmente reside en Londres, donde se dedica a ilustrar de manera particular en proyectos editoriales y comerciales. Dice que trabajar con esta obra es un gran hito en su carrera y además la considera uno de sus libros favoritos. "Esta novela está muy arraigada en nuestra cultura, por lo que darle vida a ese imaginario colectivo era un gran desafío", comenta.

—¿Qué fue lo primero que hiciste para enfrentar este desafío?

—Primero releí el libro, estudié atentamente su contenido e hice bocetos. En ese proceso, busqué entrevistas y discursos de Gabo para escucharlas y que me acompañaran. También estudié mucho las descripciones, porque quería retratar adecuadamente el lugar y los personajes.

—¿Cómo representaste Macondo y porqué?

—Si bien Macondo es un lugar ficticio, descubrí elementos geográficos que son valiosos para la historia y quería traerlos a las ilustraciones. Me refiero a lo siguiente: aunque es un lugar ficticio, es un lugar en Colombia, porque el libro señala que está al oeste del Riohacha. Además, Colombia tiene diversos paisajes, así que seguí pistas o descripciones para entender la flora y fauna del lugar, por ejemplo, frases como "Al sur estaban los pantanos, cubiertos de una eterna nata vegetal, y el vasto universo de la ciénaga grande". Hay muchas cosas imaginadas, pero quería incluir ciertas especies que fueran específicamente de ese lugar. En cuanto al colorido, quería algo que reflejara el lugar pero también ese elemento extraño del realismo mágico.

—¿Cómo traspasaste al dibujo el tono onírico de la obra de García Márquez?

—Me siento cómoda trabajando con ese género, porque mi trabajo ha estado siempre muy influido por el realismo mágico. Gracias a eso, el proceso fue muy fluido e intuitivo.

La artista hizo ilustraciones, en acuarela y gouache sobre papel, para la cubierta del ejemplar, la contracubierta, el lomo, las guardas, 10 ilustraciones interiores a doble página, un retrato de Gabriel García Márquez, un árbol genealógico y capitulares para cada capítulo. En esta versión conmemorativa también participó uno de los hijos del autor colombiano, el diseñador Gonzalo García Barcha, quien creó la tipografía del libro, a la que bautizó Enrico.

—¿Qué fue lo que más disfrutaste dibujar de esta historia?

—¡Honestamente, todo! El proyecto completo fue increíble. Este es uno de mis libros favoritos, así que trabajar con él es como un sueño. Quizás la primera ilustración, la fundación de Macondo, fue especialmente significativa porque era abrir ese mundo.

—Luego de estudiarla tanto ¿qué dirías que hace tan especial a esta novela?

—Literariamente es exquisita. El manejo de los tiempos es genial, y la temática alucinante, porque crea un mundo de principio a fin. Además, es una de las obras que consolidó el realismo mágico y, como si fuera poco, reúne muchos aspectos de la identidad latinoamericana. Por donde se vea, es increíble.

El ejemplar de tapa dura y 400 páginas, ya fue lanzado en España, donde puede adquirirse por 24.90€ ($22.000 aproximadamente). Se espera que llegue a Chile para el segundo semestre de 2017.

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