Che Sandoval adopta la mirada femenina en su nueva película

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El aplaudido cineasta nacional termina de filmar esta semana su tercera cinta, la cual sigue el viaje a Chile de una ex cantante argentina de los 90.


Machos dañados que deambulan sedientos por sexo han sido los protagonistas de las dos películas de Che Sandoval. En un breve espacio en medio del final del rodaje (que empezó hace un mes y termina mañana), el director dice que su tercera cinta, sin buscarlo empecinadamente, también se verá marcada por lo mismo, aunque exista una diferencia clara: a Javier de Te creís la más linda (pero erís la más puta) y al Naza de Soy mucho mejor que voh, les sucede en el protagónico una mujer con pasado de cantante, por lo que esta es la primera vez que Sandoval se decide a hablar desde lo femenino.

"Siempre se ha planteado si hago o no cine machista. Ahora hay una mujer, y quizás me quede machista, no tengo idea, pero en verdad no quiero. En el fondo creo que las películas tienen que instalar un discurso ambiguo", indica al comienzo de la entrevista, para más adelante asegurar: "Soy un optimista del mundo. No de creer que las cosas van a salir maravillosas, pero sí de creer de que con nada uno puede estar bien. Así que ojalá hacer una película linda y optimista, no una mierda".

A Che Sandoval, realizador con dos cintas callejeras, sucias, llenas de humor negro, donde se habla y ocurren muchas cosas, la idea de este nuevo largometraje le rondaba hace tiempo. Específicamente, desde que empezó su relación con Antonella Costa, actriz ítalo-argentina (hija de Martín Andrade, poeta chileno que no volvió luego de la dictadura, y la escritora Susana Degoy) con quien se conoció en un festival de cine y mantuvo una relación por cerca de cinco años y está separado hace tres.

"Es como si fuera que otro es el muñeco, aunque el relleno soy yo, distribuido de una manera distinta. Todo lo que contengo en modo, estilo y potencia está dentro del personaje", revela Costa sobre Martina, un rol de alta intensidad que la llevó a desarrollar una veta cómica que no había empleado a tal nivel antes, a pesar de tener una carrera de más de 30 títulos, entre los que destaca Garaje Olimpo y Diarios de motocicleta.

La nueva película del director chileno radicado en Buenos Aires habla de una mujer de 35 que abandonó años atrás su carrera de cantante pop; hace un par, además, que su vida sexual no es la misma, y su existencia se mueve entre un gato, un padre en coma, un amigo argentino y la búsqueda incesante por recuperar el placer perdido. Luego de varios giros termina viajando a Santiago en busca del novio de una fan chilena (Pedro Campos y Geraldine Neary), aunque también relacionándose con un grupo de gente que potencialmente podría ser familia.

Por vivencias similares pasó Costa, cuyo padre y abuela eran chilenos y en la época que estuvo con Sandoval conoció a familiares de acá, de modo que la cinta tiene un carácter aún más especial para ambos. "Para nosotros es una especie de hijo que no tuvimos, porque fuimos poniendo un gran empeño y es una gran muestra de amor y de confianza de uno hacia el otro", declara la actriz, complementando que ha sido "el mejor rodaje de mi vida".

Calle y sexo de nuevo

Ciertas cosas no cambian en la carrera de los directores, como que la película transcurre en el sector de Parque Bustamente y que su protagonista, tal como sus anteriores personajes, "todo el rato está buscando sexo, pero en verdad tiene otras carencias". Fiel al título que usaron en la claqueta -porque aún no existe uno definitivo- hace referencia a ello: Dry Martina juega con la dificultad sexual de Martina y lo que denota en Chile la palabra seca. "Hay muchas referencias al argentino, al chileno, y al juego de palabras que se da a partir de eso. Para mí el habla es fundamental y siempre va a ser coloquial, pero en este caso no sé si es tan súper callejero como en las otras películas", dice el director.

Parte de ello quizás se explique en que por primera vez Che Sandoval estiliza su propuesta, contando con actores profesionales (también participan Patricio Contreras y Héctor Morales) y una puesta en escena de mayor elaboración trabajada con el director de fotografía Benjamín Echazarreta (Una mujer fantástica). Además, en la producción están Forastero y la argentina Rizoma Films, encargada de ajustar los preparativos para el rodaje en Buenos Aires, que culminará mañana con la filmación de la entrada y la salida del estadio en el partido entre las selecciones de Argentina y Chile. Una suma de elementos que la podría hacer más atractiva para el gran público.

"No pienso en cuánto puede vender cada chiste pero me encantaría que a mis películas les fuera mejor. Confío mucho en que tengo un potencial comercial que aún no he explotado. Las anteriores son muy oscuras, muy garaje, mientras que esta es un poquito más pulcra, lo que no quiere decir que no vaya a tener humor negro y obviamente mi abuela no la va a querer ver", concluye Sandoval.

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